A la estación ha llegado un nuevo premio gracias a la gentileza de Susana Deseo Libros.
Todo lo relacionado con el premio, lo encontraréis en Menciones(2), en una de las pestañas de arriba.
CAPÍTULO 46
BIBIANA HABLA CON BLAS
A
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las dos de la tarde, Natalia y Bibiana se
marcharon a villa de Luna. Nicolás se
quedó en casa de Estela, alegando que Emilia le había dado permiso para comer
allí.
Al muchacho no le hacía
ninguna gracia ir a la pista de tenis con el coche de Salvador, para demostrar
a la señora Miranda y a su hija que sabía conducir. Pero Estela se había mostrado
inflexible al respecto y el crío tuvo que ceder.
—Iremos a la hora de comer —decidió Estela—. Es menos probable que
alguien nos vea y, si nos ven, no pasa nada. Nos excusaremos diciendo que
estábamos probando el coche porque a Gabriela le ha parecido que algo no
funcionaba bien.
Cuando Natalia y Bibiana
entraron en el salón de villa de Luna,
la mesa ya estaba puesta.
—Os estábamos esperando para comer —dijo Blas—, ¿dónde está Nico?
—Se ha quedado en casa de Estela —respondió Natalia—. Tu madre le ha dado
permiso para comer allí.
El señor Teodoro miró el
plato, vaso y cubiertos que estaban colocados en el sitio de Nicolás. Luego, miró a Emilia.
—¡Vaya, es cierto! ¡Qué cabeza la mía! —exclamó la señora Sales,
no queriendo que el niño tuviese problemas con su hijo— Se me había olvidado.
La mujer pensó que ya
cogería por su cuenta a ese muchachito rebelde y le diría cuatro cositas.
La comida consistía en un
exquisito arroz al horno.
Sandra y Patricia
charlaban amistosamente, comenzaban a entenderse y a hacerse amigas.
Todos los demás comían en
silencio. Natalia y Bibiana estaban nerviosas y preocupadas. Blas y Elisa
seguían enfadados. La señora Sales pensaba en Nicolás.
Casi estaban terminando
de comer cuando sonó el móvil de Blas. Era el señor Francisco.
—¡No te
lo vas a creer! —chilló el hombre, frenético— ¡Estoy apuntando con mi escopeta a Salvador Márquez! ¡Está en la pista de tenis! ¡Debe estar loco o borracho! ¡Ven enseguida!
Blas se levantó de la
silla como un resorte.
—¡No salgáis de casa! —exclamó y salió del salón
a toda velocidad.
Emilia y Elisa se
miraron, alarmadas. Natalia y Bibiana supusieron que alguien habría visto a
Nicolás con el coche del señor Márquez. Y
sin duda, ese alguien debía ser el señor Francisco o sus hijos.
Sandra y Patricia
siguieron comiendo tranquilamente, el arroz estaba demasiado bueno.
El señor Teodoro tardó
muy poco tiempo en llegar donde se encontraba su vecino. Francisco Torres observaba la
pista de tenis desde la acera de arriba, apoyado en una valla. La posición del señor
Torres únicamente permitía ver el
techo del coche rojo. Blas se quedó atónito cuando vio el seat Ibiza,
maniobrando, abajo en la pista.
Descendió la cuesta y
entró por la puerta abierta.
Inmediatamente gritó al señor
Francisco que bajara el arma y dejara de apuntar al coche. Acababa de descubrir
que el conductor del vehículo era Nicolás.
El chiquillo siguió
dirigiendo el volante y cambiando marchas hasta que vio a su tutor. Sufrió tal
impresión que el motor se le caló. Estela y Gabriela advirtieron la presencia
del señor Teodoro.
—Lo has hecho muy bien, Nico —le felicitó Estela—. Esta noche saldremos a
la una. Intenta no perder la calma, no va a pasar nada.
Seguidamente bajó del
coche y saludó a Blas. Gabriela también bajó y también saludó al joven.
Nicolás salió del auto,
con semblante contrito, y no saludó a su tutor.
—¡Mira a
quién tenemos aquí! —exclamó el señor Francisco, entrando por la
puerta de la pista de tenis— ¿Qué te parece, Blas? El muchacho conduciendo
el coche de Salvador y estas mujeres alocadas, consintiéndolo.
El señor Teodoro todavía
no salía de su asombro y de su desengaño. Esperaba haber encontrado al exmarido
de Gabriela, de ningún modo al niño y a las dos mujeres.
—¿Alguien me puede explicar esto? —preguntó, intentando aparentar serenidad.
—Me pareció que el coche no iba muy bien —contestó Gabriela, sonriendo
con timidez—. Lo he
traído hasta aquí. No hay problema, yo estaba equivocada. Nico me pidió que le
enseñara a manejarlo un poco.
Lo ha hecho de maravilla. No creí que eso te pudiera molestar, Blas.
El señor Teodoro dejó de
mirar la azorada cara de la pelirroja y miró a Nicolás.
—¿Has comido? —le preguntó en tono severo.
El muchacho asintió y
estaba mintiendo.
—Te he dicho hace un rato que después de
comer te curaría la espalda —dijo Blas, enfadado—. Que sea la última vez
que le pides permiso a mi madre para nada estando yo en casa. Esta misma noche
te he dicho que únicamente podías ir a casa de Estela. A ningún otro sitio.
Explícame qué haces aquí.
El chiquillo guardó
silencio mirando el suelo, fijamente.
Blas castigó a
Nicolás para el resto del día. Se lo llevó consigo a villa de Luna y, después de examinarle la espalda,
lo hizo entrar en su despacho y le puso diez complicados ejercicios de
matemáticas.
Bibiana y Natalia fueron
a ver a Estela y a Gabriela y se enteraron de que las mujeres estaban satisfechas
con la demostración de Nicolás.
—Esta madrugada, a la una, nos iremos hacia el
acantilado —declaró
Estela—. Y espero
que Dios nos ayude y proteja.
—¿Por qué se llama Encantado? —se interesó Bibiana.
—Hay gente que cuenta haber visto hadas, otros
dicen que son brujas —contestó Gabriela—. Leyendas, habladurías…
No creo que haya nada de cierto.
Bibiana sintió que un
escalofrío le recorría la espalda.
A las ocho de la tarde,
las niñas regresaron a villa de Luna, no vieron a Blas ni a
Nicolás.
—Seguro que están en el despacho —manifestó Natalia—. Voy a distraerme viendo la tele. No quiero pensar en nada, si pienso que Nico va a conducir esta noche el coche de Salvador me volveré loca. Tengo miedo Bibi, si le pasa algo a Nico querré morirme.
Bibiana estaba muy
preocupada por Nicolás y, de ninguna manera, creía poder entretenerse viendo la
tele. A juzgar de la niña, Estela y Gabriela se habían vuelto locas porque estaban
desesperadas. Nicolás iba a coger el coche de Salvador Márquez por la noche y,
de noche, la visibilidad era significativamente menor. Por otra parte había otro
problema a tener en cuenta, debido al frío que hacía la carretera podía
presentar hielo.
“Esto es una locura y
no va a salir bien”, pensó con angustia.
Subió a la habitación y,
poco después, volvió a bajar. Llamó a la puerta del despacho de Blas y asomó la
cabeza, pidiendo permiso para entrar.
El señor Teodoro y
Nicolás estaban escribiendo. Bibiana se aproximó a la mesa y entregó una
libreta al hombre.
—Quería que hicieras el favor de mirar si estos
problemas están bien —dijo la niña, sintiendo que su corazón palpitaba con
fuerza.
Nicolás estaba absorto
haciendo operaciones con fracciones y ecuaciones, en ningún momento apartó la
vista de su folio. Por tanto, no pudo ver el asombro que se reflejó en el rostro
de su tutor mientras leía lo que había escrito en una hoja del cuaderno, la
rubia muchacha de bellos ojos verdes.
En la citada hoja ponía
lo siguiente:
“blas, por favor, sube a
mi habitación
Dentro de cinco minutos.
No dejes que nico sospeche nada.
Necesito hablar contigo.
Es urgente.”
El señor Teodoro devolvió
la libreta a la niña.
—Están bien hechos los problemas —declaró asintiendo.
Bibiana salió del despacho,
reconfortada, y Blas esperó a que transcurrieran cinco minutos. Pasado ese
tiempo, se levantó de su silla.
—No te muevas de aquí hasta que yo te avise
para cenar —le dijo a
Nicolás, con firmeza.
El joven abandonó la sala
y el chiquillo lanzó el bolígrafo contra el suelo, hecho una furia. Estaba
agotado y más que harto de hacer ejercicios. Bostezó, cansado, deseando que
la cena estuviera lista pronto.
El señor Teodoro subió a
la habitación que compartían Natalia, Bibiana y Patricia. Allí le aguardaba Bibiana,
sentada sobre una de las camas. Parecía muy nerviosa y muy cercana del llanto.
—¿Qué te sucede, Bibi? —preguntó Blas, extrañado.
—Tú no te pareces en nada a mi padrastro —dijo la niña mirando con ansiedad los ojos negros del joven—. Él me habla y me trata
muy mal. Me insulta, me humilla y me pega. Ha llegado a pegarme con su
cinturón. Mi madre no me defiende, a ella no le importa lo que me pasa. Tiene
tres hijos más de él y pasa de mí.
—Hablaré con tu padrastro y con tu madre en
cuanto regresemos a Aránzazu —le aseguró Blas—. No volverán a
maltratarte.
—No es eso lo que quería
pedirte —manifestó Bibiana, intentando reunir el valor suficiente para proseguir hablando—. Quería hablarte de
Nico, me he dado cuenta de que lo quieres muchísimo. Blas, ayúdale. Nico
necesita de tu ayuda, está en peligro.
—Pero, ¿qué estás diciendo? —se sobresaltó el señor Teodoro— No entiendo nada.
—Tienes que ayudar a Nico, a Estela y a
Gabriela —reveló la
muchacha—; están
desesperados. Nico va a coger el coche de Salvador Márquez esta noche, a la
una. Quiere llevar el coche al acantilado Encantado.
No le impidas salir, Blas, pero tienes que ser tú quien lleve el coche. Nico no
tiene experiencia como conductor, puede tener un accidente.
—Pero, ¿cómo que Nico va a coger el coche de Salvador? ¡Qué barbaridades dices! Sigo sin entender…
—No puedo explicarte nada más —le interrumpió la
chiquilla—. Esta noche,
cuando llegues al acantilado, lo entenderás todo. Ayuda a Estela, a Gabriela y
a Nico. Te lo ruego, Blas, ayúdales.
El señor Teodoro asintió,
con el semblante descompuesto por la zozobra en que se hallaba. ¿Qué clase de locura descabellada era aquella de que Nicolás condujera el
coche de Salvador hasta el acantilado? ¿Por
qué estaban desesperados? ¿Por qué
necesitaban ayuda?
Sin duda, el canalla de Salvador Márquez tenía que ser
el culpable de semejante caos. De algún modo debía estar chantajeando o
amenazando a Estela y a Gabriela. Y las habría citado en el acantilado
porque, probablemente, quería recuperar su automóvil.
Pues aquella noche le esperaba una desagradable
sorpresa al señor Márquez.
Págs. 351-357
No podía irme al gimnasio sin saber lo que iba a pasar. ¡Blas se ha enterado! Mi madre está muy contenta con Bibiana.
ResponderEliminar¡¡¡GUAPA!!!
Me alegra que tu madre esté contenta, Julia. Disfruta en el gimnasio.
EliminarBesos
Desde luego que Márquez es el culpable, pero no como cree Blas. ¡Se va a llevar el mayor sobresalto de su vida!
ResponderEliminarBibiana ha hecho lo correcto, parece que es la única que piensa con claridad aunque, seguramente, Nico y compañía no lo verán así si se enteran de que les ha delatado "a medias".
Ahora falta saber si Blas accederá a despeñar al congelado fiambre... Más que tila le hará falta en esta ocasión.
Saludos
Tienes sobrada razón, a quien probablemente le espera una desagradable sorpresa es a Blas. Bibiana ha obrado con sensatez, no tenía nada claro que Nico consiguiera llevar el coche al acantilado. Y no soporta la idea de que al chiquillo le pase algo. Veremos cuál es la reacción de Blas si acaba enterándose del problema.
Eliminarjajajaja ¡No sé si va a haber tila suficiente!
Saludos
Hola ,estuve leyendo un poco y me gusta como escribes.
ResponderEliminarYo hace unos dos años comencé a escribir pero me gustaría que alguien que sabe me de su opinión , en mi blog publique una entrada en la cual coloque el primer capitulo de la primera novela que escribí , me gustaría que la veas y me digas que te parece : acá te dejo la entrada:
http://monocerottisv838.blogspot.com.ar/search/label/Novela
Hola Natii, gracias por tus palabras.
EliminarEn cuanto pueda paso por tu blog y te daré muy gustosa mi opinión.
Hola Mela: El Señor Francisco es un peligro...apuntar con un arma, está loco de remate!
ResponderEliminarBien por Bibi, alguien tenía que actuar con algo de cordura!!!
Espero que a Blas no le de un ataque...con lo que pueda descubrir O_o
Bueno Mela como siempre has conseguido trasmitir las emociones del momento (con decirte que he sentido la aficción de Bibi y la frustración de Blas)...algo que me llamó la atención lo bien que se están llevando Sandra y Patricia, no sé de golpe son las mejores amigas???
Bueno en fin...Estaré esperando el próximo capi como siempre ;)
Besitos =)
Hola Silvia, tienes mucha razón con el señor Francisco, ya verás cómo esa escopeta traerá algún disgusto. Algún día recordarás y entenderás lo que te he dicho hoy.
Eliminarjaja Ya veremos la reacción de Blas si descubre lo del cadáver.
Me alegra que hayas sentido esas emociones.
Patricia ha dejado de llevarse bien con Nat y Bibi, se entiende más con Sandra y de paso se siente más cerca de Blas.
Besos, guapa!!
Menuda sorpresa que se va a llevar,desde luego el sr, Francisco esta como los tomates en todas las ensaladas hay que ver que no se le escapa una.
ResponderEliminarHola Fidel, sí, parece que Blas se va a llevar una gran sorpresa...
Eliminarjajajaja Tienes razón, el señor Francisco está en todo, es el vigilante número 1 de la urbanización. Lo malo es que no le sirve de mucho.
Besos
Felicitaciones por el premio muy merecido por cierto.
ResponderEliminarHola Delavega, te agradezco muy sinceramente tus agradables palabras. Tú y gente como tú me hacéis la vida un poquito más agradable.
EliminarBesos
Hola Mela, no sabes cuánto me alegra que Bibi Haya hablado con Blas. Por lo menos, Nico no conducirá ese coche. ¡Era una locura, imposible que saliera bien!
ResponderEliminarSi a alguien le espera una sorpresa desagradable es a Blas. Voy a pasarme por Menciones(2)
Hasta el 47!!
Hola Oskar, tienes razón y era una locura. Bibi ha actuado con sensatez. Sí, parece que vaya a ser Blas el sorprendido. Veremos a ver... Me paso yo también a Menciones(2)
EliminarHasta el 47!!
Ay señor!!! Ahora sí que se va a liar!!! Y claro, el pobre Nico tenía que recibir nuevamente... Luego no quieres que le digamos un poco el pupas. Como ves nos tenías a todos esperando al jueves para poder leer el nuevo capítulo eh?
ResponderEliminarVeremos qué pasará, pero yo también pienso que Estela y Gabriela no deberían haber metido a los niños en semejante mal asunto.
Besitos!!!
Bibiana no ha podido con tanta presión y ha recurrido a Blas.
EliminarTranquila, que hacer unos ejercicios de matemáticas en el despacho no le van a hacer ningún daño a Nico. Me alegra que estuvierais esperando al jueves y a mis personajes les alegra más.
Tienes razón, estoy de acuerdo en que no deberían haber metido a los niños. Se aprovechan de que Nico es alto y fuerte, pero olvidan que es un niño.
Besos!!!
Es curioso lo que ocurre con los relatos "por capítulos", de alguna forma, te van enganchando y acabas mas interesado de lo normal en que llegue a tus manos la continuación de la historia... Pues nada, aquí seguimos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Pablo, y yo muy contenta estoy de que aquí sigas. Caminaremos juntos por un largo camino desentrañando esta historia.
EliminarUn abrazo
Pobre hombre, le va a dar un patatús y van a necesitar deshacerse de dos!!!
ResponderEliminarNo pensarás que espere hasta el jueves, verdad?
Besos
Silvia, cariño, el patatús me va a dar a mí si me metes presión. Te aseguro que me encantaría publicar antes pero esta historia no está acabada y necesito acabarla.
EliminarEspero que lo comprendas y no te enfades. Además, ¡las semanas pasan volando!
Muchos besos!!
Jajajaja no lo hago por meter presión, y si te lo parece me disculpo.
EliminarVerás... un libro que me gusta me dura poco, hago cábalas.. y aaquí se va a liar. Si no dijera que tengo ganas es porque no tengo sangre!!!
Besos y gracias por tu paciencia
Querida Silvia, no tienes que disculparte de nada. ¡No imaginas lo mucho que me alegra que te guste esta historia! Y comprendo y me encantan tus ganas.
EliminarEl problema es que con este primer libro la historia no se acaba y con el segundo tampoco. ¡Me faltan horas! Es preferible que publique una vez a la semana y que no os corte la historia.
Las semanas pasan volando, tenéis que ir a un montón de blogs, sacar los vuestros adelante... casi os hago un favor.
Besos y soy yo quien te agradece tu paciencia.
Apuesto a que Blas ayuda a Estela y a Gabriela, es un pedazo de pan. Has puesto un detalle de San Valentín. ¿Te gusta el día de los enamorados?
ResponderEliminarCon que estaban jugando el BarÇa y el Málaga, empataron a 2.
Un abrazo, Mela.
Hola Juan, todavía estamos por el mundo. Veremos si aciertas en tu apuesta.
EliminarEs un día gracioso donde la mayoría de parejas vamos a reñir por culpa de los regalos jajaja Lo he cogido del blog de Nena kosta.
Ayer me comentó una chica de Málaga y, precisamente, estaban jugando.
Un abrazo
No hagas caso a mi hermano con el tema del fútbol, es del Madrid y sospecha que tú eres del eterno rival. Mira, yo soy sólo para incordiarle. Ayer se acostó tarde porque no trabaja hasta el martes.
EliminarNo me gusta el día de los enamorados, me parece una idiotez. Tampoco estoy enamorada, soy algo exigente. Tengo amigas que se casaron y al poco tiempo... de pena. Si conozco a alguien como Blas me empieza a gustar hasta el día de los enamorados.
Un beso linda.
jajajaja Ya me contarás si conoces a alguien como Blas. Y tal vez lo correcto sea ser exigente. Me encanta el fútbol pero prefiero no hablar de equipos. Te confieso ser de uno de los eternos rivales como los has llamado.
EliminarBesos
De uno de los eternos rivales y, ¿no empezará por B?
EliminarHas cambiado el dibujo del 14F, me lo ha dicho mi hermana.
Me voy al teatro y puede ser que cene fuera.
Pasa un buen sábado, Mela.
Hola Juan, tal vez empiece por "B" pero solo tal vez.
EliminarHe cambiado el dibujo porque los de Nena Kosta no se me movían.
Ir al teatro, cenar fuera, un buen plan para el sábado. ¡Qué lo disfrutes!
También me voy de fiesta, al cine con 3 amigas y tenemos mesa reservada. Hay que aprovechar que es sábado!
EliminarEstán muy de moda las series, tu libro me lo tomo como una más, un capítulo a la semana. Y cuando me parece leo algún capítulo anterior. Nos encanta hacerlo, también te sigo el rastro por otros blogs. jaja
Hola Julia, también tienes un buen plan. Yo salgo ahora mismo. ¡Es sábado, sí!
EliminarMe alegra que veas los capítulos de mi libro como los de una serie y que, de vez en cuando, leas anteriores.
Esto es Internet y en muchos sitios podemos coincidir.
Un beso
Domingo noche, hemos salido a cenar mi hermano, mi madre y yo. Juan mañana no trabaja. Voy a acostarme enseguida, estoy agotada, no he parado. Quería saludarte y decirte buenas noches.
EliminarPues te lo agradezco, Julia. Pasa una buena noche y descansa.
EliminarMela quería saber si en esta historia hay algo de ti, tengo mucha curiosidad.
EliminarSeguramente hay algún trocito pero muy camuflado, eh.
EliminarBesos
jaja ¡Me lo imaginaba! Muchos escritores dejan rastros en sus escritos. ¿A qué sí guapa?
EliminarPosiblemente, Julia, pero te aseguro que en mi caso son escasos y muy bien disfrazados.
EliminarUn beso
Blas es muy bueno :3 me encanta <3
ResponderEliminarUn gusto pasar por tu blog un beso!
PD: ¿nos seguimos?
Hola Effi, encantada de verte en la Estación. Por supuesto que nos seguimos. Pasaré por tu blog.
EliminarBesos
Mil disculpas por el retraso al leer tu novela. prometo ponerme al día y dejarte comentarios. Un beso grande, Lou
ResponderEliminarHola Lou, no te preocupes por nada. Todos andamos muy atareados.
EliminarCuando tengas algo de tiempo, puedes ir leyendo. Estaré encantada de contestar a tus comentarios.
Otro beso grande para ti
Mela, que susto me has dado me pensaba que el fiambre estaba vivito y coleando!!!! A ver que pasa en el acantilado que ya tengo ganas de saber donde va a parar el Marquez jajajajja
ResponderEliminarUn beso Mela.
Hola Lidia!! Me alegra mucho verte por la Estación.
EliminarMe parece que el fiambre sigue en el congelador, pero no te lo aseguro. Mira que si está vivo y cuando todos se acercan lentamente al congelador... ¡ZAS! jajajaja ¡Qué mala soy! Veremos qué pasa en el acantilado.
Un beso gigante!!
escribes maravilloso
ResponderEliminarMuchas gracias, eres muy amable.
EliminarBesos
Hola Mela, encantada de conocerte, has llegado a mi blog procedente de un buen lugar. Observo que tu blog es un libro, así que he ido a leer el primer capitulo, calculo que muy poca cosa para decir algo al respecto, pero prometo seguir leyendo para poder emitir una opinión cualificada.
ResponderEliminarUn bico
Hola Milia!! Me alegra mucho verte en la Estación. "Cafés en solitario" es un estupendo lugar, sí señor.
EliminarMe alegrará mucho que sigas leyendo, yo te acompañaré siempre que quieras.
También iré por tu casa, me ha encantado las judías que has preparado hoy. (A las fabas, las llamo judías) Pienso hacer la receta un día, ya te contaré. jeje
Un bico!!!
Hola Mela, me uno a tu fantástico blog, un saludo.
ResponderEliminarHola Paco!! Bienvenido a la Estación. Me alegra mucho tu llegada, siéntete como en tu casa.
EliminarBesos
Nico al volante y las dos muchachas sin poder dejar de comer arroz... Genial, de veras.
ResponderEliminarY por fin llega la ayuda ¡del séptimo de caballería! Seamos prudentes, con Blas nos bastamos. Gracias, Mela, por echarles una mano. Seguro que con Blas todo irá a mejor y Nico y él estrecharán lazos :) Un beso
jajajaja ¡El séptimo de caballería, qué ocurrente! ¡Mira que me hacéis reír!
EliminarNo sabes lo bueno, el día que publiqué este capítulo(el jueves), comimos arroz al horno. Fue casualidad y estaba exquisito.
Veremos si Blas ayuda o desayuda. jaja
Besos!!!
Hola te devuelvo la visita aunque sin comentarios en mi blog y por aqui me quedo a ver si engancho la lectura.
ResponderEliminarun besote
Hola Sabores Compartidos, me alegra verte por la Estación. Prometo ir a tu blog y dejarte comentario. Estaré encantada de acompañarte por la lectura de esta historia siempre que tú quieras.
ResponderEliminarUn besote!!
Guapa felicidades por el premio y gracias por quedarte en mi blog yo también me quedo por aquí así nos leemos 1 besazo elmundodetirsi.blogspot.com/
ResponderEliminarHola Tirsi!! Me alegra mucho que te quedes por aquí. Gracias por tu felicitación.
EliminarPor supuesto que nos leemos. Me encantará.
Otro besazo para ti!!!
Ya salio la acusica, gafotas, gordopila....
ResponderEliminarBibiana lo ha hecho por evitar que Nico pudiera sufrir un accidente. Bibiana no tiene gafas y no sé qué significa gordopila. ¿Qué barbaridad has dicho, Kikas? jajajaja
EliminarOye, soy buena conductora pero de noche, carretera desconocida y pista helada, trompazo seguro. No tienes conocimiento, ni un poquito.
Sí sí, no sé yo quién se llevará al final la desagradable sorpresa cuando vaya al acantilado xD
ResponderEliminarY yo me pregunto, si por más castigos que le ponga, Nico va a seguir escapándose y ocultándole cosas, ¿por qué insiste en seguir castigándole? ¿No ve que no sirve de nada? ¿Es imbécil o qué? XD
La desagradable sorpresa no hay duda de que le espera a Blas.
EliminarBlas no es imbécil, Estelle, yo creo que no sabe cómo conseguir que Nico confíe en él y le haga caso. Se desespera y recurre a los castigos.
Pues ya puede ir recurriendo a otros métodos más efectivos porque aburre.
EliminarMe parece que tendrás que entrar en la novela y decírselo, a lo mejor te hace caso ;-)
EliminarOjalá pudiera XD
EliminarLa que se iba a armar si pudieras... ;-)
Eliminar¡¡Como me ha gustado este capitulo!!, Francisco siempre por medio y fastidiándola, y ahora Bibi se va de la lengua (pero esta vez, estoy de acuerdo).
ResponderEliminarNos leemos preciosa.
Besos
Hola Susana, me alegra mucho que te haya gustado el capítulo.
EliminarPor supuesto que nos leemos.
Besos, guapetona!!!
Está buenissimo este capitulo! primero me asusté pensando que Francisco le pegara un tiro desde lejos a Nico pensando que era Salvador que locura mi pensamiento,ahora estoy contenta de que Blas sepa algo de lo que sucede,pobre hombre semejante sorpresa va a tener!
ResponderEliminarSí que le espera una sorpresita
EliminarMELA! no puedo parar de leer! me has atrapado!
ResponderEliminarY yo me alegro mucho de eso, Hada Isol... :-)
EliminarYo también creía que ya le iba a pegar un tiro al conductor creyendo que era Salvador (menos mal que no, que si no se acaba ésto) pero eso de pensar que Blas va a llevar el coche al acantilado... lo mismo se queda "encantado" cuando vea un fiambre congelado detrás de él, uff ¡niña! qué suspense!!!
ResponderEliminarTe agradezco mucho que me vayas acompañando y respondiendo mis comentarios,pero hazlo sólo cuando buenamente puedas. Espero que tengas una feliz noche de Reyes Magos en tu casa y que se porten muy bien, jiji
Besos!!
Bueno, de momento no ha habido tiros ;-)
EliminarSí, Blas pudiera quedarse "encantado"
María, para mí es un verdadero placer acompañarte
He pasado una buena noche, gracias... Espero que tú también lo hayas pasado muy bien
jajaja... Hay bastantes paquetes y papel de regalo en mi salón... espero que en el tuyo también
Aunque lo que más deseo... creo que me voy a tener que portar excelentemente bien para conseguirlo ;-)
Besos!!
Nos dejas en vilo. Por fin parece que se descubrirá el pastel
ResponderEliminarahora la cosa es que hará Blas, si ayuda o va con la policía
menuda intriga y no sé por donde irán los tiros.
Gran capitulo y un giro más en la historia, enhorabuena Mela.
Te beso al borde de ese acantilado.
Creo que es bueno dejar en vilo a los lectores ;-)
EliminarPues lo siento, pero no te puedo decir lo que va a hacer Blas ;-)
Muchas gracias
jajaja... Un beso arriesgado