CAPÍTULO 95
MÁS CONFLICTOS EN EL
RECREO
E
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l profesor de gimnasia se acercó a la espalda
del señor Teodoro y le tocó un hombro, apaciblemente.
El señor Teodoro se dio la vuelta y al ver al
profesor se levantó y subió el escalón.
—Hola —sonrió el joven —, soy Roberto Beltrán, profesor de gimnasia. Creo que eres el
director, ¿no es cierto? Espero que no te moleste que te tutee, debemos ser de
edades parecidas.
Ambos hombres se estrecharon las manos y se
distanciaron un poco de Patricia y sus amigas.
—Puedes tutearme tranquilamente. Has acertado, soy el nuevo director; Blas Teodoro.
—Aquel jovencito alto y moreno, ¿es tu hijo? —indagó el profesor de gimnasia, señalando con la mirada hacia Nicolás.
El señor Teodoro miró al niño.
—Sí, es mi hijo.
—Entonces tengo que felicitarte. Lo he estado observando, es un gran
futbolista.
—Sí, lo es. Muchas gracias.
—¿A qué curso va?
—A segundo D.
—Mañana tengo clase con ese grupo. Será un honor. Reconozco a una
figura en cuanto la veo y tu hijo es una figura del fútbol.
Al señor Teodoro le causó buena impresión el
señor Roberto Beltrán y, ambos jóvenes, mantuvieron una conversación amistosa.
Los dos tenían en común su juventud y su cuerpo atlético aunque el señor
Teodoro era más corpulento y más alto. También en la apariencia el señor
Teodoro era mucho más tradicional. Roberto Beltrán llevaba un aro pequeño y
plateado en el lóbulo de su oreja izquierda, y una coleta de bastante longitud
recogía su cabello liso y castaño.
La conversación amistosa que mantenían fue
interrumpida por "Mikaela", que llegó seguida de una muy apurada señora Morales.
—¡Consejitos vendo pero para mí no tengo! —exclamó la joven rubia dirigiéndose, con furia, al anonadado director.
—¿Cómo dice? —interrogó este, perplejo.
La señora Paula Morales se retorcía las manos
en una actitud muy agitada.
—Solo hace un rato, usted, recomendaba al padrastro de una alumna que
no se le ocurriera ponerle la mano encima. Sin embargo, acabo de verle pegando
a su propio hijo. ¿Qué le pasa? ¿No sabe educar a su hijo sin golpearle?
El señor Teodoro enrojeció y miró a la guapa
profesora, también con furia.
—¡Por el amor de Dios, está diciendo estupideces! —ex clamó, alterado— ¿Cómo puede compararme con el señor Ortiz? ¡Ese hombre es capaz de
pegar a una niña con un cinturón! ¡Yo jamás haría daño a mi hijo!
Simplemente le he dado un par de cachetes y le
aseguro que muy flojos. El primero se lo he dado porque me ha pisado con fuerza
y a propósito; y el segundo, porque me ha llamado idiota. ¿Satisfecha?
"Mikaela" miró las manos del señor Teodoro, y seguidamente sus ojos azules volvieron a posarse en los ojos negros del
hombre.
—Tiene usted unas manazas que no creo que den cachetes flojos —declaró, obstinada.
—Estas manazas como usted las llama sirven, sobre todo, para trabajar —manifestó el señor Teodoro—. Y también pueden servir para acariciar.
Nunca las usaría para hacer daño a mi hijo.
—Yo pienso que a los críos no les viene mal un poco de disciplina —intervino el señor Roberto apoyando al director.
—¿Y a usted quién le ha dado vela en este entierro? —interrogó "Mikaela" sin aparatar la vista del señor Teodoro — El niño estaba jugando tranquilamente. ¿Qué le pasa a usted, no le
gusta el fútbol?
La señora Morales estaba sudando a pesar de la
fría mañana invernal.
El señor Teodoro suspiró sin poder comprender
el comportamiento extraño de Mikaela Melero.
Roberto Beltrán también estaba más que
sorprendido.
—Tiene razón, no me gusta el fútbol, me gusta el rugby. Pero le aseguro, si es capaz de creerme, que ese no ha sido el motivo para que interrumpiera el juego de mi hijo. Nico se ha quitado el jersey y no sé si usted nota que hace mucho frío. Hace unos días estuvo con
fiebre muy alta, tampoco había almorzado. Él acaba sus clases a las dos, pero
yo no termino hasta las tres. Comeremos cerca de las cuatro, creo que debe
almorzar —explicó el director—. ¿Ya está satisfecha o todavía no?
—Yo sí, pero no creo que la madre del niño lo estuviese.
Estas últimas palabras de "Mikaela" produjeron peor efecto en el señor Teodoro que si le hubiesen duchado con una
jarra de agua muy helada.
—¿Por qué no intentamos serenarnos? —medió la señora Morales, muy sofocada— Sinceramente no me siento bien. Mikaela es muy protectora de los
menores y más si no tienen madre —añadió intentando justificar a su amiga.
—Nico sí tiene madre —precisó el señor Teodoro—. Y ojalá estuviese aquí, aunque no estuviese nada satisfecha con mi
modo de proceder —agregó mirando, intensamente, a "Mikaela". Era la primera vez, desde hacía doce largos años, que una mujer le recordaba tanto a Helena. Quizás el destino se estaba burlando de él de la forma más hiriente.
A pesar de esa posible chanza, en algún recoveco de su interior, allá donde habita el alma sintió una inmensa alegría y soñó con que aquello fuese una señal de que se aproximaba el momento en que se viera frente a Helena.
A pesar de esa posible chanza, en algún recoveco de su interior, allá donde habita el alma sintió una inmensa alegría y soñó con que aquello fuese una señal de que se aproximaba el momento en que se viera frente a Helena.
Unos gritos que provenían del campo de fútbol lograron que los adultos dejasen de lado su disputa.
Los jugadores de los dos equipos discutían acaloradamente y la trifulca tenía visos de acabar en un combate puesto
que ya se estaban empujando unos a otros. El señor Teodoro y el señor Beltrán
tuvieron que correr al campo y separar a los chiquillos.
—¿Se puede saber qué os pasa? —indagó el director, enfadado.
—¡Nico ha metido un gol! —gritó Leopoldo, desgañitándose— ¡Y este imbécil se lo ha
anulado diciendo que estaba fuera
de juego! ¡Y
encima le ha sacado tarjeta roja!
—¡Yo soy el árbitro! —gritó, a su vez, el aludido— ¡Nico ha empezado la jugada estando fuera de
juego y, por eso, es justo que anule el gol! ¡Él ha protestado y me ha
insultado y, por eso, le he sacado tarjeta roja! ¡No se puede insultar al árbitro!
—¿Qué árbitro? —interrogó Leopoldo en tono burlón— ¡Tú no eres imparcial! Estás rabioso porque estamos goleando al
equipo contrario donde juegan amigos tuyos. ¡Vamos seis a cero!
—¡Cinco a cero! ¡El último está anulado!
—¡Seis a cero!
El señor Teodoro se pasó una mano por la
frente y elevó sus ojos a un cielo que vestía de azul profundo. No había restos
de nube alguna y el sol campaba en el firmamento.
—En un partido de fútbol hay que respetar lo que dice el árbitro —declaró—, sea justo o injusto. Son las normas. Si ha anulado
el gol, el gol está anulado. Y si te ha sacado tarjeta roja no puedes seguir
jugando, Nico.
—¡Eres un tramposo! —acusó Nicolás, embravecido, e hizo el amago de embestir al árbitro. El
señor Teodoro se lo impidió, sujetándolo con fuerza, y se lo llevó hasta el
escalón, fuera del campo de juego.
El chaval forcejeó inútilmente porque era
imposible que pudiera zafarse del dominio de su padre.
—Nico, siéntate y estate quieto —le ordenó el hombre mediante amenazadores susurros—. ¡Ni te imaginas lo nervioso que estoy!
El muchacho no tuvo otra alternativa que ceder
y se sentó en el escalón mirando, fijamente, al suelo. El señor Teodoro suspiró,
cansado, y después de echar a Patricia y a sus amigas que continuaban
con risitas tontas, se sentó al lado de su hijo. "Mikaela" sorprendió al señor
Teodoro cuando tomó asiento junto al abatido Nicolás. La mujer pasó un brazo
por los hombros del niño e intentó animarlo.
—He estado viendo el partido y eres un gran
jugador —le comunicó—. Nico, mañana será otro día y podrás volver a jugar. Vas a tener
muchos días para jugar.
—Hoy mismo puedes volver a jugar —manifestó su padre—. A las dos, cuando acaben tus clases, puedes
jugar en el patio hasta las tres que termino yo. Dejas tu abrigo y tu mochila
en mi despacho.
Nicolás comenzó a animarse y a recuperar su
desaparecida alegría. Era imposible que el chiquillo pudiese sospechar que, en
aquel momento, estaba sentado entre su padre y su olvidada madre. Tal vez no lo
supiera nunca o tal vez sí.
—¡Blas! —llamó Antonio; el chaval empollón de la clase de
Nicolás. Su semblante estaba enrojecido tras una veloz carrera— ¡Dos niñas de primero han saltado la valla del patio y se han ido a
la discoteca!
El señor Teodoro se levantó en el acto con
gesto que presagiaba tormenta. Antonio le señaló el lugar por donde habían
saltado las alumnas. Estaba muy orgulloso de su chivatazo; el director tenía que darse cuenta de que él era un muchacho responsable.
El señor Teodoro se marchó en busca de las
chiquillas.
—¡Eres un soplón bocazas! —insultó Nicolás a Antonio, corriendo detrás de su padre.
—¡Nico, no vayas, quédate aquí! —le recomendó "Mikaela", pero su hijo no la escuchó.
Nicolás estaba convencido de que las niñas que
habían saltado la valla eran Natalia y Bibiana.
“Están locas”, pensó, hiperpreocupado. ¿Y qué excusa van a darle a mi padre?
Nicolás no se equivocaba. Las saltadoras de la verja eran Natalia y Bibiana. Habían estado vigilando la puerta de
la discoteca que permanecía cerrada. Instantes después la puerta se abrió
saliendo una mujer de raza gitana, de unos treinta y cinco años, con un cubo y
una fregona.
La mujer comenzó a fregar el trozo de acera
que estaba delante de la entrada al local. Las niñas observaban a la limpiadora
y se quedaron boquiabiertas cuando vieron entrar en la discoteca al mismísimo
señor Ismael Cuesta.
—¿Has visto, Bibi? —indagó Natalia, alterada— ¿Qué irá a hacer el profe de mates a la discoteca? ¡Vamos a hablar
con esa mujer! ¡A lo mejor nos cuenta algo interesante!
—Pero…
—¡Nada de peros! ¡Nico es un memo que solo piensa en jugar al
fútbol! ¡No le necesitamos para nada! ¡Verás que rabioso se pone si averiguamos
algo por nuestra cuenta!
∎∎∎
Cuando el señor Teodoro alcanzó la verja, vio
a Natalia y a Bibiana hablando con la mujer gitana. El joven puso un pie en el
muro y saltó el conjunto de tablas metálicas que, se levantaban sobre él, sin
ninguna dificultad. Cruzó la carretera y llegó hasta las niñas sin que ellas se dieran
cuenta.
—¿Me podéis explicar qué estáis haciendo? —preguntó, sobresaltando a las chiquillas.
—No estamos haciendo nada malo —contestó Natalia, una vez se recuperó del susto recibido—. Hemos visto un gato pequeñito, un cachorrito. Queríamos cogerlo
porque algún coche puede atropellarlo.
El señor Teodoro se mordió el labio inferior,
impaciente. ¡Dichosas crías!
La mujer de piel morena, cabello rizado y
enmarañado, supo que las niñas mentían puesto que a ella no le habían mencionado
a ningún gatito, pero decidió continuar con su trabajo y no inmiscuirse en
asuntos ajenos. No quería líos.
—¡No quiero saber nada de gatos! —declaró el señor Teodoro, enojado— ¡Parece mentira, Bibi! No me extraña nada de Nat porque es una cabeza
de chorlito igual que Nico, pero creía que tú eras más sensata.
—¡A mí no me compares con Nico! —exclamó Natalia, indignada— ¡Nico es imbécil!
—¡Tú eres más imbécil que yo! —exclamó Nicolás que, también había saltado la verja, y terminaba de
llegar.
El señor Teodoro resopló, fuera de sí,
mirando, estupefacto, al chiquillo.
—¡El que faltaba! —profirió— ¿Se puede saber qué haces aquí?
—He venido a ver qué pasaba —respondió el muchacho, frunciendo el ceño.
—¡Ah, claro! —dijo su padre con retintín— Tú eres la persona más indicada para arreglar o
solucionar lo que aquí pase. ¡Id
enseguida los tres al patio! —ordenó, señalando la zona de recreo del
instituto— ¡No sé lo
que voy a hacer con vosotros!
Los chiquillos anduvieron deprisa seguidos por
el señor Teodoro. No tuvieron que volver a saltar la verja; el profesor de
gimnasia había abierto la puerta y miró, seriamente, a los alumnos cuando
entraron.
El señor Teodoro se quedó hablando con el
señor Beltrán y gritó a los muchachos que se detuvieran cuando se encontraban
a unos tres metros de distancia.
—Han visto un gatito y las niñas querían cogerlo —explicó el director—. La verja que rodea el patio es demasiado
baja. Cualquier crío puede saltarla, tendré que encargar que la levanten.
∎∎∎
Nicolás y Natalia se enzarzaron en una
discusión feroz.
—¿Por qué habéis tenido que saltar la valla? —el chiquillo echaba chispas— ¡Toda la culpa es tuya, Nat!
—¿Y a ti quién te ha mandado venir? ¡Podías haber seguido jugando al
fútbol!
—Tenía miedo de que le contarais a mi padre lo que nos dijo el señor
Sierra. Si él se entera de que tenemos intención de buscar a una chica
desaparecida me mete en una jaula.
—¡No somos memas! ¡No íbamos a decirle nada de eso! Simplemente
queríamos hacer amistad con la mujer que limpiaba para ver si sabía algo. Y
adivina a quién hemos visto entrar en la discoteca.
—¿A quién?
—A Ismael Cuesta.
—¿Ese tipo ha ido a la discoteca? —se extrañó Nicolás— ¿Y qué habéis averiguado con la mujer que
limpia?
—Poca cosa —suspiró Natalia—. Llevábamos poco tiempo hablando con ella cuando ha aparecido Blas.
Solo sabemos que se llama Maribel y que lleva tres años limpiando en la
discoteca, o sea, que trabajaba en “Paraíso” en la época que desapareció Rocío Sierra.
—¿Ismael Cuesta os ha visto?
—No. Él ha entrado en la discoteca antes de que nosotras saltáramos la
valla.
—¡Callaros ahora! —les avisó Bibiana— Viene Blas.
El señor Teodoro se detuvo frente a los niños
y se cruzó de brazos. Los contempló, con severidad, sin decir nada.
No quería comunicar al padrastro de Bibiana lo
sucedido porque no se fiaba del hombre y temía que pegase a la niña. Y
comunicar algo a Elisa era perder el tiempo porque no iba a hacer ningún caso.
—Estoy pensando qué hacer con vosotros —manifestó paseando su mirada de uno a otro.
—¡Yo no he hecho nada! —protestó Nicolás comenzando a inquietarse.
—¡Tú has saltado la verja del patio lo mismo que ellas! —exclamó el señor Teodoro, rotundo.
—¡Tú también la has saltado! —replicó el chiquillo, beligerante.
Su padre, muy a su pesar, no pudo evitar
sonreír. Inmediatamente después se irritó.
—¡Yo puedo saltar la verja una, cien y mil veces si quie ro! ¡Pero vosotros no, porque sois unos
mocosos y unos niñatos! ¡Y estáis castigados! Mañana, la hora del recreo la
pasaréis en mi despacho.
—¡Y tú lo que tienes que hacer
es llamar a Elisa! —vociferó Natalia, dejando atónitos al señor Teodoro, a Nicolás y a
Bibiana— Ayer, cuando llegué a comer a casa, la encontré muy
rara. No comió conmigo y tampoco cenó. Parecía asustada y, desde luego, había
llorado.
—Está bien, Nat —dijo el joven—. Llamaré a Elisa en cuanto se acabe el recreo y vaya a mi despacho.
∎∎∎
Desde otra parte del patio, "Mikaela" observaba al
señor Teodoro y a los niños. Paula Morales la había disuadido de salir
corriendo detrás de Nicolás.
—Ya has hecho bastante por hoy —le reprochó—. Blas va a sospechar de ti, va a ver algo
raro en ti. ¿Crees que es tonto? ¡No vuelvas a enfrentarte a él, y mucho menos
por Nico! No entiendo cómo te ha dado tantas razones y no te ha mandado a
paseo. Ten cuidado o terminará descubriéndote.
Págs. 751-761
Y este jueves dejo en el lateral del blog una canción que ya puse en la primera parte... ese día la cantaba José Manuel Soto... hoy la canta Roberto Carlos... "Por ella"
JOJOJOJOJOJ NO SE ACLARAN,HELENA Y BLAS NO SE ACLARAN,SON GRACIOSOS Y LO QUE VALEN MAS Y NO SE ACLARAN,ELLOS A DISCUTIS Y EL DE LA GIMNASIA SE A METIDO Y HELENA LE A DICHO QUE NO TIENE VELA A SALIDO PAGADO,SISI SON ELLOS,
ResponderEliminarSALUDOS MIOS,
Es posible que Blas y Helena no se aclaren... pero tú menos que ellos
EliminarY no es necesario que escribas mayúsculas... tengo la vista perfecta y leo muy bien
Saludos
nonono digas que no me aclaro que si me aclaro,a pasao el 2 de mayo y se forma el 2 de mayo en la novela y fuera de la novela y ay una una espabilada que se confunde adredes sisi adredes a sido,
Eliminarsaludos mios,
Vamos a ver una cosa... o tú me escribes comentarios normales o dejo de publicarlos
EliminarDesde hoy al próximo jueves, te lo piensas
Uy espero que pronto Blas se de cuenta de quien es Mikaela. Genial capitulo me gusto como jugo Nico. Te mando un beso y te me cuidas
ResponderEliminarHola JP... Bueno, pues ya veremos si ocurre lo que tú esperas ;-)
EliminarSí, Nico es un buen futbolista
También te mando un beso y cuídate mucho
¡¡¡Ay Mela,cariño!!! ¡Qué emocionante!! Blas parece que está cerquita de descubrir a Mela. Ay que gracia. Lo que ha pasado con los chicos mientras jugaban al fútbol es muy corriente, el pan nuestro de cada día. ¡Vaya con los árbitros! ¡Qué nervios ha pasado Paula! ¡Ay Mela, me encanta cuando sacas a Blas y a Helena! ¡Ay que par de dos! Y el profesor de matemáticas ha entrado en la discoteca, no sé qué se le ha perdido ahí, ese no puede ser trigo limpio. Me gusta cómo canta Roberto Carlos la canción que ya pusiste, la has repetido, cariño. Y Helena es fantástica. Blas la tiene delante y no se entera. ¡Ay cuando se entere, qué hombre este!
ResponderEliminarBesitos, bonita.
Hola Julia... Bueno, no sabía que Blas me tenía que descubrir a mí ;-)
EliminarSí, lamentablemente, el fútbol trae consigo bastante polémica
La verdad es que Paula lo ha pasado mal
Veremos que sucede con el profesor de matemáticas, Ismael Cuesta
Sé que he repetido la canción... creo que lo he dicho ;-) Pero en esta ocasión la canta Roberto Carlos
No es tan sencillo que, por mucho que la tenga delante, se entere de que Mikaela es Helena... ya veremos que sucede si se entera
Besos
¡Ay Mela cariño, qué torpeza!!! Jajajaj He dicho que Blas tenía que descubrirte ¡ay qué gracia! Entre Helena y Mikaela no sé lo que digo!!! Mi madre te manda cariños. Me voy a comer fuera, hasta luego cariño.
EliminarBesitos.
Julia, no le des importancia a lo que no la tiene
EliminarDale un beso a tu madre de mi parte y recuerda felicitarla este próximo domingo
Espero que hayas comido a gusto
Besos
Mela, en este capítulo ha faltado que Helena también saltara la verja del patio :))))))))))))))))))))
ResponderEliminarBesos!!!!!!!!!!!
Hola Merck... jajaja... Te advierto que estás en peligro de que te expulse de la Estación por decir tonterías
EliminarBesos
Roberto Carlos tiene razón, hay que cantar aunque se tengan ganas de llorar. Vamos a cantar, laralalaralalaralalalaralarala. :)))))))))))))))))))))))))))
EliminarSí, creo que es mejor cantar que llorar
EliminarTambién dicen que quien canta su mal espanta... o algo parecido ;-)
Besos
Hola Mela, te confieso que tenía dudas sobre si publicarías este jueves. Me ha alegrado el día leer tu capítulo. Creo que a Helena le gusta el fútbol y lo que ignora Blas es que sus manazas acariciaron a Mikaela hace unos años. Nicolás y Natalia son increíbles y no se me ha pasado que el profesor de matemáticas ha ido a la discoteca. Muy buena interpretación de Roberto Carlos.
ResponderEliminarHada escribiente, me encanta cómo tratas los temas, con esa suavidad que te caracteriza.
Un beso, guapa, y muchas gracias por publicar hoy.
Hola Juan... pues si te ha alegrado el día, yo también me alegro
EliminarBueno, Helena estaba disfrutando viendo como Nicolás jugaba... sí, ese detalle, Blas lo ignora, por supuesto
Se les puede llamar increíbles, sí... pues es importante que no se te haya pasado ;-)
Roberto Carlos canta muy bien esta preciosa canción
No soy suave siempre ;-)
Un beso y muchas gracias a ti
Hola Mela, si ya decía yo que esa discoteca está demasiado cerca del colegio... y si ese Cuesta anda con la cabeza metida dentro en horario escolar, para más inri, todavía huele más a cuerno quemado. O quizá tenga acciones discotequeriles ¿?
ResponderEliminarMikaela debería controlarse si pretende continuar con su anonimato y Blas le da demasiadas explicaciones, Paula tiene razón. El profesor de gimnasia parece un tipo agradable y hasta normal, ¡¡sorprendente jajajaja!!
Bueno, ahora me apetece mucho ir viendo cómo los chiquillos llevan sus investigaciones en la discoteca, porque las cosas, está claro, que no se van a quedar ahí.
Buen capítulo!!!
Besosssssssss
Hola Nena... pues lo decías muy bien ;-)
EliminarAmbas cosas podrían ser... que tenga acciones... y que huela a cuerno quemado
Mikaela no perderá el control hasta el punto de decirle que es Helena... Blas es un hombre educado y sociable y, por otra parte, hay algo en Mikaela que le gusta... que le recuerda a Helena
Algún profesor normal tiene que haber en este instituto... ya veo cuánto te ríes
No, las cosas no se van a quedar ahí... verás las investigaciones, que sé que te encantan
Besos
Bueno, lo cierto es que a veces a la hora del recreo pueden surgir conflictos sobre todo entre los adolescentes, pero luego si sumamos por parte de las chicas ese enfado por la preferencia de Nico por el fútbol, llegamos a ese momento en el que la desobediencia es algo que se busca precisamente por llamar la atención.
ResponderEliminarLo que está claro es que si no es uno es otro, siempre a esa edad lo raro sería que todo fuese rodado. Yo creo que Blas acabará por darse cuenta de que Mikaela no es quien quiere pretender, pero supongo que todo llegará en el momento adecuado. Ahora me quedo intrigada por la actitud de Elisa.
A esperar toca, pero todo llega y una semana pasa volando.
Besos!
Hola FG... Después de leer tu comentario, creo que lo más importante es que te explique el motivo de la actitud de Elisa
EliminarEn este capítulo es lunes... y el día anterior, domingo, dos hombres fueron a casa de Elisa con un ramo de flores de parte de Blas
Estos dos hombres le dijeron a Elisa que Blas no quería vivir con ella... que Natalia podía ir a su casa cuando quisiera... pero ella no
También le dijeron que no molestara a Blas contándole esto... que Blas no quería ser molestado y que él la trataría con absoluta normalidad... y la amenazaron con matarla si cometía un solo error
Es por esta razón que Natalia la notó asustada... y también notó que había llorado
Y por este motivo, Natalia le pide a Blas que hable con Elisa
Bueno, si algo no has entendido me lo preguntas
Me alegra que pienses que las semanas pasan volando... eso es buena señal ;-)
Besos
El profe de gimnasia me ha caído bien, solo espero que no se maraville con los chicos con aptitudes deportivas e ignore a los más normalitos. Lo sé, que le vea potencial a Nico, no implica eso necesariamente.
ResponderEliminarPor una vez, estoy con Mikaela. Esos bofetones en público no solo pueden doler sino que humillan al chico en público. Además, la violencia nunca debe responderse con violencia. Encima de la ira que implica, carece de argumentos.
Por otra parte, Micaela le ha puesto en evidencia delante del profe de gimnasia y en pleno patio, desacreditándole delante de los niños... Una madre tiene el instinto a flor de piel, lo comprendo. Pero tiene que controlarse.
En cambio estoy con Blas en un detalle, me gusta mucho el rugby.
Paula es muy sensata y le da Helena buenos consejos, me alegra que esté con ella para frenarla un poco y que lleguemos a buen puerto.
* Espero no haber sido demasiado subjetiva, no soy quien para juzgar a nadie. En mi defensa diré que está tan bien escrito que soy una más en el recreo :) Bss
Hola Mere... te entiendo muy bien... no implica necesariamente eso, pero podría pasar
EliminarTe confieso que hoy no estoy en plena forma... tengo al gatito un poco malito... pero tu comentario me ha hecho reír
Estás con Mikaela y estás con Blas ;-)
Yo creo que no has juzgado a nadie... has dado tu opinión y la has dado con mucha corrección
No sabía que te gustaba el rugby ;-) Es un gran deporte
Pues si estás por el recreo... siempre puedo estar a tiempo de sacar a una profesora que se llame Mere ;-)
Muchas gracias por este simpático y agradable comentario... y espero que lleguemos a buen puerto ;-)
Besos
Hola Mela,
ResponderEliminarYa ha salido la discoteca y eso es peligro !!!!! A ver que más descubren los chicos y que más pasa!!!! Mikaela creo que aún tardará un poco en destaparse !!!!! Y Elisa volverá a tomar protagonismo pienso. Bueno ya sabes que me saco ideas de debajo dela manga, y que te conste, que ahora que has empezado la segunda parte me vuelve a la cabeza el fiambre. Roberto Carlos desde siempre me ha gustado.
Un beso y feliz finde .
Hola Lidia... La verdad es que la discoteca va a ser un lugar muy peligroso, sí
EliminarEstán muy bien esas ideas que te sacas de la manga ;-)
jajaja... El fiambre
Pues ya sé que te gusta Malú y Roberto Carlos
Otro beso para ti y muy feliz finde
No acabo de entender que pretende Mikaela,vengarse de Blas, pero al final el que va a salir mas dañado es Nico, ya ha sufrido un cambio de padre enterarse de que la que cree una profe es su madre puede ser demasiado para el. Se puede entender su rebeldía.
ResponderEliminarBesos
Raquel
Hola Raquel... es muy posible que lo que pretende Mikaela es vengarse de Blas y es muy cierto que, si lo hace, Nico va a sufrir
EliminarYo creo que cambiar de padre ha hecho inmensamente feliz a Nico; él no quería a Bruno Rey y sí quería muchísimo a Blas
Si se entera de que Mikaela es Helena y, por lo tanto, su madre... ya veremos si es demasiado para él
Tal vez Nico no habla de su madre porque le duele hacerlo... tal vez la echa de menos más de lo que dice
Yo no veo a Nico rebelde... yo lo veo impulsivo y que medita muy poco o nada antes de hacer o decir una cosa
Besos
Tenía ganas de leer este capítulo, sabía que lo interesante estaba por llegar. Desde luego, como Helena no se controle un poco más va a meter la pata hasta el fondo. Resulta curioso "ver" a Blas, Nico y Helena juntos, la familia completa, sin que ellos sepan que realmente lo son. Bueno, ni siquiera Nico sabía que Blas era su padre hasta hace poco. Algo que me gustaría que pasara en esta historia, es que Blas y "Mikaela" se enamoren "otra vez" jaja.
ResponderEliminar.Estelle.
Hola Estelle... que estés aquí supongo que significa que tu hermano ya te ha formateado el ordenador... me alegro
EliminarPues no sé si Helena tiene la cualidad de controlarse
En este caso, Helena juega con ventaja... ella sí sabe quienes son Blas y Nico
Te gustaría que Blas y "Mikaela" volvieran a enamorarse... jajaja... Bueno, dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra... yo creo que tropieza más veces ;-)
Siento no poder decirte si ocurrirá lo que a ti te gustaría
Besos
Sí, tardó poco tiempo en limpiarme bien el ordenador, en menos de 48 horas ya lo tenía otra vez en casa. Me dijo que tenía 200 Gb de contenido basura jaja. Pero lo que más necesitaba es que me quitara el windows vista de una vez y me instalara el 7, menuda diferencia... da gusto.
EliminarPufff el hombre tropieza más de 3, 4 ,5... Te lo digo por experiencia.
Hay algo en el interior de esas dos personas, Blas y Helena, que los mantiene unidos incluso sin verse durante años, y tengo el presentimiento de que ese algo va más allá del físico y de las circunstancias, por eso sospecho que Blas se enamorará de "Mikaela" y cuando sepa quién es realmente... quién sabe lo que pasará :)
.Estelle.
Ya imaginé que tu hermano te había solucionado el problema cuando me comentaste anoche... el 7 es el que yo tengo
Eliminarjajajaja... Habrá que barrer esas piedras del camino
¡Vaya, Estelle! Es precioso lo que has dicho sobre Blas y Helena... me has dejado sin palabras ;-)
Es que el Vista me tenía hasta las narices, últimamente no me daba más que problemas, y lo último ya fue que se me borraran los codecs y no me dejara ni ver vídeos ni escuchar música. Ahí ya dije: HASTA AQUÍ.
EliminarPues ahora que lo leo con detenimiento tienes razón, me ha quedado muy poético jaja, pero te lo he dicho tal cual lo pienso, esa es la verdad.
.Estelle.
Desde luego es el colmo no poder ver vídeos ni escuchar música... hiciste bien en decir HASTA AQUÍ ;-)
EliminarPues tal como lo piensas, has dicho cosas muy verdaderas sobre ellos
Lo que no te puedo garantizar es que Blas se enamore de Mikaela... por otra parte, se estaría enamorando de la misma mujer... tampoco sería algo tan extraño... jeje
Con el día de fiesta casi se me pasa el capítulo de esta semana! Me encanta que empiece la acción, me muero de ganas de saber que es lo que está pasando en la discoteca, y que el Sr. Cuesta ande por ahí no pinta nada bien.
ResponderEliminarMikaela/Helena creo que como siga así se va a traicionar. pero en eso estoy de acuerdo con ella, no me gustó nada el cachete que Blas le pegó a Nico :(, pero supongo que si le pasa algo físico (no sé si sigue tenido fiebre) igual no se encuentra muy bien y por eso reaccionó así, porque es algo que no me cuadra con el carácter de Blas.
Besos Mela!
Hola Laura... cuando es fiesta tod@s nos desorientamos un poquito ;-)
EliminarSabrás lo que pasa en la discoteca y tienes razón respecto al señor Cuesta
Mikaela/Helena debe tener cuidado... aunque no es sencillo que Blas la descubra
Blas sigue teniendo fiebre pero ese no es el motivo por el que le ha dado un par de cachetes a Nico... el primero se lo ha dado porque el niño le ha pisado a propósito... y el segundo porque le ha llamado idiota
Seguro que no es la mejor forma de reaccionar pero Blas no es perfecto
De todos modos, tenemos que situarnos en el lugar donde se desarrolla esta historia... estamos en un país con dictadura... sus leyes y normas son muy diferentes a las nuestras
Yo te aseguro que Blas es un padre ejemplar comparado con la mayoría de padres de Kavana
Besos
¡Hola Mela! ¡Qué linda canción! Gracias por subirla. Ay que nervios jajaja ese enfrentamiento por Nico entre Helena y Blas. ¿Sabes? Me enterneció que Helena saltara a defender a Nico. Quizás porque imagino que algo extremo la llevó a desprenderse de él. Poco a poco iremos sabiendo más . Lo sé. Pero no me cae mal y no quiero juzgar antes de tiempo..
ResponderEliminarBlas no tiene descanso con estos críos, debería relajarse pero claro que es difícil cuando pesa sobre tu espalda la responsabilidad de educar y estas para todo. Algo parecido me ha pasado en la vida. Por suerte me ha salido bien pero es difícil. Bueno ya me voy por las ramas amiga. En cuanto a las niñas, lo que han dicho de Elisa me intriga.
Espectacular de principio al fin como es tu costumbre. Un lujo leerte. Un beso grande y buen fin de semana.
Hola Lou... me alegra que te haya gustado la canción
EliminarUn poquito de enfrentamiento ha habido ;-)
Helena tuvo un motivo para dejar a Nico con Blas... y, por supuesto, lo sabremos
Me parece estupendo que no te caiga mal y que no la juzgues antes de tiempo
No pasa nada porque te vayas por las ramas... y me alegra que te haya salido bien
Hay que recordar que a Elisa la visitaron dos individuos llevándole un ramo de flores de parte de Blas... y le dijeron que Blas no quería vivir con ella, que Nat podía ir a su casa... pero ella no... y que si le decía algo a Blas la matarían
Por esta razón, Nat la encontró rara y notó que había llorado... y quiere que Blas hable con Elisa
Muchas gracias
Otro beso grande para ti
Lamento perderme algún que otro capítulo pero de este he disfrutado leyendo todas las peripecias de esos jovencillos incansables, faena que se le amontona al señor Teodoro.
ResponderEliminarFelicidades por este nuevo capítulo Mela, feliz semana.
P.D
Me encanta José Manuel Soto...
Hola Pilar... pues me alegro mucho de que hayas disfrutado con este capítulo
EliminarMuchas gracias, yo también te deseo feliz semana
Pues la canción de esta semana la puse en la primera parte y la cantaba José Manuel Soto
Besos
Eres mujer fuerte
ResponderEliminartrabajas sin cesar
de día y de madrugada
no sientes ningún pesar
al tener que levantarte
a tu hijito cuidar
ya sea para alimentarlo
teniendo que amamantar
o preparar el tetero
asi te tengas que desvelar,
ya sea que se enferme
o que sienta algún temor
allá estas presente
ante cualquier clamor
A la vez eres frágil
porque reposa en ti
toda la dulzura
que en el mundo vi
Fuerte como leona
para tus hijos proteger
frágil como cristal
cuando toca querer
por eso Madre
te pago con amor
eres lo mas bello
que ha hecho el Creador
Que seas muy feliz en este dia amiga mia!!!
Con cariño Victoria
Muchas gracias, Victoria
ResponderEliminarUn bonito homenaje para las madres... espero que también hayas sido muy feliz este día
Besos
Ya he vuelto, Mela.
ResponderEliminarEstaba fuera y no podía comentarte pero me ha dado tiempo a pensar. me temo que a helena le va a estallar en la cara esa rabia que contiene malamente, a fin de cuentas a eso fue. Y me da pena Nico, por como pueda pasarlo.
Lo que tengo es una tremenda curiosidad por saber en este caso el motivo de tanto resentimiento.
Besos
Hola Silvia... ayer me enteré de que habías vuelto ;-) Espero que hayas disfrutado del puente
EliminarPodría pasar lo que temes y le podría estallar en la cara, sí
Comprendo que te dé pena Nico... en realidad él ya ha sido víctima del comportamiento de sus padres... durante doce años no ha visto a su madre y creyó que Blas era su tutor
Es normal que tengas curiosidad... y conocerás el motivo
Besos
Hola bueno estuvimos de puente y se me acumula el trabajorrrrrrrrrrrrr jaajajaj
ResponderEliminarCreo que Mikaela va a poder influenciar algo en Nico, debería hacerlo a ver si le calma un poco por que sino las cosas van a ir cada vez peor. jejeje pobre Blas seguro que alguna vez los mataría jajajaj
Me esta gustando mucho niña
Cuidate mucho.
unos besotessssssssssssssssssssss
Hola SC... Te publico tu primer comentario que, como ves, no había desaparecido ;-)
EliminarEspero que hayáis disfrutado del puente
Pues lo cierto es que no está muy claro si Mikaela va a tener que calmar a Nico... o será Nico quien tenga que calmar a Mikaela ;-)
Bueno, esperemos que Blas no decida matar a nadie ;-)
Me alegra que te esté gustando
Cuídate mucho también
Unos besotes
Buenas tardes . Vaya capítulo no ha faltado de nada : recreo , futbol , reprimendas sobre maneras de educar, "que por cierto soy de las que piensa como Teodoro , no tiene que ver el maltrato con un toque a tiempo de vez en cuando " .
ResponderEliminarCreo que Teodoro ya huele a Mikaela y quien es en realidad . Me gustó mucho este capítulo.
Un abrazo Mela !! .
Buenas tardes, Rosamary... Desde luego que no tiene nada que ver un maltrato con un cachete... Blas jamás le haría daño a Nico
Eliminar¿Crees que la huele ? ;-)
No, Blas no sabe que Mikaela es Helena... ni siquiera se lo imagina... Mikaela le recuerda a Helena, eso sí
Si Blas se entera de que Mikaela es Helena... ya verás su reacción ;-)
Me alegra mucho que te haya gustado
Otro abrazo muy fuerte para ti
jejeje, siempre hay chivatos en el cole no? jejeje, que recuerdos saltar muros jajajaja. Un besazo.
ResponderEliminarHola Tamara... sí, creo que siempre hay chivatos ;-)
EliminarO sea, que tú también has saltado muros ;-)
Yo no podía saltarlos... eran demasiado altos ;-)
Besos
Muchos gritos hay en esta historia, incluso cuando están cerca. Bueno, a ver que pasa con Mikaela, me tiene intrigado.
ResponderEliminarjajaja... Bueno, a veces, la gente cuando se altera grita... aunque estén cerca unos de otros
EliminarPues ya veremos que ocurre con Mikaela ;-)
Mela pero no le cuentes a nadie que los saltaba jajajaa, ahora soy profe y no tengo que decir esas cosas jijijiji, los míos también eran altos pero ya me aupaban jajajaja. Un besazo y sigo leyendo.
ResponderEliminarDe acuerdo, no diré nada ;-)
EliminarSigo pensando que mis muros eran más altos... imposibles de saltar, aunque te aupasen ;-)
Un besazo
En éste capítulo es Nico el que actúa con la misma impulsividad que su madre, desde luego tiene que parecerse a los dos...y como Mikaela no se controle va a hacer que Blas se fije más y más en ella, aunque sea saltando chispas como hasta ahora. Bueno, pues parece que vengo en buen momento con una taza de tila bien llena para Blas (que le están dando la mañana)
ResponderEliminarUn beso, me tengo que ir pero espero que te mejores del constipado (he visto que se lo has mencionado a Mere)
Hola, María... Nico, físicamente, se parece mucho a Blas y a Helena
EliminarPero, en el carácter... es más parecido a Helena
Helena está disfrazada y dice llamarse Mikaela... pero el carácter, la forma de ser de una persona es muy difícil de disfrazar
Sí, va a tener que controlarse... veremos si lo consigue ;-)
Sí, Blas tiene que tomar mucha tila ;-)
Muchas gracias... estoy bastante mejor... Mere me ha dado muy buenas recomendaciones ;-)
Un beso