CAPÍTULO 81
LA REACCIÓN DE NICOLÁS
N
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icolás
observaba al señor Teodoro, con atención, mientras paulatinamente sus ojos
negros se iban humedeciendo. El muchacho no podía pestañear, no podía moverse.
Con un movimiento lento se secó las lágrimas.
—¿Qué es esto? —preguntó, atontado— ¿Quieres tomarme el pelo y reírte de mí delante de
todos?
El señor Teodoro
supo que el “combate” del que había
hecho alusión Elisa, empezaba justo en ese momento.
—Nico, no te estoy tomando el pelo ni me estoy riendo
de ti —le aseguró —. Soy tu padre.
Puedes hacerme todas las preguntas que quieras.
Nicolás recordó las palabras de su amigo Fernando: “Te pareces increíblemente a Blas. En el pueblo hay gente que dice que eres hijo de él”.
El silencio del chiquillo estaba resultando demoledor para el señor Teodoro.
—Nico, ¿no vas a decirme nada? ¿No vas a hacerme
ninguna pregunta? —indagó con
ansiedad.
—No tengo nada que preguntar —contestó Nicolás, que
parecía haber entrado en un estado de shock.
El señor
Teodoro miraba a su hijo y tuvo la impresión de estar delante de un juez que lo
estaba condenando sin tan siquiera darle la posibilidad de defenderse.
—Nico, voy a explicarte por qué hasta hoy... no te he dicho
que soy tu padre. ¿Harás el favor de atenderme?
—No veo imprescindible que le expliques nada al chaval —intervino el señor
Francisco—. Eres su padre
y punto en boca. No hay nada más de qué hablar. Él debe aceptarlo; tú eres un
buen padre, siempre te has encargado del muchacho. Razones de peso habrás
tenido para proceder como lo has hecho. Y no creo que este rebelde sepa
entender tus razones.
—¡Francisco, por favor! —exclamó el señor Teodoro,
enojado— Si no vas a
poder mantenerte en silencio, será mejor que salgas del despacho.
—¿Se llama mi madre Helena Palacios o tampoco es ese su
verdadero nombre? —indagó súbitamente Nicolás, consiguiendo que su padre le prestara atención de
inmediato.
—Sí —afirmó—. Tu madre se llama Helena Palacios. No puedo
enseñarte ninguna foto de ella porque, en un momento de ira, rompí las que
tenía.
Pero si
quieres saber cómo es tu madre solo tienes que mirarte al espejo e imaginarte
con el pelo rizado, abundante, espeso, brillante y largo hasta la cintura. Se peinaba haciéndose una
raya en el medio, dejando su frente descubierta. Tu madre es la mujer más guapa
que puedas imaginar.
Las ondas de tu
cabello son de ella y mías; tus pecas son solo mías. Lo demás es de tu madre... tu nariz algo respingona, los hoyuelos que empiezan a salirte cuando sonríes y sobre todo tu carácter.
Gabriela y todos los presentes percibieron que el señor Teo doro seguía
enamorado de la mujer que terminaba de describir. La señora Sales y Elisa se
incomodaron en el acto.
Gabriela y todos los presentes percibieron que el señor Teo
El señor
Teodoro carraspeó y, ante el silencio de su hijo, decidió continuar con una
explicación, que consideraba debía darle, aunque le costara esfuerzo y
sufrimiento seguir hablando. Recordar a
Helena Palacios era demasiado doloroso.
—Los siete meses que pasé con tu madre fueron los más
felices de mi vida —dijo con tristeza—. Nos
enamoramos en cuanto nos conocimos. Pero uno de los problemas que nos separaban
era que tu madre tenía veintidós años y yo, quince.
Nicolás calculó rápidamente la diferencia de edad existente entre sus padres. Siete años.
Rememoró algo
que Emilia le había dicho en la celebración de Nochevieja: “Una mujer, siete años mayor que Blas, le
hizo mucho daño”.
—Yo aparentaba ser más mayor —siguió relatando el señor
Teodoro—. Le hice creer
a tu madre que tenía diecinueve años. A diferencia de ti, yo era muy maduro.
Me quedé
huérfano de padre, con solo diez años, con mi padre murió mi niñez. No tengo
treinta y cinco años, Nico, tengo treinta y uno.
El señor
Teodoro enseñó al niño su carnet de identidad donde constaba claramente su
verdadera edad.
—Un día tu madre se sinceró conmigo y me contó que
estaba casada con Bruno Rey —continuó relatando el hombre—. Yo me enfadé muchísimo
por su engaño. Ella me pidió que la perdonara, me aseguró que iba a dejar a
Bruno y que se casaría conmigo.
Entonces tuve
que sincerarme yo; tuve que decirle mi edad, yo era menor y no podía casarme.
Tu madre se enfureció y me abofeteó. Después de llamarme “niñato” desapareció de mi vida. Ambos nos mentimos y nos hicimos
mucho daño. Las mentiras no son buenas.
Cuando tú
cumpliste tres años, volvió a aparecer, venía contigo. Me dijo que eras mi hijo
y que te dejaba a mi cuidado.
Iba a
divorciarse de Bruno; yo ya era mayor de edad, tenía diecinueve años, podría
haberme casado con ella… Pero fue más fuerte mi orgullo, me enfadé y le
reproché haberme ocultado que estaba embarazada esperando un hijo mío.
Se marchó,
dejándote conmigo, y no la he vuelto a ver. No sé dónde está.
Únicamente he
visto a sus malditos abogados que me hicieron la vida imposible. No me
permitieron reconocerte como hijo mío, solo me permitieron ser tu tutor legal.
O aceptaba esta condición o no estarías conmigo. Tuve que aceptar, no podía
dejarte con Bruno.
Ha sido una
lucha intensa, sin tregua. Jueces, fiscales, abogados, todos me cerraban la
puerta. Nadie quería escucharme. Tu madre nunca contestó a mis llamadas ni a
mis mensajes. Tal vez cambió su número de teléfono.
Yo tenía que
trabajar, estudiar y luchar por ti. Ni un solo día he dejado de luchar por ti.
Por fin he
conseguido que se reconozca que soy tu padre, y por fin puedo contártelo. No
he podido hacerlo antes, Nico, porque me amenazaron diciéndome que si te decía
que yo era tu padre, dejaría de ser tu tutor legal y Bruno Rey tendría pleno
derecho sobre ti. No podía correr ese riesgo.
Poco antes de estas
Navidades se me notificó que, por fin, se había reconocido mi paternidad.
Llevas mi
apellido; eres Nicolás Teodoro Palacios, no eres Nicolás Rey. Tengo tu guarda y
custodia y la patria potestad por completo. Tu madre ha renunciado a su patria
potestad. Por lo tanto, no tiene ninguna autoridad sobre ti.
—Nunca le has importado —declaró la señora Sales—, te abandonó y no ha dado
señales de vida durante doce años. Y ahora ha renunciado a la patria potestad;
no se merece ni un solo pensamiento tuyo.
—¡Eso no es cierto! —replicó el señor Teodoro, bruscamente—. Helena pudo haber
abortado y no lo hizo. Tuvo a Nico y lo cuidó durante sus tres primeros años de
vida.
Cuando me trajo
al niño, me pidió que lo amase y lo protegiera. Cuando se despidió del pequeño,
sentí su dolor y su amor.
Desde un
principio, tú y yo, arropamos a Nico y le dimos mucho cariño. Sin embargo, el
niño lloró todas las noches, durante un mes, llamando a su madre. Ningún niño
hubiese llorado tanto por una madre que no lo hubiera tratado bien.
Poco a poco fue
espaciando su llanto hasta que un día dejó de llorar por ella. Estoy seguro que Helena ha renunciado a la patria potestad de Nico porque se ha empeñado en odiarme, no quiere compartir nada conmigo.
La señora Sales
guardó silencio, pero torció el gesto. No le gustó, en absoluto, la
defensa que su hijo había hecho sobre la madre de su nieto. Tampoco esta defensa fue del agrado de Elisa y Gabriela.
—¿Qué firmé el día que estaba limpiando las
estanterías? —preguntó
Nicolás.
—Eran cuatro hojas —respondió el señor Teodoro—; en dos de ellas se te
informaba de que yo era tu padre. En las otras dos, se
te informaba de que tu madre había renunciado a la patria potestad. Tu firma
significó que estabas enterado y conforme.
—¿Por qué me dijiste que podía elegir entre mi padre o
mi tutor si eres la misma persona? —indagó el chiquillo.
El señor
Teodoro inhaló profundamente antes de responder. Nicolás estaba formulando
las preguntas de un modo muy formal, de un modo demasiado serio.
—Bueno, lo que quise decirte —comenzó a contestar el
señor Teodoro—, es que si quieres
que continúe siendo tu tutor, me seguirás llamando “Blas”. Y si quieres que sea
tu padre, empezarás a llamarme “papá”.
Estoy deseando
oírte decirme “papá” desde hace doce años, desde que supe que eras mi hijo.
Dame la
oportunidad de ser tu padre, Nico, te lo ruego.
Anoche me
dijiste que me darías una oportunidad y todas las que necesite. Solo necesito
una, pero es vital para mí.
Tras decir
esto, el joven se calló, aguardando con vehemencia la decisión del niño.
El muchacho
tenía, entre sus manos, el carnet de identidad de su padre.
—He pasado doce largos años viendo como tú y Bruno os
llevabais mal —manifestó,
mirando al señor Teodoro, fijamente—; siempre tenía miedo de que Bruno me apartara de ti.
También he tenido mucho miedo de que tú te cansaras de mí. ¡No te imaginas
cuántas veces he deseado que tú fueras mi padre y, resulta, que lo eras! ¡DEBISTE HABÉRMELO DICHO!
—Nico, no podía decírtelo —se desesperó el señor Teodoro—. Tú no hubieras mantenido
el secreto y esa gente no bromeaba. Hubiese dejado de ser tu tutor y hubieses
caído en las manos de Bruno en cuanto él se hubiese enterado de que sabías la verdad.
—¡No me
interrumpas, ahora me toca hablar a mí! —exclamó Nicolás, muy alterado, y lanzando el carnet a
la cara de su padre— ¡Nunca sabrás
si hubiera mantenido el secreto porque no me diste la oportunidad de
demostrarlo!
¡Yo tampoco voy a darte ninguna oportunidad
a ti! ¡Nunca te llamaré “papá”!
Cuando sea
mayor de edad, dejaré de estudiar y me iré de casa. Con quince años engañaste a
mi madre y la dejaste embarazada. Si yo hiciera algo así, tú no me darías la
oportunidad de conocer a mi hijo porque me matarías antes de que él naciera.
¡Ni siquiera fuiste capaz de decirme que
eras mi tutor legal para que yo estuviera más tranquilo! ¡Me lo dijiste estas Navidades, un poco tarde! ¿NO TE LO PARECE?
Yo ya lo sabía
porque Julieta me lo dijo hace tiempo. ¡Pero
tú no me lo dijiste! ¡Hasta me has
mentido en tu edad, como hiciste con
mi madre! ¡Seguramente lo has hecho
porque, en lugar de un tutor o de un padre pareces mi hermano mayor! ¡Tú que nunca has querido que te mienta! ¡Tú que nunca has querido que te oculte nada! ¡Eres un gran mentiroso! ¡Te elijo como tutor, nunca te llamaré “papá”!
Nicolás se
levantó de su asiento, considerando finalizada la conversación, y salió del
despacho dando un soberano portazo.
—Esto ha sido un desastre —murmuró la señora Sales,
afligida—, hubiera sido
mejor no contarle la verdad. Te empecinaste en hacerlo y ha sido un auténtico
fracaso. El niño pa rece haberte
perdido el respeto. ¡Y solo ha faltado lo que has dicho sobre la mujer que te amargó la existencia! Voy a preparar algo para comer.
Emilia salió
de la estancia. El señor Teodoro permanecía callado y abatido, observando la
silla vacía de su hijo.
—No olvides que Nico te quiere. ¿Qué digo te quiere?
¡Te idolatra! Esto ha sido una rabieta —lo consoló Estela—, acabará recapacitando y
cambiará de actitud.
—¡Una buena
paliza es lo que se merece ese desvergonzado! —aseguró el señor Francisco,
furioso— ¡No has debido tolerar tanta insolencia!
¿Qué se habrá creído? Y no pienses más en la madre del chico... hay millones de mujeres en el mundo. No puedo entender cómo consiguió que, durante doce años, no te otorgaran la paternidad del niño.
—Recuerda lo que te dije, Blas —habló el señor Tobías—. No sueltes
las riendas o ese muchacho terminará desbocándose.
—Ya lo habéis oído todo —dijo
el señor Teodoro—. ¿Podéis dejarme solo, por favor? Lo necesito.
Nat, ve con Nico y si piensa hacer alguna tontería, por favor avísame.
El señor Teodoro se quedó a solas y durante, un buen rato, lloró amargamente.
Cuando pudo controlarse, fue a lavarse la cara. Había mucho trabajo que
hacer ya que por la tarde se irían a Aránzazu.
Las únicas personas satisfechas con la reacción de Nicolás fueron Elisa y
Patricia, pero ignoraban que se equivocaban de cabo a rabo, puesto que la
reacción de Nicolás había sido puro teatro.
La intención del chaval era la de “castigar” a su padre durante una
temporada. Cuando salió del despacho, sintió que flotaba porque sus pies no
tocaban el suelo. Se dirigió a su habitación y se lanzó sobre la cama,
inmensamente feliz.
“Blas
es mi padre, Blas es mi padre”, se repetía una y otra vez. Hasta se
pellizcó para convencerse de que no estaba soñando. “Estoy despierto, estoy
despierto. Estas han sido las mejores Navidades de mi vida y creo en los Reyes
Magos. Tengo el mejor padre del mundo. Papá, papá. Solo voy a castigarte un
poquito, pronto te llamaré papá, te cansarás de oírlo, ya lo verás”.
Natalia entró en su cuarto y le recriminó que hubiese sido tan duro con el
señor Teodoro.
—¡Eres idiota, Nico! —le
dijo, enfadada— Ni Bibi, ni Paddy ni yo tenemos padre. Tú tienes la suerte de
tenerlo y lo estás despreciando. Blas es un bonachón y te quiere a rabiar. ¿Qué
padre hubiese consentido que un hijo le hablase como tú lo has hecho? ¡Ninguno!
Podrías hacer que comiera de tu mano y te dedicas a hacer el payaso como de
costumbre. No has sido justo con él, si llegas a saber que él era tu padre no
hubieras tardado en gritarlo a los cuatro vientos. Cuando te disparas, pierdes
el control. Y muy pronto te hubieras disparado.
Nicolás escuchaba a la niña sin decir nada, no quería confesarle sus verdaderas intenciones. Temía que lo traicionara y corriera a contarle a su padre que él solo pretendía “castigarle” durante un tiempo.
—Ya sabes cómo es Blas —continuó
diciendo Natalia—, no tardará en ponerse hecho una fiera y no te va a consentir
un mal comportamiento. Sin embargo, si lo llamaras “papá” se le caería la
babita. Lo está deseando. ¡Eres memo, Nico!
Págs. 633-641
Queridos lectores de El Clan Teodoro-Palacios... el próximo jueves publicaré el último capítulo de la primera parte de esta novela
Hoy os dejo, en el lateral del blog, una canción de Malú... "Diles"
hola Mela en este capitulo se an dicho muchos embustes porque Helena es mucho mas joven que blas y ella no a renunciado a nada porque ella queria romper el traje azul porque le an quitao la patria potestad,en este capitulo se an dicho embustes,
ResponderEliminarsaludos,
Hola Carlos... el asunto de la patria potestad, comprendo que no se entienda
EliminarRespecto a la edad de Helena... no voy a decir absolutamente nada... no contesto a estupideces
Saludos
tu no cotestes a nadie Helena que no vaya a Aranzazu de ninguna manera porque ella es una sirena y blas es un tiburon y tu tienes que defender a Helena por encima de todo y el padre de Helena que no la deje ir,
Eliminarsaludos,
Mira, yo te mando a freír espárragos y te digo que eres un chupa charcos
EliminarMe gusta el señor Francisco, ahí, radical, tajante, jejeje. Mano dura le llaman a eso.
ResponderEliminarLa verdad es que menudo sorpresón y ya ves, ser padre a los 15-16 años...
Con razón hay hijos e hijas que son más viejos que sus padres o casi, jejeje.
Vamos bien Mela, estoy deseando darle unos azotes al Nico ese tb e irme de cervecitas con el señor Francisco.
Saludosssss
Hola Dany... a mí también me gusta el señor Francisco, pero por otras razones... es un personaje un poco loco que me hace reír
EliminarBlas fue padre a los 16 años... pero no se enteró hasta los 19
Bueno... por ahora, Nico, no parece más viejo que Blas
La semana que viene hay fiesta en la Estación... podrás tomarte unas cervecitas con el señor Francisco ;-)
Saludos
¡¡¡Ay Mela, cariño, que gracia de capítulo!!! ¡¡Que ataque de risa!! No he entendido nada. Jajajaja. Cariño, Helena no renunció a la patria potestad, si se cabreó muchísimo cuando se enteró. ¡Ay que hombre Blas! Me ha parecido bien que llore. Se van a ir a Aranzazu y ahí va Helena. Salen chispas del ordenador cuando estos dos se encuentren, no dejes que Blas la conquiste fácilmente que los hombres son muy creídos. Pero te repito que no entiendo nada, ya sé que dijiste que esta historia es complicada. A ver si explicas algo que hay que sacarte las cosas con un sacacorchos. La canción de Malú me ha gustado mucho, ya te comento otras opiniones.
ResponderEliminarBesitos.
Hola Julia... me alegra que te hayas reído tanto
EliminarEl asunto de la patria potestad no se entiende... pero, creo, que quedó claro que Helena no había renunciado
No es cuestión de sacarme las cosas con un sacacorchos... es cuestión de permitir que esta historia se desarrolle
Te espera una sorpresa con el encuentro entre Blas y Helena... pero, tranquila, que se van a encontrar
Me alegra que te haya gustado la canción
Besos
¡¡¡Mela,cariño,es lunes!!! Estoy impaciente por saber como acaba esta primera parte. Han criticado mucho a Helena ¡ay que gracia! La envidia es muy mala,jajaja. Quiero felicitar a Samuel y a Victoria,un besito para cada uno.
EliminarBesitos.
Hola Julia... bueno, el jueves sabrás cómo termina
EliminarCreo que a la gente le gusta criticar por criticar... un vicio como otro cualquiera
Pues te doy las gracias en nombre de esta pareja de mellizos
Besos
Hola Mela! Me ha encantado este capítulo, la verdad es que ha sido muy emotivo, y entiendo la reacción de Nico aunque sea todo teatro, en el fondo el muchacho tenía el derecho al pataleo y es lo que ha hecho.
ResponderEliminarQueda un poco colgado el tema de Helena, pero supongo que esa es la gracia: seguir con la intriga y mantenernos enganchados, cosa que desde luego has conseguido, por lo menos conmigo ;)
Esperaremos al último capítulo de esta primera parte, pero porfi, no nos dejes en ascuas!
Besos!!
Hola Laura... me alegra que te haya gustado
EliminarNico se ha alegrado... eso era lógico que sucediera... pero el orgullo le ha impedido demostrárselo a Blas
A Nico le resulta complicado entender que Blas no se lo contara hasta ahora
Pues me parece muy bien que estés enganchada a esta historia ;-)
Laura... tienes que entender que es imposible que en el próximo y último capítulo de esta primera parte se resuelva esta historia
Pero es un final bastante cordial... el final de la segunda parte es el que me preocupa
Besos!!
Hola Mela, has conseguido que me crea que Nico se enfadaba jajajajaj después ya me he quedado más tranquila con la bromita que le quiere gastar a Blas, que me parece muy bien jejejejejjejej así una travesura jejejejjeej Malú me encanta, siempre me ha gustado, hoy conmigo has hecho pleno. El capítulo genial y la próxima semana, se acaba la primera parte, pero, ¿Entonces? Aix mejor no pregunto que piensas hacer !!!!!
ResponderEliminarBesosssssssssssssss
Hola Lidia... en realidad, Nico, se ha enfadado y... mucho
EliminarLo que sucede es que quiere a Blas... y, entonces, no puede evitar sentirse muy alegre y feliz después de saber que él es su padre
Me alegra que te guste Malú... y me alegra haber hecho pleno contigo ;-)
El jueves próximo publicaré el último capítulo de esta primera parte... eso está muy claro
En alguna ocasión he dicho que mi intención es publicar la novela completa en el blog... y soy mujer de palabra
Otra cosa sería que la vida no me lo permitiera... y aún saldría alguien diciendo que la autora del Clan no tenía palabra ;-)
Besos
Helena, su entorno, o ambos deben tener mucho poder para no permitir a un padre reconocer a un hijo si esa es su voluntad. Injusta Helena, muy injusta y dura, tanto por esto, como por alejarse de su hijo años después. No comprendo sus motivos. En cuanto a Blas y su orgullo, me parece mucho más comprensible. Ella salió de su vida sin más ocultando hechos de gran importancia, de pronto, volvió con una criatura diciendo que él era el padre y se quedó tan ancha. Blas tenía entonces 19 años y la sangre muy caliente, no iba a caer rendido así como así. Es una estupidez, si aún la amaba, pero el amor, a veces es estúpido, o más bien, nos vuelve estúpidos.
ResponderEliminarNico todavía ha dicho poco. Con todo el derecho del mundo. Me alegra que sea feliz.
El señor Francisco un memo descerebrado, me saca de mis casillas, tiene la sensibilidad donde la espalda pierde su casto nombre.
Excelente capítulo, Mela, espero que muchas dudas se vayan aclarando en la segunda parte y conozcamos mejor el por qué de ciertas actuaciones.
Preciosa canción.
Un beso
Hola Nena... en esta historia hay gente con mucho poder
EliminarTe aseguro que no tienes suficientes datos, todavía, para saber quiénes son esas personas... y ten presente que Helena no ha renunciado a su patria potestad... ese es un detalle que debe quedar muy claro
Helena tuvo que marcharse... era imposible que se casara con un chico de 15 años
El motivo por el que dejó a Nico con Blas... no se sabe
Las cosas se irán entendiendo a medida que la historia avance... yo siempre digo que esta historia es complicada
A Nico no se le ha ocurrido decir nada más... sí, es feliz
A mí me hace gracia que el señor Francisco te saque de tus casillas... te has expresado muy bien, creo que entiendo dónde tiene la sensibilidad ;-)
Me alegra que te haya gustado
En la segunda parte se verán muchas cosas... pero la verdadera historia del Clan arranca en la tercera parte
Sí, es una canción bonita
Otro beso te envío
Hola Dany... creo que ya he estado en esa entrada y te he felicitado
ResponderEliminarHe entendido que ibas a escribir un relato
De todos modos, volveré a pasar
Otro abrazo para ti... y es un placer acompañarte
Hola Mela, el capítulo está bien y la canción también. Puedo entender a Nico aunque no entiendo un montón de cosas. Debo ser limitada de mente. Me ha parecido perfecto que Blas haya defendido a Helena. Voy a ir preparando un discurso porque se avecina el último capítulo y estoy divisando tierra.
ResponderEliminarBesos.
Hola Merck... me alegra que te haya gustado el capítulo y la canción
EliminarOye, tú no tienes limitaciones en ningún sitio
Bueno, pues ya veré qué discurso preparas... prometo dejarte libertad de expresión
Sí, nos vamos aproximando a tierra y seguro que quieres bajar del barco para hacer unas cuantas compras
Muchos besos
Mela, sabes que las promesas se deben cumplir, ¿no? ¿Cómo has sabido que quiero comprar muuuuchas cosas?
EliminarSiempre cumplo mis promesas, Merck, yo leeré con calma tu discurso... lo que no quiere decir que lo publique
EliminarTal vez sea porque te conozco... y no me marees que hoy no tengo el mejor de mis días
Esta noche he soñado con Blas y Helena, los dos se reían. Estoy segura de que esta historia acabará bien. Mañana es el cumple de Samuel y Victoria ¡6 años! Les hace ilusión que los felicites en el blog y que los feliciten también Nico y Nat.
EliminarBesos.
Bueno, los sueños... sueños son... no sueñes con que te diga cómo acabará esta historia
EliminarEs cierto, mañana es su cumple
Pues muchas felicidades para Samuel y Victoria de parte de Nico y de Nat... Nico y Nat desean que os lo paséis de maravilla
Y yo también os felicito... que no se os olvide pedir un deseo cuando sopléis las velas
Besos
No sé por qué, me esperaba algo así, que hiciera como que se enojaba pero en el fondo se sentiría feliz, claro que con Nico puede pasar de todo y después de conocer la verdad habrá que ver a los demás como se comportan. No diré que me ha gustado sino que me ha encantado este capítulo ya estaba deseando leerlo.
ResponderEliminarBesitos!!
Hola FG... Nico se ha enfadado de verdad... en lo que ha mentido y ha hecho puro teatro... ha sido cuando ha dicho que nunca lo llamaría "papá"
EliminarPor supuesto se ha sentido feliz... muy feliz
Me alegra que te haya encantado y que tu deseo se haya cumplido
Besos!!
Caramba tremendo shock emocional se a llevado Nico,claro que el adora a Blas pero lo creía su tutor simplemente una especie de muletilla para el padre que no tenia y ahora se funde en un solo cariño pese a que tarde en reconocerlo,muy bueno el capitulo.Un abrazo. Fidel
ResponderEliminarHola Fidel... me alegra verte
EliminarEn efecto, Nico adora a Blas y se siente muy feliz
Lo que ocurre es que Nico ha sufrido durante años... y no hubiese sufrido nada de saber que Blas era su padre... eso es lo que le cuesta perdonarle un poco... solo un poco... cuando quieres a alguien es muy sencillo perdonar
Me alegra que te haya gustado y espero que estés bien... arriba ese ánimo
Oye, y dile a Merlina que en el próximo capítulo va a salir Ginger... y que Ginger no es dormilón ;-)
Otro abrazo muy fuerte para ti
Hola Mela, he leído tres veces el capítulo. Nico no debería quejarse tanto, él también ha mentido y ocultado mucho. No creo de ninguna manera que Helena sea la responsable de que Blas no haya podido ejercer de padre durante doce años. Mi querida capitana sospecho de Emilia y del hombre que habla con ella, dime solamente si estoy verde o un poco maduro. Estoy conforme con el señor Francisco, hay millones de mujeres pero como Helena creo que ninguna y creo que Blas piensa igual que yo. La canción de Malú es una maravilla menor que tu capítulo.
ResponderEliminarUn beso,guapísima.
Hola Juan... me pregunto si lo has leído 3 veces porque te ha gustado o porque no lo entendías ;-)
EliminarEs cierto, Nico también ha mentido y ha ocultado... en esta historia se miente y se ocultan bastantes cosas
Quizás tengas razón y no sea ella la responsable
Mi querido marinero... yo no hablo de frutas verdes o maduras
Puede ser que Blas y tú penséis igual
A ver si ahora vamos a ofender a Malú ;-)
Un beso
Mela, dentro de un rato hay partidazo. BarÇa-Madrid. Te voy a pinchar un poco, te veo en baja forma, creo que va a ganar mi Madrid.
EliminarEs posible que esté en baja forma... pero no te fíes... puedo sacar fuerzas de flaqueza
Eliminar¡Ya lo creo que las has sacado, hada escribiente! Ha ganado el BarÇa. Supongo que lo sabes de sobra.
EliminarUn beso de uno del Madrid.
Pues la verdad es que sí que lo sé... ya te dije que no te fiaras... bueno, no les han dado una gran paliza ;-)
EliminarLos siete meses que pasó con ella fueron los más felices de su vida... Los amores imposibles dejan un hermoso recuerdo. Quince años, no era más que un crío. Ahora ya es un hombre e intenta atar los cabos sueltos. Qué bonito, Mela. El final está siendo entrañable.
ResponderEliminar*comprendo que le cueste a estas alturas llamarle papá, pero le quiere y lo que es mejor, se siente querido.
Un beso
Hola Mere... bueno, fue muy feliz con Helena
EliminarYo no creo en amores imposibles... no sé qué recuerdo pueden dejar... yo creo en amores verdaderos, que por el motivo que sea... a veces salen bien... y a veces salen mal
Blas, con quince años, era muy maduro
Es que la madurez no creo que tenga mucho que ver con la edad... más bien con las vivencias o experiencias que hayas tenido
Me alegra que te guste
Desde luego que lo quiere... no lo llama "papá" porque está un poco enfadado... ya veremos qué pasa
Un beso
fff, es que nunca sabemos como podemos reaccionar ante una noticia así, no digo que Nico lo haga bien, pero... es que es una noticia muy... sorprendente. Un besazo.
ResponderEliminarHola Tamara... Nico le ha reprochado no habérselo dicho antes... pero se ha alegrado mucho
EliminarNico no sentía ningún aprecio hacia Bruno Rey... para él, su familia, era Blas, Emilia y Nat
Un besazo
¡Hola Mela! Por fin he podido leerte ya que no tenía en mi poder la Notebook. Ay que capítulo bellísimo. Te diré que la reacción de Nico me parece adecuada, no es bueno que te mientan tantos años pero por otra parte las razones que ha dado Blas son valederas. yo que Francisco me callaba la boca jajaja. En cuanto a Helena más allá que el abandono de un hijo es muy crudo y parece carente de sensibilidad, hay que ver que ha ocurrido para llegar a ese extremo. Así que esperaré paciente y disfrutando tu novela que es magnífica. Te felicito por este nuevo capítulo. Un placer leerte como siempre. Un beso enorme.
ResponderEliminarHola Lou... pues me alegro mucho que ya hayas podido leerme... porque me encantan tus comentarios ;-)
EliminarSí, yo también pienso que la reacción de Nico es normal
Sí, las razones de Blas también parecen válidas
Es que a Francisco le cuesta mucho callarse ;-)
Me parece muy sensato lo que dices sobre Helena... se nota que entiendes de leyes... para juzgar a alguien hay que saberlo todo y, aún así, es complicado
Muchas gracias... para mí es otro placer leerte a ti... y un honor que leas mi historia
Yo también te mando otro beso enorme
Ohhhh Mela... qué bonito este capítulo, me ha gustado mucho comprobar que ambos se procesan un verdadero amor, el que verdaderamente tiene que existir entre padre e hijo. Felicidades y esperamos ansiosas el final de la primera parte.
ResponderEliminarDisfruta de un lindo fin de semana.
P.D una buena sugerencia cambiar de espejo...jijijij
Hola Pilar... me alegra que te haya gustado
EliminarDesde luego, este padre y este hijo se quieren
Gracias... el próximo jueves tendrás el final de esta primera parte
También te deseo un lindo fin de semana
Me alegra que te haya parecido una buena sugerencia ;-)... Siempre hay que buscar la solución a un problema
Bueno, al final la cosa no ha ido tan mal, Bals tampoco podía esperar que Nico se lanzase en sus brazos a la primera de cambio, aunque no lo sabe Nico está contento y es lo que importa. En cuanto Helena creo que tiene muchas sorpresas que darnos....
ResponderEliminarBesos
Raquel
.
Hola Raquel... tienes razón, nadie se puede lanzar a los brazos de nadie a la primera de cambio ;-)
EliminarPues vuelves a tener razón... Helena tiene sorpresas que darnos
Besos
Bueno, por fin acabo de salir de dudas, no me conseguía imaginar la verdadera reacción de Nico ante la noticia, y ahora que la conozco puedo dormir tranquila XD pero veremos cómo le sale la jugada al "castigar" a Blas...
ResponderEliminarSolamente falta la tan esperada aparición de Helena Palacios plantándoles cara > : D
.Estelle.
Hola Estelle... me alegra verte, espero que las cosas vayan bien
EliminarBueno, pues ya conoces la reacción de Nico y puedes dormir tranquila ;-)
En el próximo capítulo... verás cómo pretende "castigar" a Blas
Helena Palacios ha salido muy poquito en esta primera parte... en la segunda, te hartarás de verla
Besos
Buenísimo este capitulo Francisco colosal , menterijillas diversas genial !! Un saludo Mela y para tod@s los demás. :))
ResponderEliminarHola Rosamary... me alegra que te haya gustado el capítulo
EliminarYa veo que te cae bien el señor Francisco ;-)
Las mentiras te parecen geniales... bueno, es una opinión que merece todo mi respeto
Yo te saludo en nombre de tod@s y en el mío
Me ha encantado el capitulo Mela.
ResponderEliminarBueno creo que el chaval está en su derecho de castigar un poquillo al bueno de Blas, jeje a fin de cuentas el también le tenía engañado aunque fuera por presiones y no confió en que Nico se lo contará a todo el mundo o no.
Seguro que Blas terminará harto de escucharle jajaja
Muy bueno de veras.
Unos besotesssssssssssss
Hola SC... me alegra que te haya encantado
EliminarPues sí... es muy posible que Nico esté en su derecho y, por lo tanto, lo va a ejercer ;-)
Blas tendrá que ponerse tapones a los oídos ;-)
Gracias
Unos besotes
Y si Nico y Blas son igual de caprichosos,castigan en vez de abrazar y decir te quiero! pero se arreglarán ,igual la otra campana tiene que sonar la de Helena,que vendra a arruinar todo.
ResponderEliminarBueno... en ocasiones decir "te quiero" cuesta un poquito... o mucho
EliminarYa conoceremos a Helena mejor en la segunda parte
Wuaoooooo.... vaya mala uva tiene Nico... menos mal que seguro se le pasa en cuanto vuelva a ver a Blas...
ResponderEliminar¡¡que emoción!! ahora llegará la reconciliación.
Besos
Bueno... la reacción de Nico era algo previsible
EliminarYa veremos si esa reconciliación es tan sencilla
Besos, Susana
Hola Mela! No he podido venir estos días, con las ganas que tenía de saber cuál sería la reacción de Nico... y pienso que es comprensible desde su punto de vista. Ahora a esperar el momento que le levante el castigo a Blas y corra a darle un fuerte abrazo diciéndole papá. ¡Qué bonito será!...si nadie se mete a estropearlo.
ResponderEliminarNo me imaginaba para nada la historia de Blas y Helena, han debido sufrir mucho los dos por separado (enamorados y odiándose a la vez- por lo menos Blas, que se sepa-) ya sólo falta saber las razones de ella para actúar así.
Un beso!!
¡Hola María!
EliminarPues me alegra que ya hayas podido venir y ya conozcas la reacción de Nico
Sí, yo también creo que es comprensible
Sí, ese momento será bonito... y creo que hay cosas que son muy difíciles de estropear
Blas y Helena están separados pero, ese amor-odio que se profesan, los mantiene muy unidos... el amor está en el aire, no entiende de distancias ;-)
Un beso!!