CAPÍTULO 127
EL VESTIDO AZUL
C
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uando la melodía suave y ascendente de la alarma del
despertador comenzó a sonar ya hacía un rato que Helena estaba despierta. No
había podido dormir bien, se desveló en varias ocasiones, y la noche se le
hizo muy larga porque deseaba que amaneciera, porque temía que amaneciera.
Antes de acostarse se probó el vestido azul, se miró
de frente en una luna grande de la habitación, se miró de perfil, y ayudándose
con un espejo de mano también contempló su espalda.
Sonrió recordando el día que Blas se lo regaló y se
lo puso por primera vez.
Él estaba nervioso, expectante… Ella estaba
nerviosa, ilusionada. Recordó las palabras de él cuando ella vio el vestido… “¿Te gusta? Si no te gusta, puedes
cambiarlo.”
Recordó lo que ella le contestó… “No es de buena educación cambiar o devolver
regalos.”
Y recordó lo que él replicó… “Olvida tu buena educación y si no te gusta, puedes cambiarlo.”
Pero lo que más recordó fue la forma en que la miró
Blas cuando se puso el vestido. La mirada de Blas la hizo sentirse la mujer más
bonita, la más femenina, la más querida.
—Estás muy guapa, Helena —dijo Blas—. Pero insisto en que si no te gusta puedes cambiarlo.
—Te voy a contar un secreto —respondió Helena—. No creo que ninguna mujer pueda cambiar un regalo elegido y comprado
por el hombre que ama. Yo, desde luego, no puedo. ¿Entiendes lo que te he
dicho, Blas TeAdoro?
Helena no llegó a saber que el juego de vocales con
el apellido encendió una hoguera que abrasó el alma de Blas sin quemarla.
—Entonces nunca sabré si en realidad te gusta el vestido.
—Pero sí sabrás algo mucho más importante—. Helena sonrió y los hoyuelos que volvían loco a Blas se dibujaron en
sus mejillas.
Como todas las mañanas desde que llegaron a Aránzazu,
antes de ir al instituto, Helena se dio una ducha rápida. Luego desayunó en la
cocina con Matilde. Poco después llegaron Miguel y Montse que, con
profesionalidad intachable rayando la perfección, camuflaron su
verdadero rostro y cabello.
Y, como todas las mañanas, Matilde la acompañó hasta
la puerta para despedirla y desearle que todo fuera bien. Fue imposible que la mujer sospechara o imaginara que, debajo del abrigo blanco,
se escondía el vestido azul de Blas.
∎∎∎
Nicolás desayunó con cara enfurruñada. Estaba
muy enfadado y contrariado porque no había logrado sonsacar absolutamente nada
a su padre sobre Helena. Por la noche lo intentó una y otra vez mas fue estéril
su empeño. Su padre le contestó una y otra vez que el viernes, en cuanto se
marcharan Arturo Corona y Jaime Palacios, vería a su madre y que nada más iba a
decirle.
Al muchacho se le hacía eterna la espera y no
entendía el motivo de tanto secretismo y mutismo.
Llegaron temprano al instituto, el chiquillo se
encaminó hacia el patio, y el señor Eduardo Cardo se plantó delante del
director, precipitado.
—¿Ha visto a los militares? —indagó, alterado— ¡Están armados hasta los dientes! ¡Dan horror las calles de nuestra
ciudad!
—Sí, claro que los he visto. Conduzco con los ojos abiertos —manifestó Blas y Eduardo Cardo lo miró, confundido.
—Hoy tenemos que ensayar, tenemos que ensayar mucho. Mañana todo debe
salir de maravilla —declaró el señor Cardo, muy nervioso.
El señor Teodoro asintió sin apenas haber prestado
atención a lo dicho por el jefe de estudios. Acababa de ver al señor Ismael
Cuesta; el profesor de matemáticas lo estaba mirando y Blas se aproximó a él,
dejando con la palabra en la boca al señor Eduardo Cardo, que atribulado al principio, pero recuperado de
inmediato del desaire recibido, siguió al director como un perrito faldero.
—Buenos días, señor Cuesta —dijo el señor Teodoro.
El profesor de matemáticas continuó mirándole sin
corresponder a su saludo.
—Quiero que sepa que el lunes, a primera hora, le espero en mi despacho
para entregarle su carta de despido —le comunicó Blas—. Me gustaría despedirle hoy mismo pero está en la lista de profesores
que deben asistir mañana, y no quiero problemas con Arturo Corona ni con Jaime
Palacios. Pero el lunes ya no. No considero que usted sea un hombre adecuado
para ser profesor. Por lo tanto, no pienso darle ninguna carta de recomendación.
Pienso que es labor de los padres educar a sus hijos, pero difícil lo tienen
los padres con profesores como usted.
“Mañana
verás muerto a tu hijo, desgraciado”. Los ojos del señor Ismael Cuesta gritaron regando
maldad.
—¿Quiere decirme algo? —le preguntó Blas que vio muy nítida la amenaza
en la mirada del profesor, pero desgraciadamente no podía leer pensamientos.
—¡Quiero decirle que dudo que
usted me pueda despedir el lunes! —vociferó el señor Cuesta como si el señor Teodoro se hallara a un
kilómetro de distancia— ¡Este
instituto lleva décadas llamándose Llave de Honor! ¡Yo le aseguro que
mañana Don Arturo Corona nos quita el honor en cuanto le conozca a usted! ¡Y la llave la utilizará para encerrarlo en
una celda! ¡Por fin nos libraremos
del peor director que ha pasado por aquí!
El señor Eduardo Cardo sacó un pañuelo del bolsillo
de su pantalón y comenzó a secar las gotas de sudor que ya perlaban su frente.
Hipólito Sastre, el profesor de música, pensó con
acierto que la causa por la que el director había tomado la determinación de
despedir al profesor de matemáticas era Mikaela Melero, y el extraño incidente
en el patio del día anterior.
Ninguno de los presentes dijo nada, aunque todos se
alegraban de poder perder de vista a un hombre que, con su mal carácter y
pésima educación, enrarecía el ambiente donde quiera que estuviese.
El señor Ismael Cuesta salió, furioso, por la puerta
principal. Tenía mucho que hacer y poco tiempo que perder.
Soraya Palma, la profesora de inglés, felicitó a
Blas por su decisión, y para desesperación del jefe de estudios, ambos
entablaron una conversación trivial.
Las últimas en llegar al instituto fueron Helena
Palacios y Paula Morales.
—¡Ya estamos todos los profesores! —exclamó el señor Cardo en cuanto las vio entrar por la puerta— ¿Cuándo empezamos a ensayar? —interrogó, ansioso.
Las recién llegadas se integraron al grupo. En el
hall la temperatura ya era muy agradable, y Helena se quitó el abrigo dejando a
la vista de todos su precioso vestido de seda azul con sus florecillas blancas
bordadas.
El profesor de gimnasia, Roberto Beltrán, admiró la
belleza de Mikaela, belleza que el vestido realzaba. Sus ojos recorrieron la
figura femenina deleitándose en cada detalle. Desde los pendientes diminutos y
brillantes en los lóbulos, la cadena fina de oro blanco alrededor del cuello,
el escote cuadrado y la insinuación de un busto de ensueño, la falda plato con
pretina fruncida a una cintura divina, el corte de la falda justo a la altura
adecuada para que se presintieran unas rodillas perfectas, y esas medias
transparentes nacidas para unas piernas de pasarela.
—No son las flores las que adornan tu vestido, Mikaela. Eres tú.
Helena no esperaba algo así y se sintió turbada. No
obstante, sonrió levemente y agradeció a Roberto su galantería.
No tuvo valor para mirar a Blas, no se atrevió.
Temió y fue consciente de que había cruzado una línea muy peligrosa, pero era
tarde para dar un paso atrás.
Blas sí la miraba, enmudecido, paralizado y sin
comprender. Reconoció en el acto el vestido que compró y le regaló hacía
dieciséis años, y una fuerte sacudida embistió su corazón y trastornó su mente.
¿Qué
era aquello? ¿Cuál era la pretensión de Helena, a qué jugaba? Además de
espiarle, osaba burlarse de él presentándose con aquel vestido.
Muchos recuerdos revolvieron su cabeza, ya no
veía a Mikaela, veía claramente a Helena. Aunque Paula Morales no le hubiese
contado nada, en aquel momento hubiera sabido que Mikaela Melero era Helena
Palacios.
A Soraya Palma le molestó que Blas dejara de
conversar amablemente con ella y que Mikaela pasara a ser su centro de
atención.
—Deberías tener más sentido de lo apropiado —le dijo a Helena exagerando su fingido acento inglés—. Ese vestido es de alta costura, bien para una fiesta, inaceptable
para venir al instituto.
—Sí, opino lo mismo —apoyó Blas mirando a Helena con dureza.
Seguidamente sonrió a Soraya y le propuso ir a la cafetería. Ella aceptó,
encantada, y Helena vio como ambos se alejaban cogidos de la mano.
El señor Eduardo Cardo no podía creer lo que sucedía
a su alrededor. ¿Cuándo iban a ensayar? ¡Cuándo!
A Hipólito Sastre le extrañó sobremanera la conducta
del señor Teodoro. Estaba convencido de que había despedido al señor Cuesta por
Mikaela Melero, no alcanzaba a entender el desdén que acababa de dispensarle.
Nicolás estaba aguardando la llegada de Natalia y Bibiana, las vio entrar en el patio y correr hacia Helena. El muchacho las observó, curioso.
Helena se puso el abrigo, pasó los botones por los
ojales y resguardó a su querido vestido de cualquier mirada u opinión. Caminó
hacia el patio; Paula no la acompañó. A pesar de que ignoraba la historia del
vestido azul, intuía que su “amiga” debía estar intratable después de los
desprecios de Soraya y Blas.
Helena no notó que la brisa muy fresca de la mañana
chocó contra su rostro. La actitud de Blas le había helado el corazón y
convertido su cuerpo en un bloque inmune al frío exterior.
Blas no había reconocido su vestido, no lo
recordaba, se había olvidado. Debería alegrarse, debería celebrarlo, todo iba a ser
más fácil de ese modo.
Sin embargo, la desilusión y la tristeza le estaban
acribillando el alma.
Paseaba por el patio sin rumbo, ajena a los juegos,
risas y gritos de los alumnos. Nada le interesaba, todo le era indiferente.
Nicolás estaba aguardando la llegada de Natalia y Bibiana, las vio entrar en el patio y correr hacia Helena. El muchacho las observó, curioso.
—¡Hola, Mikaela! ¡Qué alegría verte! —exclamó Natalia, excitada.
—Os prometí que hoy estaría aquí —respondió Helena forzando una sonrisa—. Todo ha ido bien. El domingo, como muy tarde, veréis a Paddy.
—¿No estarás tú ahora en peligro? —preguntó Bibiana, asustada.
—No, no estoy en peligro —aseguró Helena—. Unos amigos míos han acorralado a Álvaro Artiach y a Ismael Cuesta,
no tienen otra salida que liberar a Paddy, pero nada saben de mí.
—¡Cuántas ganas tengo de ver a Paddy! —se entusiasmó Natalia.
—Tendréis que darle mucho cariño, seguro que lo ha pasado muy mal.
Necesitará mucho tiempo para olvidar —les advirtió Helena.
Natalia y Bibiana asintieron.
—Pero yo a ti te veo triste. ¿Qué te pasa? —se preocupó Natalia.
—Lo que me pasa es que me duele mucho la garganta —mintió Helena—. Me voy a ir a mi casa, mañana tengo que
estar bien. Estoy en la lista de profesores que han convocado Arturo Corona y
Jaime Palacios. Nos vemos mañana, ¿de acuerdo?
—Vale. Cuídate mucho y ponte buena. Hasta mañana y gracias por
ayudarnos —respondió Bibiana.
Nicolás vio a Helena alejarse hacia la salida del patio, y se acercó a las
niñas.
—¿A dónde va Mikaela? —preguntó.
—Se va a su casa. No se encuentra bien, le duele mucho la garganta —le explicó Bibiana.
—¿De qué hablabais? —se interesó el chiquillo.
—¿Y a ti qué te importa? —saltó Natalia, beligerante.
Nicolás la miró, enojado.
—¡Eres una lunática como mi madre! —exclamó.
—¡Y tú eres un histérico como tu padre! —replicó Natalia, exaltada.
Bibiana no sabía como sofocar la acalorada discusión
en la que se enzarzaron sus dos amigos. Eran increíbles sus enfrentamientos descomunales ya que estaba más que segura de que se querían muchísimo.
∎∎∎
Ismael Cuesta regresó al instituto. Sus pasos le
llevaron al aula de Nicolás; y en el pupitre de Lucas Soriano, debajo de unos
libros, ocultó una navaja.
Después volvió a salir a la calle, con las manos en
los bolsillos de su abrigo, y una expresión maligna en su semblante.
∎∎∎
∎∎∎
En la cafetería, Blas se tomó una tercera tila mientras
Soraya bebía su segundo té. La profesora de inglés hablaba por los codos, y
Blas asentía sin casi escucharla. No conseguía aplacar sus nervios y en su
alborotada mente bailaba la imagen de Helena con el vestido azul. No comprendía cómo se había atrevido a tanto.
Harto de la prédica de Soraya que le impedía pensar
con calma pero, sobre todo, ansioso por volver a ver a Helena, interrumpió a la
profesora con la excusa de que ya era hora de que los alumnos entrasen.
Nada más llegar al vestíbulo, un simple vistazo le
bastó para saber que Helena no estaba allí.
Lo que esa mirada rápida y superficial no le contó
es que no volvería a ver el vestido azul con flores blancas, porque hay trenes
que no pasan dos veces.
Págs. 1006-1015
Este jueves dejo una canción de La Oreja de Van Gogh... "Vestido azul"
Próxima publicación... jueves, 9 de junio
Este jueves dejo una canción de La Oreja de Van Gogh... "Vestido azul"
Próxima publicación... jueves, 9 de junio
Y como el pasado día 1 fue el primer domingo de mayo... pues, aunque hoy sea 12 de mayo, felicito a todas las madres
Y dejo una preciosa tarjeta que le he cogido a Nena Kosta de su blog... Mi Maleta de Recortes
¡¡¡Mela cariño mío!!!! Ay qué desastre!!!!! Mi madre se ha cabreado y se ha disgustado!!!! Le manda muchas felicidades a tu madre y a ti muchos cariños. Pobre Helena!!!! Con los recuerdos tan bonitos que tenía cuando se prueba el vestido. Los hombres no tienen perdón. Ay qué gracia!!! Y Soraya es una envidiosa, Helena estaba guapísima. Creo que Helena ha tenido celos cuando se han ido cogidos de la mano. Ay mañana no sé lo que dirán mis amigas en el gimnasio. Blas no va a volver a ver el vestido???? Ay lo tiene merecido. Dibujaré a Helena con el vestido. El señor Cuesta ha escondido una navaja. Ay no sé qué va a pasar el viernes. Mi madre está muy preocupada por Nico. Qué bien escribes bonita mía!!!!! Ay la canción me ha encantado!!!!
ResponderEliminarBesitos!!!!!!
Hola, Julia... La verdad es que las cosas no han salido muy bien, pero nos consolaremos pensando que podrían haber salido peor
EliminarLe das las gracias a tu madre de mi parte... también le mando mi cariño
Sí, sus recuerdos eran preciosos... me encantó escribir esa parte
Bueno, al final del capítulo está muy claro que Blas no volverá a ver el vestido
No falta mucho para que te enteres de lo que pasa el viernes
Muchas gracias, y me alegra que te haya gustado la canción
Besitos!!!
¡¡¡¡Mela bonita mía!!!! El Barça campeón de Liga otra vez!!!!! Ay sí es el cumple de mi hermano pero no nos hablamos y no le he felicitado. Salgo a cenar con mis amigas ya te contaré lo que dijo Almudena del capítulo.
EliminarBesitos cariño mío!!!!!!
Sí, Julia, otra vez nos ha dado una alegría grande
EliminarDisfruta de la cena
Besitos!!
Mela cariño mío!!!!! Almudena dijo que a Helena le está bien empleado lo que le pasó y bravo por Blas y que se nota que has querido victimizarla y que ella sea la buena de la película y Blas el malo. Ya ves lo que dijo!!!!!
EliminarBesitos!!!!!
Pues muy bien, es su opinión... yo no tengo nada que decir
Eliminar¡¡¡Mela cariño mío!!!! Doblete para el Barça!!!! Ay qué gracia!!!! Has visto el partido bonita mía???
EliminarBesitos!!!!!
Sí, Julia, vi el partido y comparto tu alegría ;-)
EliminarBesitos!!
Mela bonita mía!!!!! Tengo el dibujo terminado, Helena está guapísima!!!!! A ver qué me dices bonita!!!!
EliminarBesitos!!!!
Bueno, pues te digo que estoy segura de que habrás dibujado a una Helena espectacular
Eliminar¡Besitos!
HOLA MELA TEN COMENTARIO QUE PUEDES CONTESTAR,NO ME QUIERO CALENTAR Y ESTOY CALIENTE CON BLAS Y SORAYA,VAYA DISGUSTO EHH VAYA DISGUSTO QUE LE A DADO A HELENA,NONO AORA QUE SE QUEDE CON LA INGLESA QUE NO SABE INGLES,HELENA SE VISTE DE ALTA COSTURA Y A SORAYA QUE LE IMPORTA QUE VAYA A BARRER SU CASA,A ROBERTO NO ME LO TRAGO QUE VAYA A HACER GIMNASIA,NONO HELENA NO ES PARA EL,QUE MIRE A PAULA O A LA INGLESA Y HELENA QUE ROMPA EL VESTIDO SISI QUE LO ROMPA,AHORA GOGE PATALETA Y ROMPE EL VESTIDO,FELICIDADES A TU MADRE,VAYA CAOS VIENE EL VIERNES,SISI VIENE EL CAOS,
ResponderEliminarSALUDOS MIOS,
Hola, Carlos... Sí, Helena parece que se ha disgustado... y es muy posible que el viernes sea un día caótico
EliminarGracias por la felicitación
Saludos
HOLA MELA NO ME A GUSTADO EL CAPITULO Y AL PRIMERO QUE VEA LEER TU NOVELA SE VA A LA CALLE,HE ABIERTO LA EMPRESA Y DIEZ TIENEN TRABAJO PERO SI LEEN LA NOVELA A LA CALLE VAN,SISI DICEN QUE NO LEEN,
EliminarSALUDOS MIOS,
MELA PORQUE NO PUBLICAS MI COMENTARIO
EliminarYa está publicado
EliminarJOJOJOJOJOJOJOJOJOJO HA GANADO EL BARÇA ESTE BLOC NO ES DE FUTBOL HABLAIS DE FUTBOL,
EliminarY tú estás hablando de waterpolo
EliminarUy me dio penita Helena aunque entiendo la actitud de Blas y me muero de ganas q ue va a pasar luego con esa pareja . Ojala puedan arreglase te mando un beso y adoro tu novela siempre me dejas con ganas demás .
ResponderEliminarHola, JP... Pues ya veremos lo que pasa con Blas y Helena
EliminarPor el momento, tus deseos son buenos
Muchas gracias... También te mando un beso
Qué difícil comentar este capítulo, Mela!!!!! Has puesto polvos pica-pica para que se me pongan los ojos llorosos???? Me voy a mojar y le doy toda la razón a Helena. Declaro a Blas TeAdoro culpable!!!!! Los coleccionistas están conmigo, son hombres y prefieren a Helena jaaaaaaaaaaa.
ResponderEliminarNo se me ha pasado lo que ha hecho el profe de matemáticas pero no entiendo por qué ha dejado la navaja en el pupitre de Lucas. Muy triste la canción y muy preciosa la tarjeta de Nena. Vuelvo a brindar por muchos más días de las mamis!!!!!!
Besazo!!!!!!!
Hola, Merck... Te aseguro que no
EliminarSe llama Blas Teodoro, pero me encantó jugar con su apellido
No es muy buen argumento que declaréis culpable a alguien porque prefiráis a otra persona
No lo entiendes hoy, pero llegará el día que lo entiendas
Sí, es una canción triste... y la tarjeta, preciosa
Pues brindo contigo
Besazo!!!
Y ese Barça enamorado de la Liga y esa Liga que suspira y se deja conquistaaaaarrrrr!!!!!! Viva el Barça!!!!!!!!
Eliminar¡¡Viva el Barça!! ;-)
EliminarY ese Barça enamorado de la Copa del Rey y era de ley que esa copa suspirara y se dejara conquistaaaaarrrrrrr!!!!!!! Viva el Barça!!!!!!!!!
EliminarFue un partido complicado... pero, bueno, se consiguió el éxito... Viva el Barça!!
EliminarY, desde luego, la afición del Sevilla tuvo una actitud admirable... apoyando y animando a su equipo hasta el último instante
Cambio de tema. Blas tocando palmas debería haberle dicho a Helena "Cómo te atreves a aparecer con el vestido que te regalé???":))))))))))))))))))))
EliminarBueno, podría habérselo dicho pero no ha sido así ;-)
EliminarEstoy convencida de que Helena no esperaba la fría reacción de Blas; quizá no supiera qué esperar pero, de todo lo imaginable, ésta actitud habría estado muy abajo en la lista, y más conociendo su carácter fácilmente alterable. Por su parte, Blas... irse a la cafetería con la de inglés, un pasar y una rosa pero, ¿de la mano? ¡qué ofuscación! Que no olvide lavársela con sosa caustica jajajajaja. Muy bonita esa escena del pasado, Helena ya daba muestras de su carácter, con sutileza, y Blas del suyo con ninguna. Y sí, lástima que Paula se fuera de la lengua, porque el impacto de Blas al ver el vestido en Mikaela hubiera sido apoteósico, no le habría sido tan fácil hacer mutis por el foro "con tanta dignidad", a pesar de todas sus "carburaciones". Por otra parte, no le va mal a Helena un poco de confusión, hasta ahora había sido al contrario y se lo había estado pasando demasiado bien... donde las dan las toman.
ResponderEliminarJajaja Cardo... que plasta de tío, Cuesta todo odio, como demuestran sus pensamientos y sus acciones, Bibiana siempre intentando apagar fuegos con sus amigos (tarea baldía) Soraya una zorra envidiosa, Paddy quién sabe, ¿seguro que la liberarán? Muchas pinceladas de esta trama, muy buen capítulo, muy buena canción y bonita tarjeta ladroneada con nocturnidad y alevosía.
Sigo expectante, se acerca el final y no sé por dónde van a salir los tiros, si por delante o por detrás.
Un beso
Hola, Nena... Estás en lo cierto... Helena no esperaba esa reacción
EliminarPues sí, se han ido de la mano... creo que Blas se lavará las manos con jabón normal, pero me he reído bastante con tu sugerencia brutal
Me encantó escribir esa escena del pasado
Si Paula no le hubiese dicho que Mikaela es Helena, él lo hubiera sabido nada más ver el vestido
Que se lo estaba pasando demasiado bien no es cierto
La verdad es que con Eduardo Cardo me lo paso bien
Sí, el señor Cuesta es muy mala persona
Sí, es que a Nico y a Nat les cuesta muy poco encender fuegos
jajaja... Tampoco me cae bien Soraya
Álvaro Artiach dijo que la liberarían el sábado... o sueltan a Paddy o serán detenidos
Me alegra que te haya gustado el capítulo y la canción
jajaja... Sí, la tarjeta es muy bonita
Sí, muy cierto, estamos rozando el final
Un beso
Hoy no me equivoco de día:)
ResponderEliminarCapítulo bonito de verdad. Lo he leído varias veces, me ha gustado mucho.
Genial el cambio de vocales que Helena hizo con el apellido de Blas.
Quien está en peligro ahora es Nico y me ha sorprendido que el señor Cuesta haya dejado una navaja en el pupitre de Lucas.
Siento mucho la desilusión y la tristeza de Helena pero a Helena no la entiendo y no puedo culpar a Blas.
¡Ojalá el tren de Helena y Blas pase las veces que les haga falta!
¡Bonita tarjeta ladroneaste!:)
Pilar.
Hola, Pilar... No, hoy no ;-)
EliminarPues me alegra que te haya gustado tanto
Es que con el apellido de Blas es muy fácil hacer eso... Teodoro, Teadoro... y siempre tienes la excusa de decir que te has equivocado
Sí, Nico está en peligro... y no te puedo explicar por qué el señor Cuesta ha ocultado la navaja en el pupitre de Lucas
Me parece muy bien que no puedas culpar a Blas... yo sí entiendo a Helena pero no pienso explicar nada
Para que Blas vuelva a ver el vestido... ese tren no pasará
Sí, es bonita... pero Nena se la va a cargar por decir tonterías
Besos
Hola Mela, desde que Helena llevó el vestido a Aránzazu y se hizo pasar por Mikaela sospeché que Mikaela se pondría el vestido. Helena quería que reconociera el vestido, supongamos que esto ocurre.¿Qué habría dicho Helena? Me interesa mucho la respuesta.
ResponderEliminarHas elegido la canción apropiada para este ma-ra.vi-llo-so capítulo. Las madres merecen ser felicitadas siempre, el 12 de Mayo también. Nena Kosta hace muy bien su trabajo y la tarjeta es preciosa.
Un beso.
Hola, Juan... Bueno, creo que ella era la mejor candidata para llevarlo
EliminarSiento no poder decírtelo, ya te enterarás
Pues me alegra que te haya parecido apropiada
Estoy de acuerdo con lo de las madres... pero que Nena haga muy bien su trabajo, no sé... es broma
Un beso
Mela, estás en Granada?:) Tensión en la Liga hasta el último minuto. Estoy en la Coruña muy cerca del Riazor. Hoy es mi cumpleaños, me gustaría celebrarlo:)
EliminarUn beso.
Muchas Felicidades por este nuevo mayo de tu vida, y espero que pasen muchísimos más
EliminarNo, te aseguro que no estoy en Granada
Creo que el Madrid ganará al Deportivo y podrás celebrar esa victoria... más tu cumple ;-)
Un beso
¡¡¡¡Felicidades Juan!!!!! Mela no te ha dicho que el Barça va a ganar al Granada jjjjaaaaaaaaaaaa. A punto de empezar los partidos, emoción intriga dolor de barriga:)))))))))))))))))))))))))
EliminarMuchas gracias a las dos y suerte a vuestro Barça con el Sevilla mañana.
EliminarUn beso.
Muchas gracias a ti por desearle suerte al Barça... aunque te aseguro que no me importaría que ganase el Sevilla
EliminarUn beso
Ganó el Barça, Mela:)Estoy en Milán y me gustaría que le desearas suerte al Madrid:)
EliminarUn beso.
jajaja... Qué complicado me lo pones
EliminarBueno, le deseo suerte al Madrid
Pero también le deseo suerte al Atlético ;-)
Lo que no diré es a quien le deseo más suerte ;-)
Espero que sea un gran partido, y que lo disfrutes
Un beso
Tremendo capítulo, Mela. Que difícil situación, todos están alborotados hasta los chiquillos.
ResponderEliminarMe encanto la forma describes a Helena probándose el vestido azul, tan emocionada y contenta que estaba. Imagino, guardar ese vestido de hace 16 años me parece muy romántico.
Me alegro y disfruto que Blas haya despedido así de un derechazo al maluco de Cuesta, pero me preocupan esos pensamientos. Sin duda alguna Helena se encontraba muy hermosa y elegante, que la envidia quemo a Soraya. ¡Blas fallo! No debió apoyar a la víbora. Comprendo porque se fue Helena, le doy la razón. ¡Omg! ¿Y qué pretenderá el Ismael Cuesta con esa navaja? Me dejas en absoluto suspenso. Me encanto la lectura. =0) adoro la canción, es muy bella.
Abrazo
Hola, Yessy... Eso es muy cierto, todos están bastante alborotados
EliminarA mí me encantó escribir ese momento... sí, estaba muy emocionada y contenta
Tenía que guardarlo... era su vestido más querido y preferido
Entiendo que te alegres de que lo haya despedido... y, sí, lo que piensa el señor Cuesta es terrible
Sí, Helena estaba guapa y elegante... Soraya le tiene manía
Bueno, todos cometemos fallos... pero la verdad es que Helena se va porque Natalia le dice que la ve triste, y ella no va a consentir que Blas la vea triste
Pues con una navaja no puede pretender nada bueno, falta poco para que lo sepas
Me alegra que te haya gustado la canción... y muchas gracias
Ahora paso a visitarte... creo que mañana estrellaré el despertador ;-)
Abrazo
Me ha gustado especialmente este capítulo. Muy ingeniosa Helena con el juego de letras "TeAdoro" jajaja, me ha matado.
ResponderEliminar.Estelle.
Me alegra que te haya gustado, Estelle
EliminarBueno, hay que reconocer que el apellido de Blas se presta a cambiar esas vocales con gran disimulo ;-)
Besos
¡Hola Mela! ¿Qué decirte? Impecable esa descripción de sentimientos, tanor de Helena y su vestido como de Blas. Pero mira que orgulloso es tu protagonista, bueno... habrá que esperar. Creo que la tristeza y dolor de Helena lo he sentido en carne propia. Eso se debe sólo a ti y tu magnífica pluma. Felicitaciones como tantas veces, como tantos capítulos que me has hecho emocionar y ansiar el próximo. Un beso enorme querida escritora. Eres excelente. El video que has dejado me ha encantado sobre todo porque amo la Oreja de Van Gogh. Besotes.
ResponderEliminar¡Hola, Lou!
EliminarLa verdad es que me encantó escribir lo que recuerda Helena mientras se prueba el vestido
Blas no ha entendido por qué Helena se presenta con el vestido, y no ha sabido reaccionar de otro modo... la situación era complicada
Muchas gracias, y me alegra que te haya gustado la canción
Besotes
Hola Mela soy orthos de saborescompartidos, tuvimos problemas con el blog que nos lo han eliminado y bueno he empezado este con el nombre de Yoik esepando que sigamos leyendonos como antes. En cuanto tengo un ratin me pondre al día con la historia para cogerle el ritmo de nuevo.
ResponderEliminarVenga cuidate un besote
Hola, ex-Orthos ;-)
EliminarBienvenido, Yoik ;-)
No me había dado cuenta del problema de tu blog porque dijiste que estarías ausente de dos semanas a un mes
Siento mucho lo que ha sucedido a tu blog, y no entiendo cómo ha podido pasar
Por supuesto que nos seguimos leyendo... a ti solo te falta leer el anterior capítulo y este
Voy a verte enseguida
Un besote
Hola, esto es increíble, entré el sábado directa a leer y no me aparecía el capitulo y ahora veo que está colgado desde el jueves. Bueno no me voy a enfadar.
ResponderEliminarTe diré que me encantó el capitulo, está muy bien narrado como siempre, me gustó mucho el juego de palabras que utilizaste con el apellido de Blas y me pareció muy acertada su actitud al ver a Helena con el vestido, utilizó a quién tenía a mano aunque fuera a la profe de inglés que es pelín pesadita. La verdad no sé que pretendía ella ¿qué la liara? ¿qué se desmayara? ¿aún no sabe que es un señor? (Creo que ando un poco enamorada de este hombre jajaja). Lo que me tiene muy intrigada es lo de la navaja ¿Qué tramará ese malvado de Cuesta? Estoy deseando que llegué el día 9 para saber un poco más. Avisa a Helena que espabile o le levanto al señor TeAdoro jajaja.
Fantástica historia mis felicitaciones.
Hola, Mariola... Pues la verdad es que no sé qué pudo pasar... es algo extraño, sí
EliminarMe alegra que te haya encantado
Es que con el apellido de Blas es muy sencillo hacer ese cambio de vocales ;-)
jajaja... Bueno, no creo que pretendiera que se desmayara... sí quería que reconociera el vestido... y ella tenía una buena excusa preparada
¿Andas un poco enamorada de Blas? Pues no sé qué decir... jajaja
El señor Ismael Cuesta es muy malvado, nada bueno puede tramar con una navaja
Bueno, pues el día 9 llegará y sabrás más
De acuerdo, avisare a Helena ;-)
Muchas gracias por tu simpático comentario
Besos
Ese juego entre Helena y Blas se está volviendoi harto peligroso, las personas somos muy complejas y ¡¡Por Dios! que despidan a ese demonio de Sr. Cuesta, es el diablo en persona, esperemos que el pobre niño salga ileso de todo esto.
ResponderEliminarHasta junio, pues.
Besos
Hola, Julia... Sí, es cierto que las personas somos muy complejas... bueno, unas más que otras ;-)
EliminarPero el amor es muy sencillo
El señor Cuesta ya ha sido despedido, pero el viernes va a ir al instituto... está en la lista de profesores que deben asistir
Nico te da las gracias por tus buenos deseos
Sí, hasta junio
Besos
bueno seguro que Helena esta maravillosa con ese vestido azul, me la estoy imaginando ejejje
ResponderEliminarBueno seguro que Blas ha creido que obrar asi le pondrá las cosas mejor para acercarse a Helena a veces causar un poco de indiferencia parace que estimule más a las personas para perseverar en un encuentro.
El señor Cuesta es maligno creo que le quedan dos telediarios ejjeje a ver si Nico tiene suerte y no le pasa nada.
Bueno al fin pude leer el capitulo.
Cuidate mucho, besotessssssssssssssss
Hola, Yoik... Sí, ese vestido le sentaba muy bien, me alegra que la hayas imaginado ;-)
EliminarNo sé, la indiferencia puede doler bastante a la persona que la sufre y eso puede dificultar más cualquier encuentro o reconciliación
Yo creo, y te lo digo como lectora, que el impacto ha sido muy fuerte para Blas cuando ha visto a Helena con el vestido y no ha sabido reaccionar de otro modo
El señor Cuesta es maligno, sí... lo que no te puedo decir es si le quedan dos telediarios
Ya veremos si Nico tiene suerte
Sí, y yo me alegro mucho
Gracias, me cuidaré... cuídate tú también
Besotesssssssss ;-)
La noche de antes, los preparativos... Se respira la ilusión. Y ¡cómo no! También el nerviosismo. Escenas paralelas, humanas, tiernas. Y ese diálogo que rememora Helena en torno al vestido azul... Delicioso. Muy natural, casual, informal, nada empalagoso. Lo has bordado, amiga. Y el Blas TeAdoro... Un comentario brillante, dulce e ingenioso a un tiempo. Muy propio de Helena.
ResponderEliminarEl cabreo de Nico, hambriento de respuestas. Don Ismael, a punto de ser despedido... Hurraaaa! El hecho de que los demás profesores se congratulen con la decisión de Blas actuando cordiales con el director y esgrimiendo una total naturalidad, resulta muy real, así actuamos ante el castigo de un hombre miserable que todavía nos atemoriza. Muy bien plasmado.
Pero me preocupa y mucho la reacción de Ismael, que ahora está sobre aviso. El malvado siempre es peligroso pero más aún cuando ya no tiene nada que perder y se prepara para los últimos coletazos... Temo por Nico.
El ambiente en el colegio antes de la gala es perfecto, todos dispuestos y Don Cardo, ¡el que más! Me parto con ese hombre :) Claro que me ha dado muchísima pena la reacción de Blas, creo que ha errado de pleno. Pero la inseguridad nos vuelve complicados, resentidos y nos juega esas malas pasadas. Sí, creo que Helena se ha ido y no piensa volver. Salvo en las comedias de enredo de Oscar Wilde, no se suelen desbaratar los malentendidos. Lo que no hace sino afianzarme en el afecto que siento por Helena, su arrojo, su pasión y también su fragilidad que intenta disimular pero está ahí... El amor nos hace entusiastas, fuertes y paradógicamente también débiles al mismo tiempo. Ojalá que el azar juegue a favor de esta pareja... Lo deseo de corazón.
Ha sido un capítulo muy gráfico, muy bien plasmado en escenas paralelas que convergen. Plagado de detalles que reflejan estados de ánimo... Magnífico. El día se presenta largo, con nuevas complicaciones añadidas. A la tempestad siempre le precede la calma, tremenda tensión se respira. Me encanta el cariz que está tomando la historia, todo se entrelaza despacio y el futuro asoma.
Me he retrasado en la visita, Mela, es que soy muy desorganizada. Me registraré para que me lleguen las entradas de La Estación directamente al correo, así no dependeré de calendarios y no me pasará nunca más. ¡Y Con lo que he disfrutado! Y el próximo día ¡ya veras! Me adelantaré a todos estos (ahora que no nos oyen ;) Schiiist, juego con el factor sorpresa, no te chives. Un besazo.
Hola, Mere... Me alegra que te haya gustado esa escena, porque a mí me encantó escribirla
EliminarCuando Helena se prueba el vestido está ilusionada, sí... y es inevitable que no recuerde algo muy hermoso que le sucedió
jajaja... Es que Blas tiene un apellido que me pareció perfecto para cambiar la vocal "o" por la "a"
Bueno, Blas ya le ha dicho a Ismael Cuesta que el lunes piensa entregarle una carta de despido... y los demás profesores se alegran porque este hombre es muy desagradable y violento
Entiendo que temas por Nico... lo cierto es que está en peligro
jajaja... Yo también me río con el señor Eduardo Cardo...un personaje así da mucho juego
Supongo que Blas no ha sabido reaccionar de otro modo, ver a Helena con el vestido ha sido un impacto que no esperaba... no estaba preparado
Sí, Helena se ha ido... pero está empeñada en ir al instituto el viernes... sería raro que no volviera... eso sí, no creo que vuelva con el vestido azul
Es muy cierto que Helena intenta disimular su fragilidad
Pues estoy muy de acuerdo contigo... creo que el amor nos hace entusiastas, fuertes, y al mismo tiempo, débiles
Tu deseo es precioso... ya veremos si se cumple... Te aseguro que, como lectora, desearía lo mismo que tú... como autora, no te lo puedo decir ;-)
Me alegra mucho que hayas disfrutado con el capítulo
jajaja... Tranquila, no soy chivata
Muchas gracias por tu precioso comentario
Un besazo
Hola Mela!
ResponderEliminarMe alegro mucho de que por fin Cuesta salga despedido del instituto y espero que sea cuesta abajo rodando a toda prisa para no volver más; pero ¿para qué poner una navaja en el pupitre? bueno, para algo malo claro está y esa amenaza dicha de pensamiento contra Nico...ufff
Suponía que la reacción de Blas lo mismo no era la que esperaba Helena...
Creo que no era muy buen momento para llevar el vestido azul ahí delante de todos...me lo imaginaba algo más íntimo o en una fiesta, no por la mañana de sopetón en el instituto. Se hubiera sabido su identidad al instante si Blas no hubiera contenido su sorpresa! y comedido sigue, sin ponerse celoso ante la atenta mirada y piropo que le echa el profe de gimnasia. Pero seguro que cuando recapacite se dará cuenta que si Helena ha conservado tantos años el regalo es porque de verdad le adora. Mientras tanto, qué pena que sufran más malentendidos
Un beso
Hola, Esther... Es normal que te alegres de que semejante individuo haya sido despedido... Sí, no estaría mal que se fuera cuesta abajo ;-)
ResponderEliminarSí, la navaja y el pensamiento que tiene no presagian nada bueno
No, la reacción de Blas no era la que esperaba Helena... ella quería que reconociera el vestido
Es que Helena piensa marcharse al día siguiente... y, antes de su marcha, quería que Blas viera el vestido
Si Blas se ha contenido es porque espera la visita de Arturo Corona y Jaime Palacios
Aunque Helena tenía pensada una excusa por llevar ese vestido... excusa que se sabrá más adelante, de poco le hubiera servido
Sí, es una pena... pero la vida es así en muchas ocasiones... quizás en demasiadas
Un beso