CAPÍTULO 45
OTRO PLAN
L
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a primera persona que se
levantó aquella mañana fue Emilia. Salió de su habitación y se sorprendió al
ver a su hijo en el salón, mirando la tele, con unas marcadas ojeras subrayando de oscuridad sus ojos y con semblante huraño. Se acercó a él y se
inclinó para darle un beso.
—¿Ya has desayunado? —preguntó.
Blas asintió.
—¿Qué te pasa, cariño? ¿No has dormido bien? Tu mirada está más negra que otras mañanas.
El señor Teodoro contó a
su madre lo ocurrido entre Elisa y Nicolás.
—¿Y dónde estabas tú? —se extrañó la señora
Sales.
—Salí a dar un paseo.
El joven consideró que no
era necesario relatarle a la mujer el asunto de la carta para el difunto
Jeremías.
—No son horas de dar paseos, Blas. No me gusta nada que por la noche salgas a la montaña, mientras todos estamos en la cama tranquilamente —le recriminó Emilia, seguidamente añadió con total seguridad—. Elisa está enamorada de ti. Ayer me explicó que te
notaba muy distante. Tiene la menstruación. En ocasiones las mujeres en ese
estado sufren cambios de humor bruscos. Seguramente está celosa de Nico, estás
muy pendiente de él y no le prestas atención a ella. Eso será todo.
—¡Vaya tontería! —exclamó Blas, molesto— No tenía por qué tratar
mal a Nico. Ahora, el niño, no quiere vivir con ella. Debería cogeros, a
ti y al chiquillo, y marcharnos de aquí.
La señora Sales exhaló un
suspiro.
—No le hagas tanto caso al crío, no creo que haya sido para tanto. Elisa lo quiere sin duda —declaró—. Al chiquillo se le pasará el
enfado. En cuanto piense que vivir sin Elisa implica no vivir con Nat,
recapacitará y cambiará de idea.
Natalia, Bibiana y
Patricia entraron en el salón. La primera preguntó, de inmediato, por Nicolás.
—Está durmiendo —respondió Blas—. Y no quiero que lo
molestéis, no ha pasado buena noche. Ya se levantará cuando se canse de dormir.
Las niñas y la señora
Sales se fueron a la cocina.
Poco después, llegó
Sandra.
Blas decidió ir a la
habitación de Elisa, en vista de que la joven no daba señales de vida. Llamó a la puerta con los nudillos y, posteriormente, entró.
Elisa se hallaba en el
vestidor, un cuarto anexo a su dormitorio. Estaba terminando de
vestirse.
—¿Qué pasó anoche? —le preguntó Blas sin ningún rodeo.
—Nat y Bibi estaban en la habitación de Nico —contestó Elisa con
tranquilidad—. Armaban mucho jaleo y eran casi
las cuatro. No me gustó cómo me habló Nico y lo encerré en su habitación como
castigo. Tú no estabas y el niño se pone muy complicado cuando tú no estás. Lo
sabes de sobra.
—Podías haberme llamado por teléfono, siempre
llevo el móvil —replicó el señor Teodoro, mirando fríamente cómo la
joven estiraba una media en su pierna—. O podías haber avisado
a mi madre. No vuelvas a meterte con Nico, Elisa. Hoy quitaré la cerradura de
su puerta y los barrotes de su ventana.
El señor Teodoro se
marchó sin esperar respuesta. Elisa se sentó en un taburete, malhumorada.
“Condenado crío”,
pensó. “Un día vas a tener un hijo mío,
Blas Teodoro, eso te lo aseguro. Y Nico dejará de ser el centro de tu
universo”.
ῳῳῳ
Natalia y Bibiana se
fueron a casa de Estela una vez terminaron de desayunar.
Patricia seguía sin
llevarse bien con sus amigas y prefirió quedarse ayudando a Sandra y, de paso,
estaría cerca de Blas. Elisa desayunó y después salió a la terraza a proseguir
con el lienzo que estaba pintando.
ῳῳῳ
Nicolás se despertó y dio
un brinco cuando vio, en el despertador, que eran las doce del mediodía. Fue a
su habitación, se duchó y se vistió precipitadamente.
Bajó, presuroso, al
salón. Allí estaba Blas, sentado en un sofá, leyendo un libro. Elevó la vista
del mismo y miró al muchacho.
—Me he dormido —dijo el chiquillo,
intranquilo—. Lo siento.
—No pasa nada —declaró su tutor—, necesitabas descansar.
El hombre se levantó de
su asiento.
—¿Qué te parece si después de desayunar me
ayudas a quitar la cerradura y los barrotes de tu habitación? —propuso amistosamente.
—¡No, no puede ser! —se negó Nicolás, casi
gritando.
—¿Por qué no?
—¡Tengo
que ayudar a Estela! —esta vez el muchacho sí gritó.
Blas asintió.
—Está bien —consintió, algo
decepcionado—. Lo haré yo.
Ve a desayunar, pero procura no levantarme la voz —agregó, muy serio.
—Perdón —murmuró el chiquillo,
temiendo que su tutor no le dejara salir. Y
tenía que salir de villa de Luna como fuera. Se le había ocurrido una idea, una fantástica idea. Prendería una hoguera y quemaría el cadáver de Salvador Márquez. La hoguera debía ser bastante grande y estar alejada de las viviendas.
—Después de comer, te curaré la espalda —dijo Blas, abandonando el
salón.
Nicolás se dirigió a la
cocina y Emilia le preparó un cuenco con cereales y leche con cacao.
—A ver si haces las paces con Elisa —le pidió la señora—. Y no vuelvas a decirle
a Blas que no quieres vivir con ella. ¿Acaso no quieres vivir con Nat?
—Sí quiero vivir con Nat —contestó el muchacho rápidamente—. Pero no creo que vuelva
a hablarle a Elisa. Anoche me trató muy mal, me odia tanto como mi padre.
La señora Sales propinó
un cachete al chiquillo.
—¡No digas tonterías, Nico! —exclamó, disgustada— Elisa siempre ha sido
muy cariñosa contigo.
—¡Es una hipócrita! —replicó el muchacho con
rebeldía— Tiene dos caras.
Hoy me quedaré a comer en casa de Estela —anunció a continuación.
Emilia miró, sorprendida,
al niño.
—¿Se lo has dicho a Blas? —interrogó.
—¡No!
—chilló el
crío— ¡Te lo estoy
diciendo a ti!
—Pues yo no te
doy permiso, jovencito —denegó la mujer—. O sea, que ya puedes ir a hablar con
mi hijo.
—¡No voy a decirle nada a Blas! —aseguró
el chiquillo mientras se levantaba de la silla.
—Vuelve a sentarte y termina de
desayunar —le ordenó Emilia.
—¡No quiero comer más! —se resistió el
niño, marchándose de la cocina.
La señora Sales
recogió el cuenco de la mesa y suspiró, preocupada.
“¿Cómo
reaccionará cuando conozca toda la verdad el día de Reyes?, se preguntó,
angustiada.
ῳῳῳ
Nicolás salió
a una velocidad vertiginosa de villa de Luna,
como si temiera que alguien lo detuviera. Llegó, acalorado y excitado, a casa
de Estela.
Las mujeres y
las niñas estaban en el salón, y Hércules recibió, muy contento, al recién
llegado.
—Tengo una idea estupenda para
resolver, por fin, nuestro problema —anunció el chaval, optimista, intentando que el perro no lo derribara—. Esta noche
volveré a salir. Encenderé una hoguera y quemaré el cuerpo de Salvador.
—¡Tú estás loco! —le insultó Natalia,
despectiva— Alguien vería el fuego. ¿Y qué excusa iba a tener que inventar
Estela? Además, tú eres muy capaz de incendiar la montaña.
—¿Se te ocurre algo mejor? — preguntó
su primo, airado.
—Nat tiene razón —intervino Estela, evitando que los niños
iniciaran una discusión—, no podemos intentar nada nuevo en la urbanización.
Vamos a terminar levantando sospechas.
Nicolás resopló, contrariado.
—Lo mejor es deshacernos del cuerpo y del coche
a la vez —declaró la
señora Miranda—. He pensado en el acantilado Encantado, allí arrojaríamos a Salvador y al coche. Pero no sé
conducir y no conozco a nadie que me vaya a hacer un favor semejante.
—Gabriela sí sabe conducir —manifestó Bibiana.
—Sí —asintió Estela—, pero si nos vamos en el
coche de Salvador, ¿cómo regresamos? No podemos llamar a un taxi ni a nadie. No nos pueden ver por el acantilado o estamos descubiertas.
—Lo mejor sería hablar con Blas —propuso Bibiana—. Yo creo que él nos
ayudaría.
—Yo pienso lo mismo —dijo Gabriela, apoyando
la propuesta de la niña.
Nicolás se alteró de
inmediato.
—¡No
sabéis lo que decís! —gritó, fuera de sí— ¡No conocéis a Blas! Ha
enterrado una caja de zapatos y una carta, pero no tirará a Salvador y a su
coche por un acantilado. ¡Nos va a matar a todos! Por lo menos a mí me mata seguro.
De todos modos, el
problema está solucionado —añadió, sonriendo—. Yo sé conducir, yo
puedo llevar el coche de Salvador hasta el acantilado.
Las dos mujeres y las dos
niñas lo miraron, incrédulas.
—¿Qué estás diciendo, Nico? ¿Cómo dices que
sabes conducir? —preguntó Estela, escéptica.
—Blas me ha dejado pasar
algún fin de semana en una finca muy extensa de un compañero mío del
internado —explicó el muchacho—. Mi amigo se llama
Miguel. Su padre nos enseñó a conducir a los dos. Soy un excelente conductor.
Por supuesto, Blas no lo sabe.
Estela y Gabriela
intercambiaron una mirada preocupada y dubitativa. Hércules ladró, como si
aprobara lo dicho por Nicolás.
—Podemos salir esta noche, a la una —planeó el muchacho—. Meteré el cadáver en tu
coche, Gabriela. Estela, que vaya contigo. Yo os seguiré, tengo que ir solo
porque si me detiene la policía, os meteríais en un lio por permitir que
conduzca. Soy menor de edad y no tengo carnet. En cuanto lleguemos al
acantilado, lanzaré al mar a Salvador y a su coche. Y luego volvemos a casa, en
el coche de Gabriela. ¡Es el mejor de los planes, es genial!
—No corras tanto, Nico —lo frenó la señora
Miranda—. Primero,
vas a tener que demostrarme que sabes conducir.
El chiquillo frunció el
ceño, impaciente.
—¡Te digo que sé conducir! —exclamó, vehemente.
—Y yo te digo que, primero, vas a tener que
demostrármelo — se obstinó Estela.
—¿Cuándo y dónde te lo demuestro? —indagó
Nicolás, crispado.
—En la pista de tenis —respondió la
mujer con firmeza.
Págs. 343-349
¡Ay, a Nico se le están aflojando las tuercas a toda prisa! Está muy exaltado. Quemar el cadáver en esa urbanización de espías ¡qué locura! Pero lo de conducir hasta el acantilado ¡uuuuffffff! Una cosa es dar unas vueltas en una finca y otra creer que conducir de noche, a saber por qué carreteras, va a ser pan comido. Esto tampoco me huele bien.
ResponderEliminarY Elisa se ha convertido en la niña del exorcista... en cualquier momento girará la cabeza 360º
Un abrazo, Mela, a ver qué sacas de la chistera a continuación.
Hola Nena, Nico ha perdido el norte y sus razonamientos dejan mucho que desear. Solo piensa en deshacerse del cadáver como sea.
EliminarElisa... la niña del exorcista jajaja ¡Te has pasado!
Un abrazo!!
jajjaajaj Mela, Nico está de los nervios, pobrecito!!!!! yo voy loca por saber como acaba el fiambre, me lo imagino volando por los aires en pleno acantilado, aix yo que sé, porque mira que nos haces sufrir eh?????? Elisa la veo un poquito borde eh? jajajjaja A ver, a ver que tu simpre me sorprendes.
ResponderEliminarUn beso.
Hola Lidia, me alegra verte reír. Tienes mucha razón, Nico está de los nervios. Lo malo es que no solo él está de los nervios. Tal vez el destino del fiambre sea el acantilado. Elisa está muy celosa y los celos son malos.
EliminarUn beso!!
Hola Mela, le tenía yo miedo al tercer plan... vaya barbaridad. Me parece que esta gente no se deshacen del fiambre. Lo de la hoguera es descabellado, pero que Nico conduzca hasta el acantilado es más descabellado. Me pregunto qué tienen en la cabeza Estela y Gabriela.
ResponderEliminarMantienes mi interés constantemente, me lo paso en grande leyendo tu libro.
Hasta el 46
Hola Oskar, me alegra mantener tu interés y que te lo pases en grande. Estoy contigo en que si encender una hoguera es descabellado, más todavía es que Nico lleve un coche hasta el acantilado. Yo creo que Estela y Gabriela no piensan en las posibles consecuencias de sus actos.
EliminarHasta el 46!!
¡¡Hola guapa!!
ResponderEliminarSolo quería pasarme rápidamente, para decirte que tienes un galardón esperándote en mi blog. Me paso en otro ratito.
http://deseolibros.blogspot.com.es/
Besitos.
Hola Susana, muchas gracias. En cuanto pueda paso por tu blog.
EliminarBesitos!!
Sabes? me está empezando a poner de lo más nerviosa el pequeño Nicolas...
ResponderEliminarBesos
Hola Silvia, jajajaja Me río porque me parece que sí que te está poniendo de lo más nerviosa.
EliminarNico es muy inmaduro y hace muy poco caso de lo que Blas le dice, el niño va a su aire. Veremos qué pasa...
Besos!!
Siempre nos dejas con la miel en los labios... Esperamos el próximo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Pablo, me alegra mucho volver a verte por aquí. Es mi misión dejaros con la miel en los labios jeje Me alegrará volverte a ver.
EliminarUn abrazo!!
Cielos!!!! Si ya hasta ahora las ideas habían sido descabelladas, solo faltaba lo del coche... Aunque comparado con la hoguera... Veremos qué nos has guardado para el próximo capítulo.
ResponderEliminarQuien está resultando decepcionante con su actitud es Elisa, creo que en ese sentido Nico tiene razón y algo hipócrita (o mucho) sí que es.
Me encantaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!!!! Y ya me tienes nuevamente esperando al próximo capítulo.
Besitos!
Hola FG, me parece que vamos de mal a peor jajaja Todas las ideas que tienen son bastante descabelladas, lo del acantilado podría funcionar pero conducir el coche Nico... en fin. Comprendo que te decepcione Elisa, los celos son malos, aunque a veces muy inevitables. Hasta el próximo capítulo, guapa.
EliminarBesitos!!
Mela, si Estela consiente que Nico conduzca un coche habrá cruzado la línea que la enemistará definitivamente con Blas. Esta señora va a poner la vida del niño en peligro y Blas no se lo va a perdonar. Espero que a Nico no le ocurra algo irremediable.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola amigo, entiendo lo que dices porque parece muy temerario que Nico conduzca el coche. Veremos qué ocurre.
EliminarUn abrazo!!
Hola Mela, no le puede ocurrir nada a Nico porque a mi madre le da algo. Está loquita con el chiquillo y le echa toda la culpa a Blas por no enterarse de nada. ¡A ver qué culpa tiene Blas! Según mi madre, vive en la inopia.
EliminarUn beso, Mela.
Holala Julia, jajajaja Veo que tu madre está muy enfadada con Blas. Es muy difícil que Blas pueda sospechar o imaginar lo que está pasando. Él cree que las explicaciones que le ha dado Estela, aunque extravagantes, son ciertas. Blas se ha creído lo de la caja de zapatos y lo de la carta.
EliminarTu madre no quiere que le ocurra algo malo a Nico, desgraciadamente tengo muy claro que no voy a poder contentar a todos los lectores. Esto no quiere decir que la vaya a pasar algo malo a Nico.
Contaré esta historia tal cual es y tened en cuenta que muchas veces la autora también lo pasa mal.
Un beso!!
Me parece que entre mi hermana y mi madre te van a marear. Ve a tu aire, Mela, y lo que tenga que ser que sea.
EliminarUn abrazo.
No te preocupes, amigo, no voy a marearme. jaja No voy a cambiarle ni una coma a la historia porque no sabría contarla de otra forma.
EliminarUn abrazo!!
Me gustaba Elisa para Blas pero va a ser que no, ¿verdad? Bueno, está Gabriela y si no, solito está requetebién.
Eliminarjajajaja No puedo decir si Blas acabará con alguien o acabará solo pero me ha hecho mucha gracia tu razonamiento.
EliminarBesos
Ya es lunes, Mela, y tengo ganas de que llegue el jueves. Mi madre y yo ya estamos hechas a la idea, que pase lo que tenga que pasar. ¡Nos encanta tu historia, la de ratos agradables que pasamos! En las librerías no hay libros como el tuyo, créeme. Un beso, guapa.
EliminarAyer estuvimos esquiando mi hermano y yo, lo pasamos genial.
La semana pasa muy rápida, ya lo verás. De repente será jueves. Gracias por tus amables palabras.
EliminarMe alegra que lo pasarais genial, esquiar me parece un deporte difícil. Muy complicado para mí. jajaja
Besos
No es amabilidad, es la verdad. Yo al pan lo llamo pan y al vino, vino. Soy muy clara. Esquiar no es tan difícil, hay que practicar como en todo.
EliminarMi hermano te manda saludos, no tardará en subir a su casa. El está arriba y nosotras abajo. Sin vecinos molestos, es lo mejor.
Hasta otro ratito, guapa.
Hasta otro rato, Julia.
EliminarYa es miércoles, Mela, estoy esperando a las amigas y nos vamos al gimnasio. ¡Hay que estar en forma!
EliminarMe gustó cuando leí que Blas es un excelente corredor.
Un besito, guapa
Hola Julia, sí, es miércoles. Estoy muy de acuerdo en que hay que estar en forma y si haces deporte con amigas, más divertido.
EliminarA Blas le encanta correr, sí. No te canses mucho en el gimnasio.
Besos
Todo se arregla con la sauna y un masaje. Te quedas nueva.
EliminarSí, debes quedarte muy nueva y relajada. A lo mejor a Blas le funcionaba mejor este método que las tilas.
Eliminar¡Qué graciosa! Sería un placer compartir sauna con Blas jajaja
EliminarSeguramente a él también le gustaría compartirla contigo.
EliminarMi hermana te está acaparando, Mela, y me llamaba la atención. ¡Qué cara tiene!
EliminarSoy Anónimo, me ha parecido oportuno que sepas mi nombre. Entro menos porque ya entra bastante Julia, y vas a calificarnos de "hermanos pesados" con sobrada razón. Mañana es jueves, estamos deseando leer el siguiente capítulo.
Un abrazo, Mela
Pues mira me da una gran alegría conocer tu nombre, a veces un pequeño detalle te hace mucho bien. Gracias Juan.
EliminarTú y tu hermana me hacéis pasar ratos muy agradables, no te preocupes por nada.
Espero que os guste el capítulo de mañana.
Un abrazo!!
Huy que barbaridad la verdad que no se le ocurren sino ideas descabelladas ,¿una hoguera ?esto pinta de mal en peor,y lo del coche noes mala idea pero que entorno hay en el acantilado para desaparecer el vehiculo con su macabra carga.No se esto se complica.
ResponderEliminarHola Fidel, aquí tenemos ideas muy descabelladas, ¿verdad? jajaja Tienes mucha razón cuando dieces que esto pinta mal. Veremos qué ocurre.
EliminarUn abrazo!!
Rayos que idea con lo que cuesta quemar un fiambre,y lo del coche cuidado si no terminan en el fondo del barranco el conductor junto con el cuerpo congelado.Y ahora que digo congelado con una hoguera cuanto tardaria solo en descongelarse .Hay que repensar el asunto esto no tiene buena pinta.
ResponderEliminarHola Delavega, me encanta cómo razonas el asunto, les haces falta para dirigir la operación. jajaja
EliminarYo creo que antes llegaría la policía que el fiambre se quemaría. Y lo del coche tienes sobrada razón, el conductor no es el apropiado y puede acabar muy mal la cosa. Veremos qué ocurre porque Estela y Nico parecen dispuestos a lo que sea con tal de hacer desaparecer el cadáver.
Un abrazo!!
Hola Mela: No puedo creer lo que Estela va a dejar hacer a Nico!!! Ya sé que primero va a probarlo como conductor pero...Estan locos X/
ResponderEliminarOtro caso es Elisa...Tan ciega de celos esta que se cree la madrastra villana??? (lo digo porque Blas al ser el tutor de Nico es una especie de papá y ella ahora se cree que se va a casar con él y darle un hijo solo para desplazar al chico???) No tiene sentimientos o que?? Como piensa en tener un hijo solo para obligar a Blas que le dé atención...Ya me enoje! X(
Bueno Mela tendré que esperar al próximo capi...
Te dejo muchos besitos =)
Hola, estoy completamente de acuerdo contigo. Aunque Estela pruebe a Nico como conductor, no debería fiarse y dejar que un chiquillo lleve el coche.
EliminarLo has dicho muy bien: Elisa está ciega de celos. Y los celos nos convierten en sus esclavos y nos vuelven perversos. Ella pretende tener un hijo con Blas y desplazzar a Nico. Una madrastra villana, ¡sí señor! Veremos si lo consigue... ¡Me encanta que te hayas enojado! jejeje
Aquí te dejo muchos besitos también.
Hola Mela :)
ResponderEliminarTe agradezco mucho que te pases por mis 3 blogs y que siempre me dejes tu sincera opinión. Yo también me pasaré por aquí a partir de ahora ;)
No he leído ningún capítulo todavía de esta historia (lo haré, lo prometo), pero me ha gustado ver mi nombre en uno de los personajes :) Me llamo Estela realmente.
Ah y lo siento pero no sé cómo se quita la verificación de las palabras para dejar comentarios :S
¡Te sigo!
.Estelle.
Hola Estelle!! Encantada de que hayas venido a la estación. Ojalá te guste esta historia y me vayas dando tu opinión. Es verdad, uno de mis personajes se llama Estela. ¡No lo había pensado! jaja Me encanta el nombre. Te acompañaré por el recorrido siempre que tú quieras.
EliminarMe gustan mucho tus tres blogs, el de "La ley de Estelle" me atrae muchísimo. No te preocupes por la verificación de palabras, tendré paciencia.
Gracias por venir, guapísima!!
Me llego por el capítulo 4, no te preocupes que yo te voy comentando ;)
EliminarY en verdad no suelo contestar a los comentarios que me dejan porque antes lo hacía, hace tiempo, pero notaba que nadie volvía para responder y bueno... me sentía como si hablara a la nada XD así que dejé de hacerlo, pero yo siempre me paso por entradas antiguas de los blogs así que podemos charlar por el tuyo ;)
.Estelle.
Me parece estupendo lo que me dices y así lo haremos.
EliminarMe hace ilusión que hayas empezado a leer esta historia.
¡Feliz sábado noche y feliz domingo!
Mela , como no pusiste referencia de tu blog, no pude entrar antes y ahora y por casualidad , si he entrado! Me quedo en el tuyo , que me parece genial , me encanta la lectura y al mio te llevo ! besos y feliz año nuevo !
ResponderEliminarEncantada de que hayas venido a la estación. Si te encanta leer, a ver si hay suerte y esta historia te gusta. ¡Feliz Año Nuevo!
EliminarBesos
Actuar al margen de la ley cuando no se tienen tablas, es como dar palos de ciego. Esto va de mal en peor y no les veo capaces de salir de este enredo. ¿Lo de deshacerse del coche funcionará? Lo dudo. Mela, échales un mano que si no les veo de cabeza y sin frenos... Un beso
ResponderEliminarjajajaja Ya quieres que les eche una mano, eh!!
EliminarEstos se me caen todos por el acantilado jajaja!!
¡Qué gran verdad has dicho! "Actuar al margen de la ley cuando no se tienen tablas es como dar palos de ciego".
Veremos si les echamos un cable...
Besos
Hola!! Muy encantada de conoceros, me alegra vuestra visita y que os haya gustado la Estación. Estáis en vuestra casa. Por supuesto que voy a pasar por vuestro blog.
ResponderEliminar¡Muy feliz Año! Y un abrazo muy fuerte!!
Que lindo Mela, te sigo!
ResponderEliminarHola!! Muy contenta estoy de que te guste. Encantada de que entres en la Estación. Estás en tu casa.
EliminarBesos
Gracias por seguirme :) Muy lindo tu blogs :) Un beso
ResponderEliminarHola Natii, gracias a ti por venir a la Estación. Pasaré a verte.
EliminarBesos
Querida amiga bloguera: Gracias a que hoy he descubierto tu seguimiento a mi blog, paso a visitarte para agradecértelo.
ResponderEliminarLa verdad es que no conocía el tuyo, es más, creo que no hemos coincidido haciendo comentarios a amigos comunes pero, lo más importante, es que debido a esas casualidades que este mundo mágico nos proporciona, en este momento te estoy escribiendo.
Después de leer esta entrada, he de reconocer que casi no la entiendo, compruebo que llego tarde, me he perdido cantidad de capítulos de tu larga novela, no creo pueda ponerme al día para seguirte, pero por lo menos, desde ahora, me tendrás como una buena amiga.
Te dejo un fuerte abrazo con mis cariños.
Kasioles
Hola Kasioles, me alegra tenerte como a una buena amiga bloguera y que hayas venido a la Estación.
EliminarMi blog aquí está y mi novela también, si te puedes ir poniendo al día, de maravilla. Y si no puedes, qué le vamos a hacer. Nos veremos cuando podamos visitarnos o comentando por este mundo mágico como tú lo has llamado. Me gusta eso del Mundo Mágico.
Yo también te envío un gran abrazo y mi cariño.
Muy buenas noches Mela (que nombre tan peculiar, sinceramente...)
ResponderEliminarTienes una página muy especial e interesante, te felicito por tu gran entrega. Espero que sigas creciendo y que nunca abandones este espacio tan personal, recuerda que un blog es como un hijo recién nacido, crece y evoluciona con el paso del tiempo hasta convertirse en una persona de éxito y respetable, pero para ello hay que saber cuidarlo todos los días.
Te sigo, así que seguiré visitándote siempre que tenga un tiempo libre para ver las restantes entradas y las nuevas que subas. Te deseo mucha suerte y espero que pronto subas un nuevo post para disfrutar de él.
Si me lo permites, me gustaría invitarte a mi blog DIARIO DE UNA CHICA POSITIVA. Lo he dedicado a escribir literatura personal (relatos, cartas, reflexiones), además, podrás compartir tu blog con todos nosotros en la sección "Aquí tu web": http://insolitadimension.blogspot.com.es/
Un gran abrazo desde Málaga y gracias por compartir un trocito de ti.
Hola Melodie, el nombre de Mela sale de juntar las iniciales de mi nombre y apellidos. Es muy bonito lo que dices sobre un blog, te aseguro que pienso cuidar del mío. Estoy publicando mi novela y ella me importa mucho.
EliminarEstaré encantada de recibirte siempre que te venga bien venir.
Recojo tu invitación e iré a conocer tu blog.
¡De Málaga! Pues el Málaga está jugando en este momento con el BarÇa un partido de la Copa del Rey. Es que me gusta el fútbol jaja
Un gran abrazo, guapa!!
Venga, vamos a conducir a la pista de tenis....
ResponderEliminar¿El coche es de pedales?
jajajaja Estaba pensando en ti. Acabo de contestar un comentario en el 48 e iba a ir a tu blog.
EliminarOye, el coche no es de pedales pero un coche normal puede entrar en la pista, por lo menos en la pista de esta urbanización sí.
Haztelo mirar, Mela...y ten cuidado con lo que piensas y confiesas, no vayan a hablar mal de ti por la calle...
ResponderEliminar;-)
Como soy muy obtusa no voy a contestar a tu comentario porque iba a decir tal barbaridad que tendría que arrepentirme después seguro.
EliminarFarruquito XDDDDDDDD
ResponderEliminar¡Pobre Nico! No me vale la comparación, es que Farruquito no me gusta nada.
EliminarNi a mí tampoco, pero tienen mucho peligro los dos.
Eliminarjajajaja Nico es que es muy inmaduro y Estela está actuando muy mal.
Eliminaruff.. ¿se acabaron los buenos momentos?....
ResponderEliminarMe da a mí, que Blas no está tan interesado por Elisa, como lo está ella por él.
Y Nico ¿porqué grita ahora a Blas? para una vez que le defiende....
Besos
Sí, posiblemente, Elisa esté más interesada.
EliminarNico está muy nervioso con el problema que tienen todavía entre manos y, cuando estamos alterados, es muy sencillo perder los papeles.
Besos
Me ha sorprendido Elisa!
ResponderEliminarLo comprendo muy bien
EliminarMmmmmmmmmmmmmmm que emoción saber esa verdad junto con Nico! y sobre el nuevo plan,cada vez es peor todo! y si le sucede algo a Nico????????????? que locura! ojalá Salvador resucitara y se fuera solo!
ResponderEliminarjajajaja... Me ha hecho mucha gracia lo que me has dicho de Salvador
EliminarLo que tendría que probar Estela es si la camisa de fuerza le está bien!! jaja y luego un trozo de roscón para cada uno ٩(͡๏̯͡๏)۶ ¡Ay, ya no sé ni lo que me digo...la noche me confunde!
ResponderEliminarMe está gustando mucho la historia, enhorabuena por todo lo que llevas!!!
jajaja... Espero que pases muy Feliz Noche y que los Reyes Magos te traigan muchos regalos
Eliminar¡Feliz Roscón!
Casi seguro que tú has preparado uno muy sabroso ;-)
Hola! sí hice uno, pero no lo puse en el blog... nos lo comimos enseguida! Gracias.
EliminarYa imaginé que era imposible que no hicieras uno ;-)
EliminarUn nuevo plan que a mí no me convence
ResponderEliminarpero allá ellos, una hoguera era lo mejor.
Pero bueno puede resultar, si no pasa la policía
y se trunca todo nuevamente.
Veremos como sigue Mela, un placer como siempre
a ver si ahora puedo leer con más asiduidad.
Dejo besos dentro de un coche.
Hola Cielo... Me alegra verte por la estación
Eliminarjajaja... Pues siento que no estés junto a ellos para aconsejarles
Ya veremos que sucede con el nuevo plan ;-)
De acuerdo... yo también dejo besos en ese coche ;-)