CAPÍTULO 91
INSTITUTO LLAVE DE HONOR
A
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las
siete de la mañana siguiente, el señor Teodoro y Nicolás desayunaron en la
cocina, apoyados en la isla, sentados en los taburetes de medio respaldo.
Nicolás se había vestido con la ropa que su
padre le preparó sobre el galán de su vestidor.
En cuanto terminaron de desayunar, fueron a lavarse los dientes y, posteriormente, se pusieron abrigos de tres
cuartos.
Nicolás fue a buscar la mochila al despacho y
se la cargó a la espalda. El señor Teodoro portaba un maletín marrón de piel.
La señora Sales entregó a su hijo una bolsa de
plástico con los almuerzos y dos botellas de agua.
—No era necesario que te molestaras, mamá —dijo el señor Teodoro—. Podía haberlo comprado en la cafetería.
Padre e hijo besaron a la mujer. Emilia, desde el porche, y bien abrigada con un batín de lana les siguió con la mirada.
El Mercedes del señor Teodoro salió de la
nave; el portón del jardín se deslizó a un lado y el coche desapareció de la
vista de la mujer. Segundos
después, el portón volvió a su lugar de origen, cerrando el paso.
Eran solo las siete y
veinte, pero ya había movimiento por las calles. Personas que caminaban,
presurosas, por las aceras. Y en las carreteras circulaban numerosos vehículos.
El señor Teodoro
conducía, silencioso, estaba un poco preocupado. Se había puesto el termómetro
y a pesar de los antitérmicos que tomaba, la fiebre persistía.
—Hoy es el primer día para los dos —comentó Nicolás,
rompiendo el mutismo—. ¿Estás nervioso?
El señor Teodoro miró un
momento a su hijo, y sonrió.
—Sería más lógico que esa pregunta te la hiciera yo a ti —respondió—.
No, no estoy nervioso. No hay motivo para estarlo, Nico. Ya verás que pronto
haces nuevos amigos. Y tienes una ventaja: conoces a Nat, a Bibi y a Paddy.
Cuando entremos en el
instituto no te separes de mí. Te acompañaré a tu clase y te presentaré a tus
nuevos compañeros. Por cierto, vas a ir a segundo D. Yo os daré clases de literatura y de historia.
—Creía que solo eras el director, que no ibas a dar clases.
—Únicamente voy a dar clases en tu grupo.
Nicolás disimuló una
mueca de fastidio. Al muchacho ya le parecía una catástrofe que su padre fuese
el director de su nuevo instituto; la catástrofe pasaba a hecatombe tras enterarse
de que también sería su profesor en dos asignaturas.
—Y si no estás nervioso, ¿por qué estás tan serio y callado?
—interrogó el chiquillo al cabo de un rato— ¿Estás enfadado conmigo por lo que
pasó ayer?
—No, no estoy enfadado
contigo. Aunque no me parece bien que insultes a policías y te pelees con
adultos.
—¿Preferirías estar en Markalo y dar clases en la universidad?
—insistió el muchacho.
—No, no preferiría estar en Markalo. Quiero estar donde
estoy, aquí contigo, ¿de acuerdo?
Llegaron al parking del
instituto y el señor Teodoro estacionó el Mercedes bajo una marquesina que lo
resguardaba de una posible lluvia o de los rayos del sol. Aún era de noche,
pero el amanecer estaba cercano. Nicolás siguió a su padre hasta la entrada
principal del gran edificio; la puerta estaba abierta y el señor Teodoro cedió
el paso a su hijo.
El vestíbulo era
espacioso, al fondo había un mostrador, delante del cual varios adultos
conversaban. Debían ser los profesores más madrugadores. Detrás del
mostrador, la puerta de conserjería permanecía abierta. A ambos lados del
vestíbulo se extendían pasillos con puertas y ventanas. Frente al mostrador, un
poco a la izquierda, unas anchas escaleras conducían a plantas superiores.
A la derecha de
conserjería, hacia delante, una gran puerta acristalada enlazaba con
el patio. Todavía no se veían alumnos corriendo o paseando por la zona.
El señor Teodoro adelantó
a Nicolás y se aproximó al grupo de adultos. Se presentó, estrechándoles la
mano, amistosamente. Había un total de cinco hombres y todos habían imaginado quién era el señor Teodoro desde que entró por la puerta principal.
Entre los madrugadores se
encontraba el señor Ismael Cuesta, el profesor de matemáticas. Nicolás lo reconoció y apartó la mirada,
no quería encontrarse con los ojos del hombre. El señor Cuesta también había
visto sobradamente al muchacho y se preguntaba qué sabría el señor Teodoro de
lo acontecido el día anterior en la calle del Pintor Negro. Pensó que lo más
conveniente era “dar la cara”.
—Conocí a su hijo ayer por la mañana —manifestó—; no fue
un encuentro afortunado. Espero que en lo sucesivo nos llevemos mejor.
El señor Teodoro miró al
hombre y asintió.
—Estoy seguro de que así será —declaró—, siempre que a
usted no le dé por tirar al suelo a mujeres y a niñas.
—Fue un accidente, tropecé —dijo, secamente, el señor
Cuesta.
Nicolás oyó perfectamente
lo dicho por el profesor de matemáticas. Sin embargo, el chiquillo se mantuvo
callado. No quería que su padre tuviera problemas con nadie su primer día en
“Llave de Honor”.
Los demás profesores
dieron, magistralmente, un giro a la conversación al notar el ambiente tenso.
A las ocho comenzó a
oírse revuelo procedente del patio. Sin duda, los alumnos estaban llegando.
—¿Puedo ir al patio a buscar a Nat y a Bibi? —pidió
permiso Nicolás a su padre.
—¡No vas a ningún sitio! —respondió este, tajante — Hoy es tu primer día y quiero
acompañarte a tu clase. No te muevas de mi lado.
Nicolás asintió,
resignado. Pero muy poco después se dejó llevar por sus terribles y poco
meditados impulsos, y empujó al señor Teodoro, provocando que su padre empujara a
tres profesores, entre los que se
encontraba Ismael Cuesta.
—¡A ver si te
calmas! —gritó el muchacho a su todavía sorprendido padre— ¡Estás
demasiado nervioso, tómate tila! ¡Estoy seguro de que si hay algún otro chico
nuevo, su padre no lo va a acompañar a clase!
El semblante del señor
Teodoro se ennegreció como boca de lobo, agarró al crío por un brazo y se lo
llevó aparte de los atónitos profesores. A Nicolás se le pasó la súbita
rebeldía y se sintió acoquinado tras recibir un brusco zarandeo y un cachete.
—¡No empieces con tus numeritos, Nico! —le riñó el señor
Teodoro, enojado— ¿Quieres quedarte sin recreo?
—Hola, Blas —el joven se dio la vuelta y vio a Patricia,
acompañada por tres niñas. La muchacha pretendía presumir de conocer al nuevo
director.
—Hola, Paddy —saludó el hombre, cortésmente.
Los alumnos fueron
invadiendo el vestíbulo y se dirigieron hacia las escaleras, hablando y riendo.
¡Tenían que contarse muchas cosas después de las vacaciones!
—¡Chicos, un poco de orden! ¡No os empujéis, ni tampoco
gritéis! —el que hablaba era el jefe de estudios; un hombre de cuarenta y seis
años con una singular nariz aguileña y mirada bizca.
Natalia y Bibiana también
saludaron al señor Teodoro y a Nicolás cuando pasaron por su lado. Muchas
miradas de muchachas oscilaron de padre a hijo, y viceversa. Las chicas
quedaron gratamente impresionadas por el atractivo de los dos.
—¡Vamos a tu clase! —dijo el señor Teodoro a Nicolás cuando la marabunta de
alumnos fue amainando.
El aula de Nicolás se hallaba en la primera planta y tenía tres grandes ventanas que daban al patio. La mesa
del profesor estaba situada a la izquierda de la puerta según se entraba.
Detrás se veía el encerado que ocupaba toda una pared.
Los pupitres de los
alumnos estaban separados y dispuestos en hileras horizontales y verticales.
Contando a Nicolás serían quince estudiantes en la clase de segundo D.
El señor Teodoro abrió la
puerta y entró en la estancia, seguido de su hijo. Los alumnos aún se estaban
sentando.
Dos mujeres permanecían
de pie observando a los chiquillos y se fijaron, de inmediato, en los recién
llegados. Una de las mujeres era insignificante; la otra, por contra, era
espectacular. La mujer “insignificante” se dirigió al señor Teodoro, tendiéndole
una mano.
—Usted debe ser el nuevo director y el niño es su hijo,
¿me equivoco?
El señor Teodoro asintió,
estrechando con suavidad la mano de la mujer.
—Yo soy la tutora de esta clase y también la profesora de
religión y de lengua. Me llamo Paula, Paula Morales. Esta chica —agregó,
refiriéndose a la mujer “espectacular”—, va a ayudarme a dar mis clases durante
un mes. Está haciendo prácticas. Es un refuerzo que me va a venir de maravilla.
El señor Teodoro se
acercó a la mujer rubia, alta y esbelta, cuyos bellos ojos azules lo miraban
con excesiva frialdad.
—Me llamo Blas, Blas Teodoro —se presentó, ofreciéndole
su mano.
—Mi nombre es Mikaela —murmuró la joven, permitiendo que el señor Teodoro cogiera su mano pero sin corresponder, en ningún momento, a un apretón sociable.
—¡Bueno, a ver si os acabáis sentando y guardáis silencio,
por favor! —pidió Paula a sus alumnos. La profesora estaba muy nerviosa— Os voy a presentar al señor Blas
Teodoro, es el nuevo director del instituto. Y este muchacho es su hijo,
Nicolás, y va a ser compañero vuestro.
En la tercera fila, veo una mesa vacía, puedes
ocuparla —indicó la mujer al niño.
Nicolás, obediente, se
dirigió al pupitre y se sentó en la silla, dejando su mochila en el suelo.
Comenzaron a oírse risitas y Nicolás se sintió incómodo. El señor Teodoro
se le acercó para darle un bocadillo envuelto con papel de aluminio y una
botella de agua.
—Tu almuerzo, Nico —le dijo en voz baja—. Y no hagas caso
de las burlas; es normal, somos novedad. Quítate el abrigo, aquí hace calor. Al
final de la clase están las perchas.
El chiquillo guardó el
bocadillo y el agua en el cajón del pupitre; seguidamente se levantó, se quitó
el abrigo y fue a colgarlo a una percha. Acto seguido, regresó a su mesa.
—Me voy a mi despacho —comunicó el señor Teodoro a la
señora Paula—. Si soy necesario para alguna cosa, allí estaré.
El joven miró a Mikaela
para despedirse de ella, pero esta miraba en otra dirección y el señor Teodoro
salió del aula sin decirle nada. Las risitas y los cuchicheos continuaban en la
clase.
—Si alguien tiene algún chiste que contar que lo cuente —declaró
Mikaela—. De lo contrario, mejor os calláis. ¿Acaso queréis un examen sorpresa? Y por supuesto no será de religión, sino de lengua.
Las risitas y los
cuchicheos cesaron y todos los alumnos se fijaron en la nueva profesora.
Estaban acostumbrados a tomarle el pelo a la buena de Paula y, por lo visto, la
ayudante tenía muy “malas pulgas”.
Nicolás miró al
compañero, sentado a su izquierda. Era un chiquillo rubio, delgado y de cara
alargada. Su aspecto era alicaído. Por el contrario, el compañero sentado a su
derecha tenía aspecto de ser un verdadero pícaro. Su cabello rojizo y sus
abundantes pecas le daban un aire desenfadado y travieso.
—Sacad vuestro cuaderno de religión y arrancad una hoja —ordenó
la señora Paula—. Quiero que hagáis una redacción sobre vuestra madre. Mínimo
de veinte líneas; quien tenga la desgracia de no tener madre, que intente
recordar algo de ella y si le resulta imposible, que explique cómo le gustaría
que fuese su madre.
—¡Vaya rollazo! —exclamó el muchacho pelirrojo— ¡Mi madre
es una pesada como todas las madres!
—Leo, compórtate —le pidió su tutora con calma.
Mikaela observaba
atentamente a Nicolás y, por la expresión de su rostro, dedujo que al chaval no
le había hecho gracia el tema de la redacción. La joven se paseaba por el aula
sin quitarle ojo. El niño había arrancado la hoja del cuaderno y la miraba,
consternado, sin empezar a escribir.
—Tu viejo nos va a dar clase de literatura y de historia —le susurró Leo—. A ver si te lo montas
bien y nos consigues las preguntas de los exámenes. Tendrás muchas amistades si lo haces. ¿Es tu viejo un
hueso duro o blando de roer?
—Ya lo conocerás y te enterarás —contestó Nicolás de mal
talante.
—Menos hablar y más escribir —dijo Mikaela que se había
parado justo en medio de los jovencitos.
Nicolás comenzó a
escribir de mala gana. Dos líneas bastaron para que diera por finalizada su
redacción.
—Paula ha dicho que quiere un mínimo de veinte líneas —le
dijo su compañero pelirrojo, tras echar una ojeada a su folio.
—No pienso escribir absolutamente nada más —aseguró
Nicolás con determinación.
Al cabo de un rato y,
viendo que el niño no escribía ni una palabra más, Mikaela le recogió la hoja,
preguntándole antes si había concluido. La respuesta fue afirmativa y la
mujer se alejó unos pasos. De espaldas a Nicolás, leyó lo que el muchacho
había escrito.
Mi madre me dejó cuando yo tenía tres años. No
me acuerdo de ella y no quiero imaginarme cómo me gustaría que fuese porque
me da igual.
|
La joven profesora
levantó la vista hacia el frente; la señora Paula Morales la estaba observando y le dio miedo el estado de ánimo que se reflejaba en su mirada.
Mikaela salió de la clase con paso firme y Paula la siguió al pasillo.
—Nadie dijo que esto fuese a ser fácil —dijo en cuanto tuvo la puerta del aula cerrada—; debes calmarte si no quieres ser descubierta. Te advierto que no has sido nada amable con Blas.
—¿Y por qué iba a serlo si lo odio con todas mis fuerzas? —manifestó Mikaela, evitando mirarla—. He sentido náuseas cuando he estrechado su mano. Nico está muy guapo
y muy alto —añadió, con dulzura.
—Blas también es muy guapo —resaltó Paula.
—Me voy a la cafetería a tomarme un buen café, me irá bien —decidió Mikaela, ignorando el comentario hecho por la señora Morales.
—Matilde me llamó anoche, estaba muy preocupada. Me dijo que te habían cambiado la cara pero no te habían cambiado el carácter, creo que tenía razón. Tu comportamiento te delatará, Helena.
—Matilde se preocupa demasiado por mí. ¡Y no vuelvas a llamarme Helena, aquí soy Mikaela! Te pago muy bien para que no cometas errores. De todos modos, si estás tan asustada, ve al médico y pídele una baja, no te necesito.
—Matilde me llamó anoche, estaba muy preocupada. Me dijo que te habían cambiado la cara pero no te habían cambiado el carácter, creo que tenía razón. Tu comportamiento te delatará, Helena.
—Matilde se preocupa demasiado por mí. ¡Y no vuelvas a llamarme Helena, aquí soy Mikaela! Te pago muy bien para que no cometas errores. De todos modos, si estás tan asustada, ve al médico y pídele una baja, no te necesito.
Mientras las mujeres hablaban en el pasillo,
los alumnos de segundo D se revolucionaron por completo. Ismael Cuesta estaba
impartiendo clases de matemáticas en el aula contigua y salió al pasillo,
airado.
—¿Se puede saber qué narices
pasa? —gritó, furioso — ¿Qué hace usted parloteando,
Paula? ¿Es que no oye el escándalo que están formando esos condenados críos?
—Sí, por supuesto, discúlpeme señor Cuesta —Paula Morales habló precipitadamente y sofocada—. Enseguida entro en clase.
—¡Dígales a esos inútiles que
tienen clase conmigo a última hora y que les aguarda un examen! —chilló el profesor con violencia.
La señora Morales se precipitó al interior del
aula y le costó un gran esfuerzo serenar el ánimo alborotado de los muchachos.
Al físico de la mujer le faltaba belleza y a su carácter, personalidad.
—¿Y usted no es la profesora de prácticas que ayuda a Paula? —indagó el señor Cuesta, emprendiendo a continuación a Mikaela— ¿Por qué no entra en el aula con ella?
—Simplemente porque no me da la gana —respondió la joven, sin levantar la voz, dejando en ascuas al hombre. A su físico le sobraba belleza y a su carácter, personalidad—. Y váyase al infierno de donde no debería haberse escapado. ¿O prefiere lanzarse a un volcán en erupción? Mientras lo decide, yo me voy a la cafetería a tomarme un
café negro y muy cargado.
La mujer se dio la vuelta y se alejó con absoluta tranquilidad. El señor Ismael Cuesta abrió la boca y volvió
a cerrarla porque no supo qué decir. Estaba muy acostumbrado a ser temido y la actitud de la profesora en prácticas lo dejó desconcertado.
“Esto no se va a quedar así”, se dijo, muy confuso y alterado. “De ninguna manera, esto se va a quedar así”.
Págs. 713-723
Esta semana dejo en el lateral del blog una canción de Malú... "A prueba de ti"
Y este jueves voy a citaros un maravilloso libro "Más allá del viento", escrito por J.P. Alexander
Os voy a dejar un enlace para que podáis conocer la sinopsis de la novela, su booktrailer y dónde podéis obtenerlo
El enlace es este... Más Allá Del Viento... Autora, J.P. Alexander
También os dejo este enlace... Raquel Campos, aquí encontraréis una estupenda reseña sobre esta novela
Y a ti, J.P. Alexander, te felicito por este paso valiente que has dado al permitir que tu novela sea publicada
Espero que caiga en buenas manos y te proporcione muchas alegrías
Un beso y un abrazo muy fuerte
Y este jueves voy a citaros un maravilloso libro "Más allá del viento", escrito por J.P. Alexander
Os voy a dejar un enlace para que podáis conocer la sinopsis de la novela, su booktrailer y dónde podéis obtenerlo
El enlace es este... Más Allá Del Viento... Autora, J.P. Alexander
También os dejo este enlace... Raquel Campos, aquí encontraréis una estupenda reseña sobre esta novela
Y a ti, J.P. Alexander, te felicito por este paso valiente que has dado al permitir que tu novela sea publicada
Espero que caiga en buenas manos y te proporcione muchas alegrías
Un beso y un abrazo muy fuerte
Que MIkaela- Helena de clases a Nico no va a traer nada bueno para nadie, ni siquiera para ella me temo...
ResponderEliminarBesos
Raquel
Hola Raquel... es posible que tengas razón, ya lo comprobaremos
EliminarBesos
Muchas gracias por poner publicidad sobre mi libro y la reseña de Raquel te cuento que ya me siento mejor y te mando un abrazo. ahora hablando de tu capitulo me pareció muy bueno Helena parece que va hacer de las suyas y que Nicolas no va ser un alumno modelo. Lo de jaste muy interesante y veré lo que pasa en el próximo capitulo. Te me cuidas mucho y buena noche.
ResponderEliminarHola J.P... muchas gracias a ti por confiarme algo tan preciado como tu libro... la reseña de Raquel me encantó
EliminarMe alegra mucho que estés mejor, es una excelente noticia... también te mando un abrazo
Ya veremos lo que hace Helena... Nicolás, un alumno modelo, no creo ;-)
He pasado buena noche, gracias
Tú también cuídate mucho
JOJOJOJOJOJOJO HOLA MELA ME A GUSTAO QUE HELENA DIGA AL DE MATEMATICAS QUE SE VAYA AL INFIERNO Y AL VOLCAN QUE SE VAYA AL FUEGO,Y ESTA CHICA ES HELENA PALACIOS,MIKAELA NO,ES HELENA,EL MATEMATICO DICE QUE ESTO NO SE QUEDA ASI Y SE VA AL FUEGO SI SE ARRIMA A HELENA,PAULA METE LA PATA QUE AQUI AY METEPATAS Y BLAS RECONOCE A HELENA, SISI LA RECONOCE Y EL MATEMATICO QUE NO SE ARRIME A HELENA QUE SALE PAGADO Y QUEMADO,
ResponderEliminarSALUDOS MIOS,
Hola Carlos... pues me alegra que te haya gustado lo que le ha dicho Helena al señor Ismael Cuesta
EliminarCreo que está muy claro que Mikaela es Helena
Ya veremos si Paula mete la pata... y si Blas reconoce a Helena
Saludos
hola Mela que Nico le diga a Helena que no vaya a la discoteca que Benito no se lo puede decir que vaya a la discoteca Paula y Helena no lleva nada en la boca,Helena no se pone nada en la boca eh,nononolleba nada en la boca y Blas la conoce y no lo dice para no discutir porque no se aclaran pero Blas la conoce a kilometros,de la cancion no cometo eh,
Eliminarsaludos mios
Bueno, ya veremos si lleva o no lleva algo en la boca... creo que dientes sí lleva
EliminarMe parece muy bien que no comentes nada sobre la canción
Saludos
hola Mela Helena tiene dientes y labios preciosos pero no tiene algodones y pendientes en la boca y ah dicho que es de armas tomar sisi he leido que lo a dicho,eso es verdad sis,lo a dicho otra lectora y eso es verdad,me voy a dormir que no quiero saber de algodon y pendiente,buenas noches,
Eliminarsaludos mios,
Me parece que ya es suficiente... soy yo quien ya no quiere saber nada más sobre la boca de Helena
EliminarBuenos días
Vaya, vaya, por fin aparecio Helena. Pues con el caracter que se gasta que se vayan preparando padre e hijo y el profesor de mates jajaja este se la va a llevar gorda, seguro.
ResponderEliminarBueno parece que Nico estuvo más comedido que de costumbre, a ver cuanto le dura jeje
Un buen capitulo querida.
Besotessssssssssss
Hola SC... pues sí, por fin, apareció ;-)
EliminarNo creo que Nico tenga que prepararse mucho... y el profesor de mates tal vez merezca llevarse algo gordo
Bueno, el empujón que le ha dado a su padre no ha sido muy comedido ;-)
Muchas gracias
Besotes
Mela, cariño, que de ganas tenía de que se vieran Blas y Helena!!!! Se han dado la mano y Blas no se ha enterado de que la tenía delante. ¡¡¡Ay que hombre este!!! Helena le ha hablado y no le ha conocido la voz y como es posible?? Tendrás que explicarlo, bonita. No puede ser que lleve algodones en la boca. ¡Ay que gracia! Me gusta mucho Helena. ¡Ay que mujer esta!! Mi madre dice que Nico se parece a Helena y Blas sigue con fiebre. ¡Ay el profesor de matemáticas! ¿Qué se habrá creído? Ese es un patán jajajaj, hay muchos de su especie. ¡Qué cañera la canción de Malú! Tengo que decirte muchas cosas bonita. Me parece muy bien que nos comentes sobre el libro de otra escritora, ahora pasaré a mirarlo. Luego te cuento.
ResponderEliminarBesitos.
Hola Julia... pues ya se han visto, se han dado la mano y han hablado algo
EliminarDesde luego que Helena no lleva algodones en la boca... ya entenderás por qué no puede reconocer su voz
Bueno, pues tu madre coincide con Blas, él también dice que Nico se parece a Helena
Ya veremos qué sucede con la fiebre de Blas
Sí, al profesor de matemáticas, se le puede llamar patán
Sí, es cañera ;-)
Me alegra que pases a mirar "Más allá del viento"... es una buena novela
Besos
Mela, cariño ¿qué pasa? Son las diez de la noche y no has publicado. ¡Ay, bonita! estás conectada a internet porque te hemos visto comentar en otros blogs y contestar a tu hermana. A ver qué pasa, bonita.
EliminarBesitos.
Hola Julia... tienes razón, hace muchas horas que debería haber publicado... pero todavía es jueves... publico la entrada enseguida
EliminarBesos
jajaja, si que esta muy nervioso si, hasta me puso nerviosa a mi, que estresss jejejejeje. Un besazo.
ResponderEliminarHola Tamara... pues si Blas te ha puesto nerviosa, ya sabes la solución... un buen tazón de tila ;-)
EliminarUn besazo
La segunda solución que continúes la historia me gusta más ajjaja, que mira que vine a por mi dósis y no hay, joooooo. Un besazo.
EliminarEs que es martes y no hay dosis hasta el jueves ;-)
EliminarUn besazo
Hola Mela,
ResponderEliminarCuándo estabas describiendo a Mikaela ya me estaba imaginando que era Helena. Ya sé que se puede cambiar mucho el aspecto exterior, pero tanto como para que Blas no la reconozca? Debe de ser la fiebre que lo tiene un poco embotado.
El profesor Cuesta parece que nos va a dar guerra este curso no?
Como siempre, un capitulo muy interesante :)
Besos Mela!
Hola Laura... jajaja... a ti es complicado engañarte ;-)
EliminarEs muy buena tu pregunta y la comprendo muy bien... a Helena la han transformado los mejores profesionales, en esa materia, del país
No la han transformado los de "Tu cara me suena" ;-) y, eso, que en este programa hacen cambios increíbles
También es cierto que Blas la ha visto un momento... él ha visto a una mujer rubia de ojos azules... Helena es morena y de ojos negros... voces diferentes, por supuesto
Es imposible que Blas piense que Mikaela es Helena, por lo menos, por el momento... no es por la fiebre ;-)
El profesor Cuesta va a dar demasiada guerra
Me alegra que te lo haya parecido
Besos!
Ah, voy al ver el blog que nos dices.. pero debo de tener algún problema con blogger porque no me deja seguir blogs , lo seguiré intentando :)
ResponderEliminarBesos!
Me parece estupendo que lo hagas... Blogger hace cosas muy raras pero, seguro, que lo acabas consiguiendo... o esperas unos días
EliminarBesos!
Vaya que giro inesperado con lo de la clase de matemáticas en que ira a parar esto ,desde luego que no le ha hecho ninguna gracia al profesor ,vamos a ver .Mikaela ,Helena ,que lío .Gaticariños para Ginger.
ResponderEliminarHola Fidel... me parece que la única que sabe a dónde va a ir a parar esto, soy yo ;-)
EliminarNo, al profesor de matemáticas no le ha hecho gracia la profesora en prácticas... Mikaela o Helena, da igual, es la misma persona... no te líes ;-) Aunque, desde luego, en el instituto van a creer que es Mikaela
Gaticariños para Merlina ;-)
Hola Mela, estoy segura de que J.P.Alexander va a tener éxito con su novela Más allá del viento. Me gusta el título y la portada, luego miraré de qué va.
ResponderEliminar¡Pobre jefe de estudios! Nariz aguileña y mirada bizca, jajajaja. Puede hacer buena pareja con Paula :))))))
¡¡¡¡Te he pillado, Mela!!!! Esta historia va a a terminar bien. La canción de Malú, cañera a tope. Volveré con un comentario sesudo.
Besos!!!
Hola Merck... pues espero que tengas razón y así sea
EliminarA mí también me gusta el título y la portada... el tema de la novela lo conozco y está muy bien
No sé si el jefe de estudios y Paula serán pareja... cualquier cosa podría pasar
Pues no sé por qué dices eso... no estés tan segura de que esta historia acabe bien
Sí, ya me han dicho que es cañera
Miedo me da tu comentario sesudo ;-)
Besos
¡¡¡Mela, esta noche casi no duermo!!! ¡¡¡Tengo una gran idea!!! Si Blas reconoce a Helena que Helena diga que de ninguna manera es Helena, que es Mikaela, la doble de Helena, jajajajaja. Éste no es mi comentario sesudo y ya te diré porqué estoy segura de que esta historia terminará bien.
Eliminarjajaja... Te voy a mandar a freír espárragos, Merck
EliminarEso lo haces a diario, no es novedad, jajajajajaja
EliminarA la pobre Paula se lo van a hacer pasar muy mal entre Blas y Helena, debería hacer lo que le ha dicho Helena y pedir una baja al médico.
En este capítulo Blas y Helena se dan la mano y has puesto una imagen de Rhett y Scarlett, nunca te gustó que Lo que el viento se llevó acabase mal, por este detalle pienso que tu historia acabara bien. Éste tampoco es mi comentario sesudo.
Pues ya veremos si pide una baja
EliminarMerck, no es lo mismo leer que escribir
Cuando leo me gusta que una historia acabe bien... cuando escribo, puedo decidir que una historia acabe mal
Sí, entiendo que este tampoco es tu comentario sesudo ;-)
¡Muy bien, Mela! ¡Tú lo has querido! ¿Te acuerdas cuánto me reía cuando me leíste el resumen de la primera parte. te acuerdas que te enfadabas porque decías que no te escuchaba y que hacía tonterías con el móvil? ¿A que sí te acuerdas? ¡¡¡¡Ay, Mela!!! Te grabé, tengo un vídeo tuyo leyendo el resumen. ¿Te imaginas que abro un blog y pongo ese vídeo? Es lo que haré si esta historia acaba mal, esto se puede llamar chantaje. ¡¡¡¡Estás en mis manos, Mela!!!! Mejor dicho ¡¡¡¡estás en mi móvil!!!! :)))))))))))))
EliminarY tú estás expulsada de la Estación hasta el próximo capítulo
EliminarY tendrás que enseñarme ese vídeo, no me lo creo
Dónde está el capítulo 92, Mela??? ¡¡¡¡No me digas que estamos en el triángulo de las Bermudas y ha desaparecido!!!! Contigo voy de sobresalto en sobresalto!!!
EliminarAhí va mi comentario sesudo: Blas no puede reconocer la voz de Helena porque Helena es ventrílocua.
Tal vez ha desaparecido, sí
EliminarEstá bien tu comentario sesudo, pero me temo que Helena no tiene esa habilidad
Besos
Hola Mela
ResponderEliminarNo pienses que no me acuerdo de ti y de tu novela, de hecho llevo dos entregas sin leerte, suelo comentar en casi todos los blogs, pero en los que son de lectura larga no puedo, no me concentro y no me gustar decir o comentar algo que no leo o leo por encima
de hecho te dejé un premio en mi blog pero por no leerte ni me atreví a venir a avisarte
disculpa, en serio, me da coraje pero no me concentro en la lectura
Te dejo un beso
Feliz semana
Hola María... puedes estar muy tranquila, no he pensado nada
EliminarEntiendo lo que me dices pero, la verdad, es que estoy un poco agobiada... solo un poco ;-)
Quiero decir que únicamente comento a personas que me comentan, creo que eso es lógico cuando ya estás un poco cansada
Esta novela es muy larga y soy consciente de que seremos muy poc@s l@s que lleguemos al final por un motivo o por otro
Mujer, por avisarme de un premio no creo que ni en el peor de mis días te hubiese mordido... o, a lo mejor, sí ;-)
Nada que disculpar... te devolveré la visita en Cuentos... veo que es el último que has actualizado
Recojo el beso y te dejo otro
Feliz semana
Hola Mela, si me dices que Más allá del viento es una novela maravillosa la leeré. Felicito sinceramente a J P Alexander por ese paso valiente según tú :)
ResponderEliminarCuando termines de publicar el Clan en tu blog tenemos una charla pendiente.
No comprendo porqué motivo Paula y Matilde tienen tanto miedo de que Blas descubra a Helena. Algún misterio hay detrás de tanto miedo que no me explico. Un capítulo sensacional.
Un beso.
Hola Juan... pues sí, es una novela maravillosa
EliminarGracias por tu felicitación a J.P.
Bueno, a mí me parece un paso valiente, sí
Ya veremos qué charla pendiente es esa... falta tiempo para que se produzca ;-)
Es normal que no comprendas la causa del miedo de Paula y Matilde... algún día lo entenderás
Muchas gracias
Un beso
Hola Mela, esta segunda parte es un no parar de sucesos y de personajes, así que no doy abasto jajajajjajaaj A esperar el próximo jueves que la cosa promete.
ResponderEliminarMe gusta muchísimo Malú.
Un beso. !!!
Hola Lidia... si te mareas con los personajes, apuntas en una hoja los nombres... por ejemplo, Ismael Cuesta, profesor de matemáticas... y así, sucesivamente... pronto no tendrás problema
EliminarLo sé, cuando elegí la canción de Malú, me acordé de ti ;-)
Un beso!!!
Día de estreno en el Instituto, y yo creo que tanto Blas como Nico están nerviosos aunque el primero como adulto imagino que intenta quitar un poco de leña al fuego. El hecho de esa fiebre persistente parece que no lo deja estar tranquilo tampoco. No sé si a mí me gustaría que mi padre fuera director y al mismo tiempo mi profesor en el instituto donde yo tuviera que estudiar... Se me hace un poco complicado imaginarlo, no sé si ha de ser algo fácil de llevar.
ResponderEliminarNo me cae demasiado bien ese profesor de matemáticas... jajajajaja (suele pasar, siempre son los que caen mal, pobres!!) Perdona la broma, pero refiriéndome al personaje, no sé, me da que va a traer problemas, que igual no es así ya veremos.
UIS!!!!!! Me ha dado en la nariz que Mikaela sería Helena Palacios y he pensado que no, que no podía ser, pero luego he visto que sí, que ha de ser ella y me gusta esa forma de camuflarse para acercarse hasta ellos... Además menudo carácter que tiene. Ahora me quedo intrigada por saber si Blas sospechará algo o no pero, tocará esperar.
Besos!
Hola FG... Tienes razón, los dos están nerviosos
EliminarLa fiebre le preocupa a Blas... porque él sabe que algo no va bien
No creo que sea fácil de llevar que tu padre sea el director y profesor del instituto donde estudias... a mí, desde luego, no me hubiese gustado... espero que nuestros padres no lean este comentario ;-)
Menos mal que me has indicado que era una broma, no entendía nada ;-)
No tengo nada que perdonar, me gustan las bromas inofensivas ;-)
Es posible que aciertes y traiga muchos problemas
Pues sí... tu olfato no te ha engañado... Mikaela es Helena Palacios
O sea, que te gusta como se ha camuflado... jajaja
Tiene carácter fuerte... pero todavía no la conocemos bien
Tendremos que esperar un poquito para ver si Blas sospecha o no
Me parece, FG, que tú has venido hoy a por un sobresaliente... pues vale, lo tienes ;-)
No, de verdad, siempre tus comentarios están bien... soy yo la que no siempre está a la altura... todos los lectores deben tener la libertad de comentar lo que quieran o como quieran... siempre que no ofendan a nadie
Besos!
Día de tensiones, Mela.
ResponderEliminarNormal, cambios y movimientos por todas partes a los que estar atentos.
Me ha dejado preocupada esa amenaza en la mente con la que terminas, habrá que estar atentos. Me parece, en general, que a muchas mujeres de allí les queda un camino que recorrer.
Besos
Hola Silvia... la verdad es que sí ha sido un día de tensiones ;-)
EliminarTu preocupación tiene razón de ser... Ismael Cuesta es un hombre grosero y violento... y le ha molestado bastante cómo le ha hablado Helena
A la gran mayoría de mujeres de Kavana... y también a bastantes hombres les queda camino por recorrer... lo iremos viendo
Besos
Bien... tengo que decir que Blas me crispa, no lo puedo evitar; quisiera que dejara respirar un poco a Nico en las cuestiones triviales del día a día. Tarea harto difícil, ya lo sé, ese hombre no sabe controlarse. Y Nico tiene unos arranques repentinos más propios de un crío de diez años maleducado, que de la edad que tiene, será herencia paterna. Sí, también sé que es inmaduro, eso es evidente.
ResponderEliminarY por fin el esperado encuentro de Helena-Mikaela y Blas... Y también con Nico. Ya que B Teodoro no ha sido capaz de reconocerla, supongo que será porque verdaderamente han hecho un buen trabajo con su aspecto... pero la voz es la voz y si no lleva bolas de algodón en la boca ¿qué es? ¿Un piercing gigante en el paladar? Espero que esto lo aclares... al amor de tu vida no se le da esquinazo así como así y a Teodoro le han toreado.
Veo claro que van a tener problemas con Cuesta, además de cochino es prepotente.
No menciono la fiebre, pero debería ir al médico, son demasiados días ya... ¡anda, la he mencionado!
Iré a visitar el blog de JP A, Le deseo mucha suerte y éxitos en su nueva andadura. El título de su novela es precioso.
También la canción de Malú.
Un beso
Hola Nena... tú estás crispada a menudo... jajaja
EliminarBueno, Blas, ha querido acompañarlo a clase por ser su primer día
Tampoco creas que Nico es tan inmaduro... lo que ocurre es que, a veces, pues sí, tiene arranques poco meditados
Sí... Helena ha visto a Blas y a Nico... pero ellos han visto a Mikaela ;-)
Blas no ha podido reconocerla porque, por supuesto, han hecho un buen trabajo con su aspecto... ya lo verás
jajaja... Otra vez con el algodón... y, ahora, se te ha ocurrido el piercing... ya se aclarará en su momento, no tengas tanta prisa
jajaja... Pues Helena le ha dado esquinazo y le ha toreado
Sí, con Ismael Cuesta van a tener problemas muy graves
No pasa nada porque menciones la fiebre... y, tienes mucha razón, debería ir al médico
Me parece estupendo que visites su blog... sí, estoy segura de que se lo deseas y te lo agradezco en su nombre
Es verdad, es precioso
Sí, es bonita la canción de Malú
Un beso
Los preliminares del primer día de clase son fabulosos. Pobre Blas, con fiebre y un día intenso por delante. Nico ha puesto en evidencia a su padre delante de todos, eso ha estado fatal. Menos mal que Blas se ganará igualmente el respeto de los demás profes, poco a poco. Don Ismael, un cardo. Y vengativo, por cierto. También la ha cogido con Mikaela, que ¡cuenta con el apoyo de Paula! Está muy tensa, meterá la pata como no se calme.
ResponderEliminarBravo, Mela. Un capítulo espléndido. Era como estar por los pasillos, palpando el ambiente, de un grupo a otro. Un beso
Hola Mere... la verdad es que la fiebre va a ser un problema
EliminarBueno, yo creo que Blas está acostumbrado a que Nico lo ponga en evidencia ;-)
Sin duda se ganará el respeto de los demás profes... porque él es un hombre respetuoso
Sí, Ismael es vengativo... me cuesta ponerle el "Don"... y, por supuesto, ya le tiene una manía feroz a Mikaela
Paula está tensa y muy asustada... una persona así, puede meter la pata
Me alegra que te haya gustado
Un beso
Suerte con el próximo capítulo, ansiosit@s nos tienes :) Bss
EliminarMuchas gracias por tu deseo... el jueves tendrás el próximo capítulo ;-)
EliminarBesos
¡Ajá! Acerté :D Helena pulula por el instituto haciéndose pasar por otra persona. Por una vez he dado en el clavo jaja.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho este capítulo. Veremos qué pasa a partir de ahora...
.Estelle.
Hola Estelle... antes de contestarte, he ido a leer tu comentario de la semana pasada ;-)
EliminarPues sí... acertaste, yo creo que has acertado más de una vez ;-)
Pero todavía no está claro si has acertado que sea Helena quien lleve el vestido azul ;-)
Me alegra que te haya gustado... veremos qué pasa
Besos
Hola Mela veo que vuelve Helena que se vayan preparando el hijo y el padre es de armas tomar. Está muy interesante . Besos !!
ResponderEliminarHola Rosamary... bueno, por ahora, ni Blas ni Nico se han dado cuenta de lo muy cerca que está Helena
EliminarVeremos lo que sucede
Me alegra que lo encuentres interesante
Besos!!
"Quiero estar donde esto, aquí contigo"
ResponderEliminarMal que bien se va estrechando la relación, y mucho me temo que les va a hacer más falta de lo que piensan
Besos
Hola Silvia... sí, eso se lo dice Blas a Nico
EliminarDesde que Nico se enteró de que Blas es su padre, ha ganado mucha confianza y mucha felicidad
Es posible que tengas mucha razón en lo que dices
Besos
¡Hola Mela! Un placer volver por aquí a leerte. Vaya es duro el primer día de clase siendo nuevo imagino que peor si tu padre es el director y además enseñará una asignatura. ¡Pobre Nico! Lo de Helena me ha dejado boquiabierta, siempre nos sorprendes. Me encantó. Pienso en todos los encuentros que habrá antes de que se sepa quien es. Maravilloso sencillamente maravilloso capítulo. Felicitaciones. Un beso grande querida amiga.
ResponderEliminarHola Lou... Un placer recibirte ;-)
EliminarLa verdad es que el primer día de clase no es fácil... y, sí, si tu padre es el director y va a dar alguna clase en tu grupo, menos
jajaja... Bueno, por el momento, Helena le lleva ventaja a Blas... ella puede verle sin que él sea consciente
Me alegra que te haya gustado... muchas gracias
Otro beso grande para ti, querida amiga ;-)
Increíble capítulo, a ver que pasa en el siguiente. Espero que Helena tenga un lado bueno, que no sea siempre tan maquiavélica
ResponderEliminarLa actitud de Helena se puede considerar maquiavélica, pero eso no implica que sea mala persona
EliminarTal vez tenga lados buenos y razones que desconocemos ;-)
A mi tampoco me gustaría que mi padre diera clases en mi grupo la verdad, pero yo que soy profe el día que tenga hijos pues les tocará soportarme si les llevo al mismo colegio. Un besazo.
ResponderEliminarBueno, siempre pueden ir a una clase diferente a la tuya
EliminarUn besazo
Me sorprendes una vez más, Mela! y es que no me esperaba a Helena en el instituto como profesora en prácticas, claro que Blas sí que se ha quedado estupefacto con la respuesta de ésta (aunque no la haya reconocido, claro!!)
ResponderEliminarY que lo primero de todo sea escribir una redacción sobre las madres, hace pensar que lo tiene todo muy calculado, pero en el fondo me ha dado un poco de pena su reacción ¿qué pensaba que iba a escribir Nico, si ha estado sin verla tantos años...? no me extraña su rabia.
Bueno, me voy corriendo ¡Un beso!
jajaja... Siempre es bueno sorprender a los lectores
EliminarBlas no la ha reconocido, está bien disfrazada... pero quien se ha quedado estupefacto y furioso ha sido Ismael Cuesta, el profesor de matemáticas
Blas y Mikaela simplemente se han dado la mano
Sí, lo que ha escrito Nico es muy normal... y esa redacción ha sido pedida adrede... Helena quería saber lo que piensa Nico de ella
¡Un beso!