CAPÍTULO 7
LA SEÑORA ESTELA
Y BIBIANA ESCUCHAN
UNA CONVERSACIÓN
—N
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o quiero que se acaben
estas navidades—susurró la jovencita—. Tengo mucho miedo de que te
pase algo malo cuando te escapes.
—No pienses en eso ahora —le aconsejó Nicolás
dándole un beso en su naricilla respingona—. Te prometo que no me va a pasar
nada malo y que volveré cuando tenga dieciocho años.
—A Blas no le importará que tengas
dieciocho años —replicó la niña—; te
matará igualmente por haberte escapado.
—Sí, eso es seguro, pero correré el
riesgo —declaró el muchacho.
Patricia y Bibiana
se unieron a ellos, llevaban fiambreras repletas que les había preparado
Emilia. Se dirigieron a casa de la señora Estela Miranda, quien se sorprendió
al verlos llegar, pero los recibió encantada. Pasaron al salón, más pequeño y
más sencillo que el de villa de Luna, se sentaron alrededor de una mesa redonda vestida con un mantel rojo cuyo faldón rozaba el suelo, y Estela sacó vasos y gaseosa para beber.
Llenó de besos la cara de Nicolás, demostrando el profundo afecto que sentía
por el chaval. Las niñas la pusieron al corriente de lo que había pasado en
casa de Elisa. La señora Miranda arrugó la frente con gesto desaprobador.
—Ese maldito Bruno, el Romeo y la
Julieta son unos zánganos —declaró con furia—. Y ha llegado el momento de que
alguien les diga cuatro verdades. Dicho esto, se puso en pie y añadió: —Quedaros
aquí, vuelvo en seguida.
—¿A dónde vas? —preguntó Natalia,
alarmada.
—A tu casa, por supuesto —respondió
Estela con aplomo.
—Es mejor que no vayas —le pidió
Nicolás—. Aquí, contigo, estamos bien…
—Nada de nada, jovencito —Estela no le
dejó seguir hablando—, van a tener que escucharme esa pandilla de zánganos.
La mujer
salió, airada, de la estancia. Natalia pidió a Bibiana que la siguiera e
intentara convencerla de que regresara. Bibiana salió corriendo detrás
de Estela.
—A Nico o a mí no nos hará caso —manifestó
Natalia.
—Si se enfrenta a mi padre y a los
abuelos, sólo va a conseguir llevarse un disgusto —declaró Nicolás, preocupado.
—Cuando estábamos cenando en casa de
Elisa—comenzó a decir Patricia mirando al muchacho—, llegué a temer que tu
padre se cabreara y te obligara a marcharte con él. ¡Blas lo mandó al infierno y
hasta le tiró a la cara el paquete de tabaco!
Nicolás sonrió
mostrando unos dientes perfectos y blancos como la nieve.
“Esos
dientes los he visto antes, pensó Patricia, son iguales que los de Blas”
—Mi padre no puede hacer eso —repuso
el chico—. Blas manda más sobre mí que mi propio padre. Es mi tutor legal.
Natalia miró,
muy sorprendida, a su primo.
—No sabía nada de eso —comentó,
perpleja.
—Yo tampoco sabía nada —declaró
Nicolás—, me lo dijo la abuela un día que vino a verme al internado.
—¿Y por qué no es Elisa tu tutora,
como lo es de mí? —indagó Natalia, sin
acabar de entender.
—Eso hubiera sido un chollo —respondió
Nicolás sonriendo—. Supongo que mis padres no se pusieron de acuerdo cuando se
separaron y buscaron un tutor para mí con algo de mano dura. Además, Elisa no
es tu tutora. Elisa te adoptó, no es lo mismo. De esto, ni una palabra a Blas.
Él nunca me ha dicho que sea mi tutor, tampoco se lo podéis decir a Elisa,
Emilia o Estela, aunque seguro que ellas lo saben de sobra.
—¿Y por qué no le dices a Blas que no
quieres volver al internado? —interrogó Natalia, esperanzada—. A lo mejor lo
convences y no será necesario que te escapes.
Nicolás sopló con
actitud incrédula.
—Nat, piensa un poquito. He repetido
segundo adrede, este trimestre he suspendido cinco asignaturas adrede y sólo
faltaba el paquete de tabaco —enumeró el chiquillo—. ¿Crees de verdad que Blas
me va a premiar? ¡Me va a mandar al internado con una patada en el trasero! Y
no quiero que mi padre
siga pagando el internado, tampoco quiero que pague a Blas para que sea mi tutor.
¡No quiero nada de mi padre! ¡No quiero su cochino dinero!
En el exterior, Bibiana luchaba por disuadir a Estela de su intención de ir a casa
de Elisa. Pero la mujer estaba muy decidida y no hubo forma de hacerla cambiar
de parecer.
El novio de
Sandra había ido a recogerla y ambos pasaron, montados en moto, por el lado de
la señora y de la niña. Las saludaron con la mano.
Instantes
después llegaron ante la vivienda de Elisa. La puerta del garaje estaba
abierta y la puerta principal también; entraron por la segunda. Se oían voces
procedentes del salón; Estela se disponía a entrar cuando los gritos del señor
Bruno Rey la paralizaron. La puerta no estaba bien cerrada, había una pequeña
abertura y se podía oír con claridad.
—¡Nicolás
no es mi hijo! —estaba vociferando Bruno—. Exijo, por lo tanto, que se le
quite mi apellido. ¡Usted es su tutor! Debe encargarse de arreglarlo todo
cuanto antes.
—Después de las vacaciones de Navidad,
Nico estará con su verdadero padre —ahora el que hablaba era el señor Teodoro— y se realizarán todos los tramites. Quiero que Nico pase unas navidades
tranquilas y no se le ocurra decirle la verdad al niño. Si le dice algo, le
juro que iré a buscarlo, le romperé todos los huesos y le dejaré sin dientes.
Por último le arrancaré la lengua.
—¡Está
claro que usted es un matón! —gritó la señora Julieta, acusadora.
—¡No pienso decirle nada a ese mocoso!
—volvió a vociferar Bruno—.
Ya se encargará usted de decirle que se tiene que ir con su papaíto. ÉSE, que
durante quince años ha estado ausente…
Estela y
Bibiana se miraban en silencio con semblantes confundidos y muy angustiados.
Estela ya no quiso entrar ni tampoco deseó seguir escuchando. Empujó a Bibiana
hacia fuera, caminaron unos metros lentamente sin hablar entre ellas.
—No entiendo nada —dijo al fin la
señora Miranda—, Bruno no es el padre de Nico, y Blas ha dicho que el niño estará
con su padre cuando pasen las navidades. ¿Cómo puede Blas entregar a Nico a un
hombre desconocido? ¿Y quién será ese hombre? No es normal que Blas haga esto;
no, no es nada normal. Escúchame con atención, jovencita —el tono de su voz se
tornó más ansioso—, no debes decirle a nadie lo que acabamos de oír. Nico no
debe enterarse, ¿me has entendido bien?
Bibiana
asintió con premura.
—Nico no quería volver al internado ni
con Bruno —contó la chiquilla en
voz baja—, pensaba escaparse. No sé lo que querrá hacer cuando se entere de que
Bruno no es su padre y de que debe irse con su verdadero padre, un hombre
desconocido para él.
—Guardaremos el secreto hasta el día
cinco de enero, Roscón de Reyes —decidió Estela—, ese día se lo contaremos todo
y si quiere escapar, yo le ayudaré. Puedo hacerlo y lo haré. Conozco a ese niño
desde muy chiquito y lo adoro. Blas es un gran hombre, no conozco ninguno mejor
que él, pero en esta ocasión no está obrando bien. Se está equivocando.
Nicolás, Natalia
y Patricia observaron detenidamente a Estela y a Bibiana cuando regresaron al
salón.
—¿Qué? —preguntó Nicolás, dirigiéndose
a la niña—. ¿Has logrado convencer a esta testaruda o no?
—Pues sí que lo ha logrado —respondió
Estela haciendo un gran esfuerzo por aparentar alegría—. No he ido a decirles
nada a esos zánganos, hablar con ellos es perder el tiempo. Y ya soy un poco
mayor para perder mi tiempo.
—Hemos visto marcharse a Sandra y a un
chico que supongo sería su novio. Nos han dicho adiós con la mano —dijo Bibiana por decir algo.
—¡Esa Sandra es una estúpida! —exclamó
Natalia, acalorada—. ¡Ojalá Elisa la despidiera!
Los niños
continuaron charlando alegremente, se gastaron bromas y contaron un montón de
chistes. Durante un buen rato llenaron de animación y diversión el vacío que
había en el hogar de la señora Estela Miranda. La mujer se sintió feliz
observando a los chiquillos, a pesar de la gran preocupación que pesaba sobre
ella por el futuro del joven Nicolás.
El teléfono
terminó por sonar, era la señora Emilia diciendo que los niños podían volver a
casa. El cuarteto se marchó prometiendo volver a la mañana siguiente para comer
los bollos con crema que les iba a preparar Estela.
Págs. 47-52
Uix Mela, que interesante !!!! Ahora tengo que irme, enseguida que pueda sigo con el siguiente capítulo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Prometo publicar los 82 capítulos del Clan Teodoro-Palacios. Y espero seguir viéndote por aquí, guapetona. Pienso pasarme por tu blog. Gracias por hacerte seguidora. Besazos!!
ResponderEliminarUYsssss !! Seguro que no conocemos al papá "verdadero"? me da a mí que nos vamos a sorprender, pero esperaré para el desenlace aunque te aseguro que la tentación de leer otro capítulo es grandeeeeee...
ResponderEliminarMe encanta como estás desarrollando la historia, además cuando llegan a la casa de Estela al describirla era como volver a entrar en casa de una de mis tías-abuelas... genial!!
Hola FG!! Gracias por tu encantador comentario, después de escribir un libro es muy gratificante tener lectores como tú.
EliminarMuchísimas gracias y un besazo!!!
Mmmmmmmmmmmmm me haces pensar en que Nico tiene los mismos dientes que su padre!peroy si saco conclusiones equivocadas? mejor sigo leyendo,quesucederá Nicoescapará antes de saber la verdad e sus raices? me gusta! me gusta! vas desarrollando de una forma genial cada parrafo,meintrigas ya demás mehaces encariñar con personajes como Estela,odiar a los otros,querer a Blasy desear despedir a Sandra! un abrazo y gracias por ecribbir ara nosotros!
ResponderEliminar¡Hola, querida Hada Isol!!! Me alegra mucho verte en la estación. Te estaba echando de menos, la verdad.
EliminarPoco a poco te irás enterando de todo, pero es lógico que vayas sacando conclusiones. Me encantan los diferentes sentimientos que te despiertan mis personajes.
Y es un placer escribir para lectores como tú.
Un super abrazo!!!
Esto se va poniendo cada vez mas interesante, cuando nos contarás quien es el padre?
ResponderEliminarBesos
Raquel
http://raqueljimenezbisuteria.blogspot.com.es/
jajajajaaj ¡Ay, querida Raquel, cuánta curiosidad! Te aseguro que lo sabrás a su debido tiempo. Me ha alegrado tu comentario.
EliminarMuchos besos!!
Parece que en este caso seria fácil pensar que el padre de Nico es Blas...... pero luego hay comentarios que hacen pensar que no es así.....,no sé, no sé.....uff,estoy intrigada.
ResponderEliminarQuizá esté fuera unos días por las fiestas, pero tengo ganas por continuar.Seguiré enganchada.
Felices Fiestas Mela
Besitos
Hola Susana, hay lectores que piensan que el padre de Nico es Blas, hay otros que piensan que no. Lo acabaréis averiguando. Me encanta que estés intrigada. Y mis personajes están muy contentos de que estés enganchada.
EliminarPasa unos buenos días y muy felices fiestas!!
Un fuerte abrazo!!
Cuando vas a donde nadie te llama escuchas lo que no debes....o sí...
ResponderEliminarMuy posiblemente escuches lo que no debes.
EliminarSaludos de viernes. Ya se olfatea el fin de semana.
¿Cómo llamas Romeo y Julieta a esa pareja de gilipollas? XD me parece cómico y todo.
ResponderEliminar.Estelle.
jajajaja Es que les puse ese nombre por cachondearme un poco. ¡Qué casualidad, que el marido se llame Romeo y la mujer Julieta! Tal vez se casaron por ese motivo jaja
EliminarBesos
O porque son tal para cual, que también puede ser buen motivo XD
EliminarLa verdad es que para que un matrimonio funcione lo mejor es que sean tal para cual. Estos dos parecen serlo.
EliminarMe encantan tus comentarios, Estelle, me lo paso bomba contigo.
Jeje me alegro, aunque sólo digo lo que pienso. Soy así xD
EliminarPor eso precisamente me gustas mucho.
EliminarAisss que curiosidad! Creo que ya conocemos al padre de Nico pero los comentarios de Blas hacen dudar... Me está gustando mucho la historia Mela :D
ResponderEliminarAisss jajaja Me alegra que te vaya gustando la historia, es muy complicada, ya lo irás viendo.
Eliminar¿Crees que ya conoces al padre de Nico? jeje No puedo hablar.
Besos, Siwan
Esto se pone al rojo de vivo. Va a ser que Nicolás no es pariente mío ;)
ResponderEliminarPues me parece, Antonio, que Nico no va a ser pariente tuyo... a no ser que quieras que te meta en la novela y, eso, no sé si sé hacerlo ;-)
EliminarNo, gracias. No quiero problemas familiares ;)
EliminarUna cosa que creo, que debieras corregir, es poner los títulos de los capítulos con acciones explícitas de los protagonistas. en vez de "Pepe se pelea con Paco", podrías titularlo "La disputa entre amigos", o "discusión acalorada". Algo así.
Entiendo que no quieras problemas familiares.
EliminarTendré en cuenta la corrección que me has hecho para la 2ª parte del Clan.
Gracias
Mela, tesoro, ¡¡¡ ay que sorpresa nos esperaba con esta conversación tan mal escuchada!!!! ¡¡¡¡Ay, ¿cómo estás, bonita?
ResponderEliminarBesitos.
Estoy muy bien, Julia
EliminarBesos
Es para estar preocupada por la situación! si que me has dejado intrigada... a ver si los cambios en la vida de Nico son para mejor, eso espero. (Ya le estoy cogiendo cariño a los personajes, bueno, a todos no...)
ResponderEliminarUn beso!
Me alegra que te hayas quedado intrigada ;-)
EliminarYa veremos qué cambios le aguardan a Nico... y si son para mejorar
jajaja... Comprendo que no les cojas cariño a todos
Un beso!
Bueno parece que el secreto no va a durar mucho
ResponderEliminary veremos que nueva tormenta se desata en esa terrible
familia.
mañana volveré impaciente Mela
un besote.
Hola Cielo... Nos esperan muchas tormentas... veremos si después de ellas se cumple que llegue la calma ;-)
EliminarAquí estará la novela, impaciente, esperándote ;-)
Un besote