CAPÍTULO 117
ESPIANDO SIN QUERER
A
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l día siguiente, viendo el jardín, nadie hubiera
podido sospechar que, por la noche, había diluviado hasta entrada la madrugada.
No ocurrió lo mismo con el patio del instituto que se hallaba completamente
inundado.
El señor Teodoro tenía que ausentarse aquella mañana
y dio la orden de que no saliera al recreo ningún alumno. También indicó al
señor Ortiz que buscara hombres para achicar el agua del suelo del patio.
A la hora del almuerzo, Nicolás se enfadó cuando se
enteró de que no podían salir al patio, fue en busca de su padre para protestar
pero el despacho estaba cerrado y no lo encontró por los lugares que miró. Tuvo
que aceptar que aquella mañana se quedarían sin recreo, regresó al aula,
malhumorado y pensativo. ¿Dónde se habría
metido su padre? Desde luego en el instituto parecía no estar.
Miró por una de las ventanas el patio y vio los
enormes charcos, comprendió que ese debía ser el motivo por el que su padre
había suspendido la salida. Aún así se aburría y decidió ir a buscar a Natalia
y a Bibiana. En el pasillo, tropezó con la primera que había tenido la misma idea que
él.
—Bibi se ha quedado en clase estudiando —explicó Natalia después de que Nicolás le preguntara por su amiga.
—¿Cómo es eso?
—Tenemos un examen.
—¿Y tú no quieres repasar? —sonrió el chiquillo.
—Ya estudié bastante ayer. ¡No pienso desperdiciar mi hora de descanso!
Bibi es demasiado responsable.
Los niños bajaron a la primera planta con la
intención de comprobar si el señor Teodoro ya se encontraba en su despacho, la puerta
continuaba cerrada con llave.
Inmediatamente después oyeron al señor Cuesta gritar
a unos alumnos que deambulaban por los pasillos. La voz del profesor sonó
cercana a ellos, los chiquillos no tuvieron ánimos de toparse con el hombre y
corrieron hacia delante. La puerta contigua al despacho estaba entreabierta, la
empujaron y, viendo que no había nadie en su interior, pasaron a la sala de
profesores, cerrando la puerta con cuidado de no hacer ruido. Los niños se
sintieron seguros y aliviados. Pero su seguridad y paz duró muy poco, con
desesperación vieron como la puerta de la sala se abría lentamente.
Instintivamente los niños se agacharon y quedaron ocultos tras una gran y
rectangular mesa. Natalia se tapó la boca con una mano temiendo que pudiera
oírse su agitada respiración.
El ruido de lo que sin duda fueron dos ventosidades,
una detrás de otra, hizo que Nicolás también se tapara la boca bregando por
esconder su risa. ¿Quién habría entrado
en la estancia? A su pesar, pronto lo supieron.
La desagradable voz del señor Cuesta se escuchó con
total claridad. Los niños dedujeron que hablaba por
teléfono.
—¿Que esa putita no se puede marchar
todavía? —gritó el hombre, furioso. (…) —Esto no me gusta nada, acabaremos teniendo problemas, esa putita ya no
debería estar en Aránzazu. (…) —¿Ha entrado Soriano en razón? (…) —¡No hay más remedio! Su hijo no puede venir al instituto siendo
compañero y amigo del hijo del director. (…) —Sí, está claro que Lucas sabe demasiado. Eso lo debe solucionar
Soriano. ¡Y me preocupa mucho la putita!
¡Joder, Álvaro! Tu querido amigo dará la lata si la chica no aparece. ¡Esos jodidos críos tuvieron que verla!
¡Fue una puta mala suerte!
La voz del profesor cesó, no porque finalizara su
conversación sino porque salió de la estancia cerrando la puerta con llave. Los
niños se miraron, preocupados.
—¡Ese patán nos ha encerrado! —exclamó Natalia cuando estuvo muy segura de que estaba a solas con Nicolás— ¿Has oído todo lo que ha dicho? ¿Lo has entendido?
—Ese individuo es de lo más maleducado que he oído. Nat, ahora lo que importa es salir de aquí.
—¡Estaba hablando de Lucas y de
Paddy! ¿Lo has oído, Nico? ¿El apellido de Lucas es Soriano? El policía que
lleva el caso de Paddy es el padre de Lucas. ¿Qué está pasando aquí? ¿Qué sabe
Lucas?
—¡Ya está bien, Nat! —se sulfuró Nicolás— ¡Cállate de una vez! Te repito que lo importante, ahora, es salir de
esta sala. ¡Ese cerdo ha cerrado la puerta con llave!
—Estamos en la primera planta, Nico. Hay ventanas, saldremos por una —resolvió Natalia.
—Pues hagámoslo ya. Ese tipo puede volver.
Nicolás abrió una ventana y acercó una silla para
que a Natalia le fuera más fácil alcanzar el estrecho alféizar, seguidamente se
colocó junto a ella sin soltarla de la mano. Unos dos metros separaban el
alféizar del suelo.
—¿Preparada para saltar, lo hacemos a la vez?
Natalia asintió. Los niños saltaron al vacío cogidos
de la mano. Aterrizaron en un charco y ambos perdieron el equilibrio. La niña cayó
sentada y el chiquillo se tambaleó hasta caer de rodillas. Se miraron,
horrorizados, sus ropas estaban mojadas y llenas de barro.
—¿Estás bien, Nat? ¿Te has hecho daño? —se preocupó Nicolás.
—Estoy bien, Nico. ¿Tú estás bien?
—Perfectamente.
—¿Seguro que estás bien?
—Te he dicho que sí —afirmó el chiquillo mirando los ojos color avellana de la muchacha—. Y un día, cuando pasen tres años, cuando tenga dieciocho años, te diré otra cosa.Te diré lo más bonito que nunca nadie te haya dicho.
La mirada de Natalia se iluminó, y sus mejillas se arrebolaron.
—¿Y qué cosa será esa, Nico? ¿Qué me dirás? ¿Cómo sabes que nunca nadie me habrá dicho algo más bonito?
—No preguntes tanto y no seas tan curiosa —sonrió Nicolás—. Lo sabrás dentro de tres años, tendrás que esperar.
—¡Esperaré si quiero, Nico! ¿Qué te has creído?
Nicolás no contestó y ayudó a la niña a levantarse del charco.
—Tenemos que volver al instituto.
—¿Estás bien, Nat? ¿Te has hecho daño? —se preocupó Nicolás.
—Estoy bien, Nico. ¿Tú estás bien?
—Perfectamente.
—¿Seguro que estás bien?
—Te he dicho que sí —afirmó el chiquillo mirando los ojos color avellana de la muchacha—. Y un día, cuando pasen tres años, cuando tenga dieciocho años, te diré otra cosa.Te diré lo más bonito que nunca nadie te haya dicho.
La mirada de Natalia se iluminó, y sus mejillas se arrebolaron.
—¿Y qué cosa será esa, Nico? ¿Qué me dirás? ¿Cómo sabes que nunca nadie me habrá dicho algo más bonito?
—No preguntes tanto y no seas tan curiosa —sonrió Nicolás—. Lo sabrás dentro de tres años, tendrás que esperar.
—¡Esperaré si quiero, Nico! ¿Qué te has creído?
Nicolás no contestó y ayudó a la niña a levantarse del charco.
—Tenemos que volver al instituto.
—¿Por dónde entramos? —indagó Natalia.
La puerta principal estaba muy cerca de allí pero
decidieron dar la vuelta al edificio y entrar por la parte del patio. No
llovía, aunque la mañana seguía muy gris.
Unos hombres trabajaban en el patio, vieron a los
niños pasar con mucha prisa, no se inmutaron y continuaron con su faena.
Los críos entraron al vestíbulo; el primero que los
vio fue el señor Amadeo Ortiz.
—¡Anda! —exclamó, rascándose su prominente papada— ¿De dónde salís vosotros?
¡Del patio, eh! ¿No os habéis enterao
de que no se podía salir hoy?
El señor Cardo y el señor Cuesta estaban dentro de
conserjería, salieron al mostrador al oír los gritos del padrastro de Bibiana.
Ismael Cuesta se regocijó malignamente en cuanto vio a los niños. Eduardo Cardo
entornó sus ojos con recelo. No quería
más problemas con el hijo del director como protagonista.
—¿A dónde creéis que vais? —les chilló el señor Cuesta.
Nicolás y Natalia se detuvieron pensando en la
mala suerte que habían tenido al encontrarse con el profesor de matemáticas.
—¡Sois unos indisciplinados! —siguió
vociferando el hombre— ¡Os habéis puesto
como unos puercos! No le tienes
ningún respeto a tu padre, ¿verdad, muchacho? Si yo fuera tu padre te aseguro que no volverías a desobedecerme en tu
vida.
—Pienso
que lo más apropiado sería llevarlos a sus casas —se atrevió a manifestar el
jefe de estudios—. Están empapados, pueden ponerse enfermos y el señor Teodoro…
—¡Yo
los llevaré a sus casas! —se ofreció, impetuoso, el señor Ortiz. Había visto una oportunidad muy sencilla
para ganar muchos puntos a su favor ya que el señor Teodoro se congratularía
con su solicitud.
—Hagan
lo que gusten —refunfuñó el señor Cuesta—, yo los dejaría helándose de frío. Es
lo menos que merecen.
Minutos después los niños salían del instituto
acompañados por el señor Amadeo Ortiz.
El señor Cuesta y el señor Cardo se dirigieron
a la sala de profesores, el profesor de matemáticas abrió la puerta; cuando
entró en la estancia miró la ventana abierta, con estupor.
—¿Alguien
ha entrado aquí? —preguntó con voz ronca.
—Después
de usted no creo —respondió el jefe de estudios—. Sigue usted teniendo la
llave.
—Las
ventanas estaban cerradas cuando yo he estado aquí. De eso estoy seguro.
—No
creo que una ventana se haya abierto sola —replicó Eduardo Cardo, algo nervioso.
El señor Cuesta le lanzó una mirada asesina.
—Estoy
seguro de que estaban todas cerradas. Me tiré dos pedos y pensé que era una
lástima que no hubiese una ventilación
adecuada —explicó el hombre de manera muy grosera.
En la frente del señor Cardo comenzaron a
formarse diminutas gotas de sudor. No le gustaba nada el señor Cuesta; este se
acercó a la ventana con rapidez y vio la silla que Nicolás había arrimado a la
pared. Se asomó al exterior y observó el enorme charco debajo justo de la
ventana. A continuación contempló las marcas de unas pisadas sobre la acera,
unas más grandes y otras más pequeñas.
—¡Mal nacidos! —exclamó el individuo,
iracundo.
—¿A
quién se refiere, de qué habla? —interrogó el jefe de estudios, alarmado.
—¡Hablo de Nicolás y de Natalia! ¿De quién si no? —respondió Ismael
Cuesta, hecho un energúmeno— ¡Esos
malditos chicos han estado aquí! ¡Y
han salido por la ventana! ¿Cómo si
no iban a salir al patio? ¡Somos gilipollas! La salida al patio la vigilaba Ortiz.
—El
señor Ortiz ha podido despistarse.
—¡No,
claro que no! ¡Le digo que esos
chicos han estado aquí! ¡Malditos
sean!
El señor Cardo, harto de la situación, inventó
una excusa para abandonar la sala. No quería seguir con la compañía de una
persona tan violenta. Antes de marcharse aún le dio tiempo a oír el estrepitoso
choque de la silla contra la mesa.
Cuando Amadeo Ortiz regresó al instituto fue abordado inmediatamente por el profesor de matemáticas que lo estaba esperando en el vestíbulo dando vueltas sin cesar como fiera enjaulada.
Cuando Amadeo Ortiz regresó al instituto fue abordado inmediatamente por el profesor de matemáticas que lo estaba esperando en el vestíbulo dando vueltas sin cesar como fiera enjaulada.
—¿Ha
dejado a los chicos en su casa?
—Sí,
claro que los he dejado.
—¡Me puede explicar cómo es posible que esos
críos hayan salido al patio si usted estaba vigilando la puerta de salida! —dijo
el profesor con voz atronadora.
El padrastro de Bibiana se rascó la barbilla
con restos de barba algo amarillenta.
—¡Vaya!
No había caído en tanto detalle —expresó el señor Ortiz, confundido—. Sin
embargo, si le doy a la mollera, tengo que darle la razón —dijo, lentamente—.
Yo estaba vigilando pa que
ningún alumno saliera al patio. Y le puedo jurar que los críos no salieron.
Además, los vi pasar hacia ese pasillo —el hombre señaló el corredor donde se
encontraba la sala de profesores—. Y, por cierto, poco después pasó usted —recordó
el señor Ortiz—. Es extraño que no viera a los críos. Si no hay ninguna otra
puerta que salga al patio, salieron por una ventana —concluyó el hombre,
rotundo.
—¡Sí, salieron por una ventana! —asintió el señor Cuesta, furioso— ¡Malditos hijos de Satanás!
El señor Ortiz sonrió, divertido.
—¡No
se ofusque, hombre, no es para tanto! Y no debería hablar en esos términos del
hijo del director…
—¡Que
se vaya a la mierda el hijo del director y el director mismo! —masculló Ismael Cuesta—
Y no me provoque, Ortiz, usted no me conoce —añadió en tono amenazador.
A diferencia del señor Cardo, el señor Ortiz
no le tenía ningún miedo al profesor de matemáticas y sus palabras no le
causaron impresión ni el efecto deseado. El padrastro de Bibiana estaba más que
acostumbrado a tratar con tipos de mala catadura.
La mirada de ambos hombres se dirigió a la
puerta principal ya que en aquel momento se abrió, entrando en el vestíbulo
Blas Teodoro. El señor Ortiz sonrió, más divertido todavía.
—Ahí
tiene al director —se burló—. Ahora puede mandarlo a la mierda y decirle que su
hijo es un hijo de Satanás.
—¡Váyase
al diablo! —murmuró el señor Cuesta, mirando al señor Teodoro con notable
frialdad.
Ismael Cuesta estaba más que alterado, tenía muy claro que Nicolás y Natalia debían haber oído la conversación telefónica que sostuvo en la sala de profesores. Y, por tanto, Nicolás se había convertido en un estorbo excesivamente molesto, en un objetivo a eliminar en la mayor brevedad posible.
Y una mente perversa y asesina, como la del profesor de matemáticas, no tardaría mucho tiempo en idear un plan para acabar con la vida del muchacho.
Ismael Cuesta estaba más que alterado, tenía muy claro que Nicolás y Natalia debían haber oído la conversación telefónica que sostuvo en la sala de profesores. Y, por tanto, Nicolás se había convertido en un estorbo excesivamente molesto, en un objetivo a eliminar en la mayor brevedad posible.
Y una mente perversa y asesina, como la del profesor de matemáticas, no tardaría mucho tiempo en idear un plan para acabar con la vida del muchacho.
Págs. 922-929
Hoy dejo una canción de Pecos... "Olvidarte"
Próxima publicación... jueves, 25 de junio
Mela, tesoro mío, más vale que no te hayas equivocado y que en el próximo capítulo Blas descubra que Mikaela es Helena, me parece muy extraño que no hayas dicho nada en este. No quiero ni pensar lo que dirían mis amigas. A ver qué contestas, bonita mía. Ay, este tío, el profesor de matemáticas qué grosero y quiere matar a Nico. ¡¡¡Ay si Blas lo supiera!!! La canción me ha encantado, ay qué gracia!!! Ya tengo el dibujo!!!!
ResponderEliminarBesitos, bonita mía!!!!
Hola Julia... La verdad es que es muy fácil equivocarse... lo más fácil del mundo, pero no me he equivocado
EliminarEn el próximo capítulo, tus amigas y tú, leeréis como Blas descubre lo que tanto deseáis que descubra
Pero desde ahora mismo te digo que nunca más volveré a adelantar algo sobre la historia... no lo vuelvo a hacer porque es un lío
Sí, Ismael Cuesta es un grosero y, sí, quiere matar a Nico
Bueno, si Blas lo supiera las cosas serían muy diferentes
Me alegra que te haya gustado la canción
Y felicidades por tu dibujo ;-)
Besitos
Mela cariño, mi madre te manda muchos cariños y qué angustia tiene con Nico y con Helena. No soporta al profe de matemáticas y cree que Blas no reaccionará bien cuando se entere de la verdad. ¡¡¡Ay qué gracias!!! Mira cariño, que reaccione como quiera pero que se entere. ¡¡¡Ay qué gracia con Blas!!! ¡¡¡Ay mis amigas dicen que cortarás el capítulo cuando Blas se entere de que Mikaela es Helena y no nos dejarás ver su reacción!!! ¡¡¡Ay Mela, tenemos que ver su reacción bonita mía!!!
EliminarBesitos!!!
Julia, le das un par de besos a tu madre de mi parte
EliminarEs muy normal que no soporte al profesor de matemáticas... y, bueno, la reacción de Blas ya la veremos
Tranquila, enterarse se va a enterar
Bueno, tus amigas son muy libres de pensar lo que prefieran... no voy a decir absolutamente nada
¡Besitos!
Ay que no te he felicitado por el mimo!!!! Felicidades cariño!!!!
ResponderEliminarBesitos.
Muchas gracias por tu felicitación ;-)
EliminarBesitos
HOLA MELA FELICIDADES POR TU PREMIO,NO QUIERO DECIR DE LA CANCION POR NI BLAS OLVIDA A HELENA NI HELENA OLVIDA A BLAS,NO LES DA LA GANA OLVIDARSE Y EL CUESTA LE CUESTA CARO SI SE ARRIMA A HELENA,NO SE ARRIME A HELENA QUE LE CUESTA CARO EHHH,
ResponderEliminarSALUDOS MIOS,
Hola Carlos... Gracias por tu felicitación
EliminarPara no querer hablar de la canción ya has hablado demasiado
Tú deberías dejar un comentario que dijera... Buenos días o buenas noches... o que has leído el capítulo y ya está... con eso sería suficiente
Saludos
HOLA MELA NO NO DIGO QUE EL CUESTA NO SE ARRIME A HELENA CARO LE CUESTA Y SALE PAGADO Y DE HELENA NO SE HABLE NO SALE EN ESTE CAPITULO,
EliminarSALUDOS MIOS,
Quien está hablando de Helena eres tú o ¿es que no te das cuenta?
EliminarNo me pongas nerviosa que estoy de fatal talante... estás avisado
¡A freír espárragos con tus saludos!
MELA NO ME CALIENTES CALIENTE ESTOY MUCHO HELENA ES PATALETAS TODOS SABEN Y BLAS ES UN COCES TANQUE SUNAMI TAL PARA CUAL NO ME CALIENTES,
EliminarSALUDOS MIOS,
Otra vez te digo que te vayas a freír espárragos
EliminarUy Nicolás, no termina de meterse en líos, ojala no le de también gripe por empaparse así. Y ahora tiene un enemigo que va ser muy dificil de vencer . Me cae mal el señor Cuesta espero que no le haga nada a los niños. Te mando un abrazo y me gusto la canción que elegiste
ResponderEliminarHola JP... Pues la verdad es que sí, no termina de meterse en líos
EliminarMás de una vez he dicho que Nico es como un imán que atrae problemas
Pues no sé, casi le convendría tener gripe ;-)
Es cierto, Ismael Cuesta será un enemigo muy peligroso... entiendo que te caiga mal
Por la cabeza de este hombre ya ronda la idea de matar a Nico... y no podemos olvidar que es un asesino
Me alegra mucho que te haya gustado la canción... me costó elegirla porque escuché varias canciones preciosas
Yo también te mando un abrazo
Desde luego estos chicos no hacen más que meterse en lios y siempre tienen la mala suerte de que les pase algo, jajaja como que vaya el tio Cuesta y se tire dos cuesqos ejjeje con las ventanas cerradas, menos mal que pudieron salir por la ventana. De todas formas la conversación tiene que poner a Nico sobre aviso de lo que pueda suceder a continuación. Este no es tonto así que tendra cuidado.
ResponderEliminarY el profe mira que malo el cabrito y malhablado..
A ver que pasa en el siguiente capitulo querida.
Besotesssssssssssss
Hola SC... Sí, son como imanes que atraen problemas
Eliminarjajaja... Salieron por la ventana porque la puerta estaba cerrada, no fue por otra razón
Sí, Nico ya sabe que Ismael Cuesta está detrás de la desaparición de Paddy
Estoy segura de que tendrá cuidado pero, como bien dices, el profe es malo... es tan malo que no va a dudar en matar
Sí, es muy malhablado
Pues ya veremos que sucede ;-)
Besotesssssssssss
El señor Ismael Cuesta me produce escalofríos, no se puede ser más grosero y violento, esperemos que los niños no sufran las consecuencias de su travesura.
ResponderEliminarEspero impaciente el próximo capítulo.
Besos
Hola Julia... Sí, es un hombre que puede producir escalofríos... y tienes razón, es muy grosero y muy violento
EliminarIsmael Cuesta ya ha tenido varios enfrentamientos con Nico... detesta al niño y solo falta que ahora sepa que ha escuchado la conversación
Me alegra mucho que esperes impaciente el próximo capítulo ;-)
Besos
Ismael Cuesta es un profesor de matemáticas pedorro jajajajajajajajajajajjajajajjajaja. Se merece acabar en el fondo del acantilado acompañando a Salvador Márquez!!! La canción es muuuuy chula.
ResponderEliminarUn besazo, romántica empedernida!!!!
Hola Merck... No me sorprende nada que te rías, ya me lo imaginaba
EliminarSí, es verdad que lo merece... pero ya te aseguro que no va a acabar en el acantilado acompañando a nadie
Me alegra que te haya gustado
Y se te ha olvidado felicitarme por el premio
Un besazo
Felicitarte es obligado???? Felicidades si no queda otra :)))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))) Mela he leído que ya no ibas a adelantar nada de la historia, acabas de decirme que el pedorro no acabará en el acantilado. Cuidado con lo que dices y no cumples:)))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))
EliminarNo, felicitar no es obligado, pero muchas gracias por tu felicitación ;-)
EliminarNo he adelantado absolutamente nada, eso no tiene importancia
Tú eres quien debe tener cuidado... yo cumplo todo lo que digo
Pues ten cuidado con lo que dices :)))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))) Oye, los coleccionistas me dicen que van a pedir una comisión a los fabricantes de tila y de café, esta novela promociona sus productos.
EliminarPues tus coleccionistas que pidan lo que quieran ;-)
EliminarSólo espero que Nicolás llegue a cumplir los 18 años para que pueda decirle a Natalia lo más bonito que nunca nadie le ha dicho. El señor Cuesta creo que intentará impedirlo. ¡Menudo elemento!
ResponderEliminarMagnifico capítulo, Mela. Me dejas muy intrigada esperando que Blas se entere de quién es Mikaela. Ah, y quien debe estar pasándolo muy mal es Patricia.
Felicidades por el mimo.
Pilar.
Hola Pilar... Pues Nico te agradece tus buenos deseos ;-)
EliminarDesgraciadamente tienes razón, Ismael Cuesta intentará impedirlo
Muchas gracias, me alegra que te haya gustado
Bueno, esa intriga termina el próximo 25 de junio
Sí, es cierto, Patricia está pasándolo mal
Muchas gracias por tu felicitación
Besos
Hola Mela, felicidades por el mimo de Herminia, te lo mereces.
ResponderEliminarDesde luego que Nicolás y Natalia han espiado sin querer, no me gusta nada que el señor Cuesta se haya dado cuenta y planee matar a Nico, recuerdo que dijiste que esta segunda parte no iba a acabar bien, esto me mosquea.
Una pregunta, ¿Blas no sabe que Helena es hija de Jaime Palacios? Has vuelto a elegir una canción ma-ra-vi-llo-sa.
Un beso.
Hola Juan... Muchas gracias por tu felicitación
EliminarLa verdad es que su intención no fue espiar
Es muy normal que no te guste que Ismael Cuesta planee algo así
Sí, dije que no iba a acabar bien y siento haberlo dicho... creo que es mejor que el lector no tenga ni idea de lo que va a pasar
Por ejemplo, el próximo capítulo hubiese sido una gran sorpresa si yo no hubiera dicho que Blas descubre que "Mikaela" es Helena... quiero decir que el impacto hubiese sido mayor... pero, bueno, ya está dicho... procuraré no volver a decir nada
No, Blas no lo sabe
Me alegra que te haya gustado la canción
Un beso
No te preocupes, capitana. Estoy muy seguro de que será un gran capítulo aunque ya sepamos lo que Blas va a descubrir. En realidad no sabemos cómo va a saber que Mikaela es Helena, yo siento una gran curiosidad.
EliminarUn beso.
No estoy preocupada por eso, te lo aseguro
EliminarY tienes razón, no sabéis cómo ;-)
Y me alegra que tengas tanta curiosidad ;-)
Un beso
Desde luego que el señor cuenta es un indeseable sin medida, no se hasta donde será capaz de llegar, habrá que esperar a ver como de van desarrollando los acontecimientos, y espero al día 18 para poder enterarme de la reacción de Blas...
ResponderEliminarBesos
Raquel
Hola Raquel... Sí, tienes sobrada razón, es un indeseable sin medida
EliminarPues un asesino es capaz de lo peor... y el señor Ismael Cuesta es eso
No publico el día 18... creo que vas a tener que esperar al día 25 ;-)
Besos
Vaya complicada que se puso la cosa. Y que esos chiquillos no le tienen miedo a nada.
ResponderEliminarMe he echado a reír con la pedorreta de Cuesta.
Espero que este perverso no este maquinando hacerles daño a los nenes. Y que disfrute el mío al verlo dar rabietas de furor al darse cuenta que lo escucharon hablar por el celular.
Ha! Vamos, si, a ver si tiene bolas para decirle a Blas lo que blasfemo de Nico. Nos dejas en suspenso, Mela. Me quedo en espera del próximo capítulo. Me encanto la canción!
Disculpa llegue tarde, pero el tiempo me trae en un lio. =)
Besos
Hola Yessy... Sí, la verdad es que todo se está complicando
Eliminarjajaja... No sé por qué motivo, a veces, las ordinarieces provocan risa... En realidad, el señor Cuesta pensaba que estaba a solas pero sigue siendo un maleducado... porque deben mantenerse las formas incluso estando a solas
Pues me temo que está maquinando hacerle bastante daño a Nico
Sí, estaba furioso y dijo muchas barbaridades
jajaja... Pues ya veremos si tiene bolas ;-)
Me alegra mucho que te haya gustado la canción
Tranquila, has llegado a tiempo de sobra... y muchas gracias por tu simpático comentario
Besos
jajaja vaya mosqueo que tiene Cuesta y eso que pierde gas, en otro caso hubiera explotado. De verdad, que hombre más desagradable en todos los sentidos.
ResponderEliminarY Nico ha sido hasta tierno, . en mitad de un charco, pero tierno. Ya verás cuando lo haya visto la abuela!
Besos
jajaja... Puedo imaginar al señor Cuesta explotando, y no estaría mal ;-)
EliminarTienes razón, Silvia, es muy desagradable
Bueno, hay que pensar que Nico y Nat saltaron por la ventana, cayeron en un charco... ambos estaban preocupados por que el otro estuviera bien... en mitad de ese charco me pareció un momento precioso para que Nico le dijera algo muy hermoso a Nat
jajaja... Creo que la abuela de Nico no es muy romántica... ya veremos que dice
Besos
No, si me refiero a cuando vea el barro encima!!!
EliminarQue esta señora está también irascible por momentos.
Entendí a lo que te referías... la señora Sales solo verá ropa mojada y barro y no le parecerá bien que hayan saltado por la ventana, por supuesto ;-)
EliminarPues el pobre Nico si que se ha metido ya en un buen lío, como si no estuviera ya metido en bastantes :) El Sr. Cuesta no creo que se anda con chiquitas con tal de que sus planes no se vayan al traste. A ver que le cuenta a Blas, porque supongo que culpará a los niños pero no podrá decir que han oído lo que él ha estado hablando (aparte de sus ... ventosidades)
ResponderEliminarUn capítulo muy lleno de intriga... me ha encantado!
Besos Mela!
Hola Laura... Es muy cierto que Nico se ha metido en un buen lío... no, el señor Cuesta no se andará con chiquitas
Eliminarjajaja... Tampoco creo que le cuente a Blas lo de las ventosidades
Me alegra mucho que te haya encantado
¡Besos!
¡Hola Mela! Querida amiga mil disculpas por el retraso, estoy editando y me da un trabajo que ni veas. En cuanto al premio te lo mereces, felicitaciones!!
ResponderEliminarLo del señor Cuesta y gracias que le llamo "señor" jajjaa, es verdaderamente desagradable como él, justo.
Pobre Nico, que manera de meterse en líos. En cuanto a Patricia quien sabe que ocurrirá, ya nos dirás. Ay Blas y Helena me tienen intrigada y deseando verlos juntos querida escritora. Un beso grande. Y gracias miles por compartir tu obra.
¡Hola Lou!
EliminarMuchas gracias,,, pero permite que sea yo quien te felicite por estar editando tus obras... espero que tus novelas tengan el éxito que merecen
jajaja... Sí, es complicado llamarle "señor"
Nico es como un imán para los líos... y, sí, ya sabréis sobre Patricia
¿Quién sabe? A lo mejor tu deseo se hace realidad ;-)
Gracias miles a ti por leer mi novela
Un beso grande
Uf, Mela. ¡Qué tensión! Cuesta se ha lucido pero ¡de qué manera! Mal bicho. Y zafio. Y lo peor, malhablado e impulsivo. La conversación telefónica a una voz con paréntesis y puntos suspensivos como sola respuesta para los que están lejos del auricular me ha parecido muy buena. Transmite la situación genialmente. Ortiz ha calado a Cuesta y ha sido leal al director, me ha gustado. Y es que personas como Ismael se descalifican ellas solitas, por suerte.
ResponderEliminarLos niños se han escapado de la sala de profesores, menos mal, sino ¡menuda papeleta! Nico tiene algo bonito que decir a Natalia y espera a ser mayor de edad... Qué Lindo, aguardaré impaciente ese día.
Felicidades por el premio, Mela. Por ser una chica excelente, sin lugar a dudas :)
La canción, preciosa. De mis tiempos mozos. Cuando el programa Aplauso los sábados-tarde ¡qué tiempos, aquellos!
Gracias por este rato, Mela. Un oasis de emoción. Y la lluvia, se agradece el fresquito :D
¡Qué descanses en estos días! Un besote
Hola Mere ;-)
EliminarEstoy muy de acuerdo en todo lo que opinas sobre el señor Cuesta
Me alegra que te haya gustado como he publicado la conversación telefónica
El señor Ortiz está muy contento con su nuevo trabajo... nunca había cobrado tanto por trabajar tan poco... seguirá siendo leal a Blas aunque solo sea por si interés
jajaja... Sí, a mí también me parece precioso que Nico aguarde a ser mayor de edad para decirle a Natalia lo más bonito que nunca nadie le haya dicho... si llega ese día, veremos que le dice ;-)
Muchas gracias por tu cariñosa felicitación... excelente eres tú... mucho
Sí, a mí también me parece una canción preciosa... y me alegra que te haya traído buenos recuerdos... sigues siendo una moza genial
Gracias a ti por venir a comentar
Y sí, se agradece la lluvia ;-)
Sí, estoy descansando... gracias
Un besote
¡Ya estoy de nuevo en tu blog! He tardado, pero he vuelto. Ahora estarás de vacaciones en la playita... Espero que estés disfrutando ;)
ResponderEliminarBah, no creo que Cuesta mate a Nico. Antes le corta Helena su miembro viril, en cuanto se entere.
.Estelle.
Hola Estelle... Más vale tarde que nunca ;-) Y me alegra verte
EliminarLa verdad es que me encanta la playa... pero me encanta el mar... tumbarme en la arena me parece un martirio que no es para mí ;-)
También me encanta la montaña
Muchas gracias... yo también deseo que disfrutes a pesar del calor... jajaja
Desde luego ten por seguro que si Helena se entera no sé si le cortará ese miembro... pero seguro que impide que el señor Cuesta le haga daño a Nico
Besos
Hola Mela!!!!
ResponderEliminarPues aquí estoy de nuevo, digo estoy por que tú sí has estado y voy a tener que ir poniéndome al día aunque sea poco a poco, jajajajaja es lo que tiene tomarse un descanso demasiado prolongado, pero ya echaba de menos estar por los blogs y continuar la lectura de este clan que cada vez está más y más interesante.
Menudos elementos los de la discoteca, aunque hay más de uno metido en el ajo y no hay más que ver que si uno habla, el otro pronto lo acalla. A saber cómo terminará todo y el desenlace, pero como siempre, prefiero no adelantar acontecimientos y dejar que todo siga su curso, aunque ya sabes que yo digo algo y casi siempre resulta totalmente diferente a como lo imaginaba.
Creo que esta vez Nico y Bibiana se han librado por los pelos, este profesor de matemáticas es además de rebuscado, un violento al que poco le importa la vida ajena. Ojalá no pueda echarles mano como pretende, pero ya lo veremos.
Besitos!!!
¡Hola FG! Me alegra mucho que estés de nuevo por aquí... sabes que estás en tu casa y eres muy bienvenida
EliminarYo también he estado de vacaciones, pero llegó el momento de volver... aunque, lamentablemente, no dispongo de todo el tiempo que quisiera
Álvaro Artiach e Ismael Cuesta son dos elementos peligrosos que pueden llegar a hacer demasiado daño
jajaja... Eso mismo me ocurre a mí... sobre todo si leo alguna novela de misterio... sospecho de todos excepto del culpable ;-)
Tienes mucha razón... A Ismael Cuesta no le importa en absoluto la vida ajena
Sí, ojalá no pueda ;-)
Besitos!!
En qué peligro se han metido Nico y Nat sin pretenderlo! Cuesta es un asesino y no creo que se ande con chiquitas, a ver cómo salen de ésta...
ResponderEliminarBuenas noches! gracias por decirme dónde me quedé (me he refrescado antes un poco la memoria)
Besos
Hola, Esther... Tienes razón, sin pretenderlo se han puesto en peligro
EliminarIsmael Cuesta es una mala persona
De nada, enseguida encontré donde te habías quedado
Besos