CAPÍTULO 109
UNA NOCHE ESPANTOSA, Y UN RECUERDO IMBORRABLE
T
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anto Nicolás como Natalia dedujeron que quien terminaba
de gritarles debía ser el portero. Ambos miraron hacia tras con semblantes
descompuestos y, en efecto, el hombre de la cicatriz en el pómulo derecho los
estaba observando con notoria suficiencia.
—¡Echad a correr! —exclamó Nicolás a las chicas — ¡Yo entretendré a este tipo!
Natalia se lanzó a la carrera pero la jovencita se
detuvo, muy sorprendida, cuando llegó hasta Bibiana, Leopoldo y Lucas sin comprender por qué ellos no corrían. Solo miraban hacia la discoteca, atentamente.
Natalia se dio la vuelta y su asombro aumentó cuando vio a Rocío junto al
portero.
—¿Por qué esa idiota no ha corrido detrás de mí? —preguntó la niña en voz alta.
Nadie respondió a su interrogante.
El pobre Nicolás también estaba muy sorprendido y,
prácticamente, no podía creer lo que estaba sucediendo. Rocío Sierra, en lugar
de huir, se había colocado al lado del hombre alto y corpulento y lo miró de tal forma que no le gustó en absoluto. ¿Qué estaba pasando? No iba a tardar en saberlo.
—Creo que tienes un problema, muchacho —habló el portero sonriendo levemente, tan leve, que el chiquillo no pudo
verle ni un solo diente—. Y los problemas hay que solucionarlos. Tú
debes solucionar el tuyo. Explícale cómo hacerlo —añadió dirigiéndose a la mujer—, me parece que este memo no está entendiendo nada.
—Te hemos tendido una trampa, Nicolás, y has caído muy fácilmente —se burló la joven y, por primera vez, el atónito niño vio en sus ojos
un brillo de maldad—. Mi padre lo planeó todo, a mí no me ha
secuestrado nadie. En el pasillo, al igual que en mi cuarto, hay una cámara de
seguridad y ha quedado grabado tu rostro. Me has secuestrado y eso es un
delito. ¿Cómo crees que reaccionará tu padre si llega a sus manos esa
grabación? Tendría que pagarme una gran cantidad de pasta para que no te
denuncie. Y si no me cree, tendríamos que quitarlo de en medio.
A pesar de que la temperatura en la calle era muy
baja, Nicolás notó que empezaba a sudar y que se estaba mareando.
—Vete a casa con esos monigotes que te están esperando —dijo el portero—. Tu padre tiene una caja fuerte en su
despacho. Ábrela y saca todo el dinero que haya. No intentes engañarnos; queremos
mucho dinero. Verás, somos ambiciosos. A las tres de la mañana, Benito o yo
iremos a por la pasta. Te conviene darnos mucha para que quedemos satisfechos.
Es la única manera de que tu papi no vea lo que la cámara ha grabado. Imagina que tu
papi se niega a pagarnos, tendríamos que pegarle un tiro. ¡Venga, lárgate ya! El tiempo pasa deprisa y, a las tres, tienes que tener mucho
caudal para nosotros. ¡ESPABILA!
Nicolás lanzó una breve mirada a Rocío y caminó,
cabizbajo, a reunirse con sus amigos.
—¿Qué es lo qué ha pasado? —indagó Natalia, muy alterada.
—Vámonos a casa; todo era una trampa, me encuentro muy mal —dijo el chiquillo con un hilo de voz.
—Ya decía yo que todo esto me olía muy mal —comentó Leopoldo que no parecía extrañado por los recientes
acontecimientos.
—¿Qué quieres decir con una trampa, qué trampa? —inquirió Natalia, exasperada.
—Hablaremos en casa. Por favor, Nat. ¡QUIERO IR A CASA!
La muchacha se conformó después de percatarse de la
palidez en el rostro de Nicolás y de sus ojos llorosos. Algo terrible debía estar ocurriendo.
Los truenos habían estado avisando durante mucho
rato y, ahora, el resplandor de muy seguidos relámpagos rasgaba la oscuridad
del cielo.
Los niños anduvieron a más velocidad temiendo lo que
inmediatamente se produjo. Enormes goterones de agua empezaron a caer
violentamente sobre sus cabezas y cuerpos. Pronto, la acera y la carretera
quedaron completamente anegadas. Súbitamente parecía estar diluviando. Los
críos no pensaron en guarecerse porque, en pocos minutos, estaban empapados.
Tiritaban de pies a cabeza, pero ninguno distinguía si era por el frío o por la
tensión que padecían.
Un coche pasó muy acelerado junto a ellos y levantó un raudal de agua que salpicó al grupo con brutalidad.
Un coche pasó muy acelerado junto a ellos y levantó un raudal de agua que salpicó al grupo con brutalidad.
—¡Desgraciado! —gritó Leopoldo, furioso, pese a que con la lluvia que caía poca
importancia tenía que el automóvil les hubiese mojado más todavía.
El señor Hernández abrió sus ojos desmesuradamente
cuando la pandilla entró por el jardín.
—¡Alabado sea Cristo! —exclamó, impresionado.
El hombre se refugiaba del chaparrón bajo un paraguas negro— ¿Cómo es posible
que vayan por la calle en estas condiciones? ¡Deberían haber esperado a que
dejase de llover! ¡Entren en casa enseguida, van a pescar una pulmonía!
Los amigos de Nicolás tenían permiso para no
regresar a sus hogares hasta el domingo por la tarde. Todos se desprendieron de
sus ropas caladas y se secaron con toallas para, finalmente, ponerse pijamas.
La ropa seca y la temperatura agradable de la casa hicieron que sus cuerpos se
reanimaran con rapidez.
Prudencia y Cruz les prepararon tazones de
leche caliente con cacao que los niños tomaron, agradecidos.
Un rato después, Matías y las dos mujeres se
marcharon puesto que Nicolás se lo pidió, asegurándoles que ya no necesitaban
absolutamente nada. Los chiquillos se acomodaron en el cuarto de los juegos,
sentándose en las butacas. Estaban exhaustos. Fuera, la tormenta continuaba
pero ya no les afectaba.
—Y
bien —dijo Natalia mirando a Nicolás—… cuéntanos qué ha ocurrido.
En cinco minutos, el niño explicó a sus
compañeros el engaño del que había sido objeto por parte de
Rocío Sierra.
—¡Menuda
asquerosa! —exclamó Natalia, enfurecida.
—El
señor Benito no parecía mala persona —declaró Bibiana, apenada y preocupada—.
¿Qué vas a hacer, Nico?
—Lo
mejor que puede hacer es llamar ahora mismo a su padre y contárselo todo —manifestó
Leopoldo poniéndose en pie.
—Tú
no te enteras de nada, ¿verdad? —se indignó Lucas— A ti no te importa poner a
Blas en peligro, ¿verdad?
Nicolás se levantó y miró por la ventana, vio
claridad en la casa del señor Matías. Se dirigió a una estantería y cogió una
linterna, acto seguido apagó la luz de la estancia.
—Matías
tiene que pensar que estamos acostados, así se acostará él también.
El muchacho estaba en lo cierto, instantes
después se extinguió toda iluminación en el hogar de la familia Hernández.
—Son
casi las doce —destacó Lucas—. ¿No crees que deberíamos ir al despacho de tu
padre? Seguro que la caja fuerte está detrás de algún cuadro.
Con la linterna encendida los chiquillos
recorrieron el pasillo que conducía al recibidor, entraron en el despacho donde
había dos mesas y Nicolás estudiaba y hacía sus deberes.
—Este
despacho lo compartes con tu padre, ¿verdad? —indagó Lucas.
Nicolás asintió.
—Seguro
que la caja que buscamos está en el despacho que tu padre utiliza para sí solo —previó
Lucas.
Abrieron la puerta ubicada en una pared,
detrás de las mesas, y pasaron a otra estancia muy parecida a la anterior.
—Aquí hay solo una mesa —dijo Bibiana.
Lucas fue directo a un cuadro grande que era
un diploma de los numerosos que poseía el señor Teodoro. Lo descolgó y lo
depositó en el suelo.
—¡Aquí
tenemos la caja! —profirió, complacido.
Nicolás la miró como si se tratara de un
animal peligroso.
—No
sé cómo abrirla —dijo, muy nervioso.
—¿Qué
se te ocurre ahora, listillo? —preguntó Leopoldo a Lucas, disgustado por el
protagonismo del que el rubio chaval se había adueñado.
—No
es difícil deducir qué números habrá puesto Blas para abrir la caja —manifestó
Lucas, siguiendo en posesión de las riendas de la situación. Estaba demostrando
tener más sangre fría que el resto del grupo. Todos lo achacaron al hecho de
que su padre era policía—. Nico, en esta mesa hay una foto tuya —señaló—. En la
mesa de tu padre del otro despacho hay otra foto tuya. En el despacho del
instituto también hay otra foto tuya. Las paredes del salón están llenas de
cuadros tuyos. Está clarísimo que tú eres lo más importante para tu padre.
Seguro que la combinación de números que ha puesto para abrir la caja es la
fecha de tu nacimiento.
Nicolás miró con aprensión la pieza de acero que estaba incrustada en la pared; se aproximó a ella. Digitalmente fue
señalando unos números en un teclado de la parte frontal, y estos números aparecieron impresos en una
diminuta pantalla. Para concluir pulsó una tecla donde se leía OK. Como por
arte de magia la puerta de la caja se entreabrió, y Nicolás la abrió totalmente.
No fue necesario enfocar la linterna a su interior porque una luz ilu minaba el hueco. Los niños se apiñaron
queriendo descubrir lo que había dentro. Vieron carpetas, papeles y sobres, pero
lo que más llamó la atención de los jovencitos fueron cinco montones de
billetes de quinientos dívares sujetos cada uno por una goma elástica. Nicolás sacó de
la caja los cinco montones de billetes y los puso sobre la mesa del señor
Teodoro. Seguidamente se aseguró de que no quedase dinero en la caja. Vio un
cofre. Lo abrió; diferentes joyas muy brillantes que debían pertenecer a
su abuela se hallaban en el interior. Nadie le había pedido joyas; por lo tanto, devolvió el cofre a su
lugar y cerró la caja. Entre él y Leopoldo colgaron el diploma enmarcado del
señor Teodoro, cubriendo la caja fuerte.
—Nico,
¿no deberíamos contar el dinero que hay? —preguntó Natalia, indecisa— A lo mejor hay mucho y no es preciso
entregarlo todo.
—¡No! —se negó el chaval con brusquedad—
Es conveniente que les dé mucho dinero. Así se olvidarán de mi padre.
—Blas
se volverá loco cuando abra la caja y no vea el dinero. ¿Qué le dirás?
—Le
diré que Benito ha venido y me ha pedido dinero. Que le hacía mucha falta y se
lo he dado.
—Creo que esta vez Blas sí te va a matar, Nico —auguró Natalia.
Los chiquillos fueron a la cocina; de un cajón
extrajeron un rollo de bolsas de basura aromáticas y arrancaron una. En ella
metieron los cinco paquetes de billetes. Después se instalaron en la habitación
de los juegos esperando la llegada de las tres de la madrugada. Apagaron la
linterna y encendieron la luz de la estancia, convencidos de que el señor
Hernández y su familia debían estar profundamente
dormidos. Leopoldo bostezó ruidosamente en varias ocasiones.
—Si
tienes sueño, vete a dormir —le dijo Nicolás, soliviantado.
—No
pienso irme a dormir mientras vosotros estéis levantados y esa gente no haya
venido a por el dinero.
—¡Pues
entonces no bosteces más! ¡Me pones nervioso!
Lucas sorprendió de nuevo a todos y se ofreció, valientemente, a ser él
quien entregara el dinero a quien viniera a buscarlo a la hora pactada.
—Es
mejor que salga yo —le explicó a Nicolás—, imagínate que el señor Matías te ve
por casualidad. Se armaría un alboroto. Sin embargo si me ve a mí no creo que
le importe si salgo o entro de la casa.
A los niños les pareció que los minutos
transcurrían muy lentamente y la espera se les hizo muy larga. Casi a las tres
de la madrugada, Lucas salió al jardín con la bolsa del dinero y un paraguas.
Seguía cayendo una lluvia muy intensa y los truenos y relámpagos eran
estremecedores. El hombre de la cicatriz en el pómulo derecho estaba aguardando
al otro lado de la puerta pequeña. Lucas le entregó la bolsa a través de las
rejas.
—Espero
que tu amiguito haya puesto bastante pasta —manifestó el individuo con codicia.
—Ha
puesto todo el dinero que había en la caja.
—Así
me gusta, chico obediente.
Lucas regresó a la habitación de los juegos
donde sus compañeros le esperaban, impacientes.
—¿Qué
ha pasado? —inquirió Nicolás, muy inquieto.
—Le he dado el dinero a un hombre de unos
cincuenta años, pelo gris, no muy alto. Tenía una verruga en la barbilla.
—¡Benito
Sierra! —gritó Nicolás, indignado— Me alegro de que hayas ido tú a darle el
dinero. No me hubiese gustado nada verle la cara. Se ha portado muy mal con mi
padre y conmigo.
Lucas asintió pero evitó mirar directamente a
su amigo, temiendo que notara el rubor que había acudido muy inoportuno a
su rostro.
∎∎∎
Relámpagos y truenos se sucedían y la lluvia caía incansable, constante, con un deseo incontrolado, alocado, casi salvaje, de inundar la ciudad de Aránzazu.
Helena Palacios, tras el grueso cristal de una ventana de su habitación contemplaba la densa cortina de agua y, en esa densa cortina de agua, pudo ver con claridad una playa en una noche de verano, o quizá era otoño, o primavera.
También llovía y la playa quedó callada y solitaria. Callada no, el cielo y el mar rugían.
Dos jóvenes, un chico y una chica, tendidos en la arena, desafiaron a la tormenta y se proclamaron dueños de esa playa solitaria.
Cogidos de la mano, con sus cuerpos muy mojados, se fueron metiendo dentro de un mar revuelto y crispado. Las olas les lamían, los empujaban, los lanzaban y tiraban, los cubrían.
Los jóvenes sonreían, reían, jugaban con las olas, las olas jugaban con ellos... se sentían vivos, poderosos, felices.
Y un beso llevó a otro beso, y sus labios ardían. Y cuando él la hizo suya, lo hizo con tanto mimo y dulzura que ella ni lo notó. Solo sintió un placer tan increíble que creyó que podía morir en aquel instante.
Y un reguero de sangre tiñó de rojo un trozo de mar. Y ese mar, sus olas, la arena y el cielo fueron testigos de lo que ocurrió entre Blas Teodoro y Helena Palacios aquella noche de tormenta en una playa solitaria.
Un recuerdo imborrable, alguna noche cuando llovía.
Helena bajó la persiana, corrió la cortina y se metió en la cama. No quería recordar, solo quería olvidar y solo recordaba lo que quería olvidar. No apagó la luz, no se atrevió.
Temblaba y no hacía frío. Temblaba como un pajarillo que, sin querer, cae de su nido y siente miedo de ese bosque desconocido.
Y se maldijo a sí misma y culpó a Blas; y maldiciendo y culpando fueron pasando lentas las horas.
∎∎∎
Relámpagos y truenos se sucedían y la lluvia caía incansable, constante, con un deseo incontrolado, alocado, casi salvaje, de inundar la ciudad de Aránzazu.
Helena Palacios, tras el grueso cristal de una ventana de su habitación contemplaba la densa cortina de agua y, en esa densa cortina de agua, pudo ver con claridad una playa en una noche de verano, o quizá era otoño, o primavera.
También llovía y la playa quedó callada y solitaria. Callada no, el cielo y el mar rugían.
Dos jóvenes, un chico y una chica, tendidos en la arena, desafiaron a la tormenta y se proclamaron dueños de esa playa solitaria.
Cogidos de la mano, con sus cuerpos muy mojados, se fueron metiendo dentro de un mar revuelto y crispado. Las olas les lamían, los empujaban, los lanzaban y tiraban, los cubrían.
Los jóvenes sonreían, reían, jugaban con las olas, las olas jugaban con ellos... se sentían vivos, poderosos, felices.
Y un beso llevó a otro beso, y sus labios ardían. Y cuando él la hizo suya, lo hizo con tanto mimo y dulzura que ella ni lo notó. Solo sintió un placer tan increíble que creyó que podía morir en aquel instante.
Y un reguero de sangre tiñó de rojo un trozo de mar. Y ese mar, sus olas, la arena y el cielo fueron testigos de lo que ocurrió entre Blas Teodoro y Helena Palacios aquella noche de tormenta en una playa solitaria.
Un recuerdo imborrable, alguna noche cuando llovía.
Helena bajó la persiana, corrió la cortina y se metió en la cama. No quería recordar, solo quería olvidar y solo recordaba lo que quería olvidar. No apagó la luz, no se atrevió.
Temblaba y no hacía frío. Temblaba como un pajarillo que, sin querer, cae de su nido y siente miedo de ese bosque desconocido.
Y se maldijo a sí misma y culpó a Blas; y maldiciendo y culpando fueron pasando lentas las horas.
Págs. 862-870
Esta semana os dejo una canción de La Oreja de Van Gogh.... "La playa"
Próxima publicación... jueves, 5 de marzo
Ay Mela qué capítulo tan bueno!!! Ay Blas cuando llegue a casa y vea que se ha quedado sin dinero. Ay qué gracia con Nico!!! Y cómo dice Lucas que es Benito el que ha ido? Eso tendrás que explicarlo bonita. ¡¡¡¡Ay Blas y Helena!!!! Hicieron el amor en la playa y llovía, ay qué romántica Mela!!!! Tendrías que haberte extendido más y haber dado más detalles pero no entiendo si Helena estaba casada con Bruno ¿cómo es que era virgen??? Porque ya me dirás la sangre qué significado tiene. Tienes que explicarlo, cariño.
ResponderEliminarBesitos!!!
Hola Julia... Me alegra mucho que te haya gustado el capítulo
EliminarBueno, ya veremos qué sucede cuando Blas llegue a casa y compruebe que en su caja fuerte ya no hay dinero ;-)
Creo que ha quedado claro que Benito no ha ido a por el dinero... por lo tanto, tiene que estar claro que Lucas ha mentido
Sí, podría haberme extendido más pero consideré que ya estaba todo dicho... y creo que se entiende lo que pasó
Es cierto que Helena estaba casada, pero que estuviera casada no implica necesariamente que hubiese mantenido relaciones intimas con su marido... y, de hecho, no las había mantenido
¡Besitos!
¡¡¡Ay, Mela!!! Mi madre te manda cariños, está muy preocupada por Nico y piensa que Rocío es malísima. Mis amigas están criticando a Helena, todas no, algunas que dicen que qué hacía Helena con Blas si estaba casada. ¡¡¡Ay qué gracia!!!
EliminarBesitos!!!!
Pues le das las gracias a tu madre de mi parte, y un par de besos... y le dices que no se preocupe por Nico, esto es ficción... y, sí, Rocío no es buena persona
EliminarY bueno, pues estas amigas tuyas que critican... pues que critiquen cuanto quieran
Besitos!!
Uy me dio penita Nicolás y lo que tuvo que hacer para salvarse y va ver cuando su padre se de cuenta de que paso dios a Blas le va dar un ataque cuando se entere y ahi e late que a los niños los estafaron y van seguir pidiendo dinero. Yo creo que Helena aún ama a Blas. Te mando un beso y te me cuidas.
ResponderEliminarHola JP... Es normal que te haya dado pena Nicolás, está muy mal lo que han hecho Rocío y compañía
EliminarYa veremos lo que ocurre cuando se entere Blas... pero, desde luego, si se entera Blas, ya no van a tener tan fácil pedir más dinero
Pues es muy posible que lo que tú crees sea muy cierto ;-)
También te mando un beso y te me cuidas ;-)
Jo....r vaya lio en el que le han metido al pobre Nico, y eso que me lo estaba imaginando del capitulo anterior, de esta le mata el padre jejeje aunque bueno en el fondo él solo intentaba hacer algo bueno como era salvar a Rocio Sierra de su secuestro". Vamos a ver como se las apaña para explicarle a Blas lo de la pasta.
ResponderEliminarPor otro lado vaya recuerdos que tiene Helena eh? Seguro que no pudo dormir jejeje
Buen capitulo qurida, me ha encantado.
Besotessssssssssss cuidate
Hola SC... Pues creo que tienes mucha razón... Nico se ha metido en un lío, pero su intención era hacer un bien
EliminarVeremos como se lo explica a Blas... y veremos si Blas lo mata ;-)
Creo que Helena tuvo unos recuerdos muy bonitos ;-)
Pues aciertas, no pudo dormir ;-)
Me alegra mucho que te haya gustado
Cuídate mucho tú también
Besotessssssssss ;-)
¡¡¡Cuánto traidor hay en esta novela!!! ¡¡¡Vaya con Lucas y con Rocío!!! No hubiese estado mal que Nico diera también las joyas de su abuela, jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa. Espectacular final de capítulo, la playa y una tormenta es un escenario perfecto, divino, para que Blas y Helena se amaran en todo su esplendor. ¡¡¡Viva Blas y viva Helena!!! ¡¡¡¡Y viva la madre que te parió!!! Jaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa. No te erices, Mela, que esta expresión no es un insulto. Capitulazo y la canción tenía que ser la playa, no podía ser otra. Los coleccionistas están contentos :))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))))
ResponderEliminarBesos!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Hola Merck... Pues sí, hay más de un traidor... pero creo que no sería justo comparar a Lucas con Rocío... ya conoceremos las razones de Lucas
EliminarNo le pidieron joyas, no las entregó ;-)
Sí, yo también creo que es un escenario perfecto ;-)
Pues estuve a punto de poner otra... "Muñeca de trapo", también la canta La Oreja de Van Gogh... y cuando la escuché me encantó... la pondré otro día
Me alegra que tus coleccionistas estén contentos ;-)
Besos!!!
si ya decía yo que Nico se había metido esta vez en algo muy serio, y difícil de salir, como ceda al chantaje está perdido, mas le vale contarle al verdad a Blas...
ResponderEliminarEl final muy tórrido jajaja
Besos
Raquel
Hola Raquel... Pues tú lo decías y no te equivocabas ;-)
EliminarY sí, ceder a un chantaje puede traer consecuencias muy malas pero, a veces, es complicado no ceder
Ya veremos si le cuenta la verdad a Blas
Bueno, es que los labios de Blas y Helena ardían ;-)
Besos
Hola Mela, en menudo lío se han metido, sobre todo, Nico. A ver cómo va a explicar esto a Blas... porque no creo que la cosa quede así, es de suponer que esa chusma de la discoteca va a seguir chantajeando al chico. Y Lucas... ¿qué se trae? ¿También le está haciendo la cama igual que hizo Rocío? Porque Benito Sierra está muerto ¿no?
ResponderEliminarEscena romántica donde las haya entre Blas y Helena, la playa en soledad es uno de los paraísos más hermosos que existen... ¡Ups! paraíso de edén, que me ha sonado mal por culpa de la disco de la discordia :D:D:D Recuerdo imborrable para rememorar en un día de lluvia y siempre. Pobre Helena y pobre Blas.
Y la canción que has elegido, perfecta.
Besos de lluvia y arena
Hola Nena... La verdad es que Nico se ha metido en un lío... creo que, de algún modo, tendrá que explicárselo a Blas ;-)
EliminarQuizás se han llevado bastante dinero y su intención no es seguir chantajeando... además, en el momento que Blas se entere, ya no lo van a tener tan fácil
No puedo decirte lo que ocurre con Lucas... sí puedo decirte que no se puede comparar con Rocío
Por supuesto que Benito Sierra está muerto... lo asesinaron los policías que siguieron a los niños el domingo que salieron
Sí, es una escena romántica... y esa playa sigue siendo un Paraíso, aunque la discoteca se llame igual
;-)
Sí, tienes razón, algo así se recuerda siempre
Bueno, ellos tuvieron la suerte de conocerse y de quererse... quizás no son tan pobres
Estuve a punto de elegir "Muñeca de trapo"... ya la pondré otro día... "La playa" era más indicada para este capítulo... pero es que la otra canción me cautivó
Pues me mandas unos besos preciosos
Yo también te mando besos de lluvia y arena ;-)
Muñeca de trapo es mi preferida, pero hoy es más apropiada La playa, sí.
EliminarPues algún día escucharás esa canción en la Estación... me ha encantado
EliminarHola Mela, fantástico final, con qué dulzura y mimo has narrado lo que ocurrió entre dos protagonistas extraordinarios. No hay ni un solo capítulo de esta novela que no me guste y en el 109 has logrado emocionarme Mientras leía el final estaba leyendo poesía..
ResponderEliminarBenito Sierra está muerto y no me queda claro si es culpable. La canción elegida también me parece muy apropiada para este capítulo.
Felicidades, hada escribiente, eres increíble.
Hola Juan... Me alegra que te haya gustado tanto el final del capítulo... confieso que a mí también me gusta ;-)
EliminarBenito Sierra está muerto, sí... y está muy bien que no te quede claro que sea culpable porque, a lo mejor, no lo es
Sí, la canción es apropiada
Muchas gracias por ser tan agradable
Increíble. Yo me olía que tenderían una trampa al pobre Nico, pero que Benito Sierra estuviera detrás de todo, no me lo esperaba!! Me ha encantado este capítulo Mela. Ha sido sorprendente. El suspense de esta historia mejora por momentos :)
ResponderEliminar.Estelle.
Hola Estelle... Pues sí, a Nico le han tendido una trampa
EliminarRespecto a Benito, no lo podemos declarar culpable todavía... las personas que lo han acusado, Rocío y el portero de la discoteca, no son de fiar
Bueno, todo lo que mejore es buena noticia ;-)
Me alegra mucho que te haya gustado
Besos
La madre que... mira, no la llamo dos burradas porque tengo educación. Encima Nico es inocente como niño que es y debería de haber confiado en su padre, ese par nos e van a quedar así, tan tranquilos. Seguro que siguen pidiendo y acechando al pobre chiquillo.
ResponderEliminarPor cierto que Lucas no me gusta, es... demasiado listo para averiguar determinadas cosas. No sé yo
Y Helena... lo siento, pero sigue enamorada
Besos
Hola Silvia... jajaja... Creo que es mejor que mantengamos la calma
EliminarBlas está en el hospital, y Nico ha querido protegerlo de personas que considera bastante peligrosas
Ya veremos lo que ocurre con Rocío y con el portero... no nos podemos olvidar de Álvaro Artiach y de Ismael Cuesta
Sí, Lucas sabía muy bien donde estaba la caja fuerte y la combinación que la abría... esto se acabará entendiendo
Sí, comprendo que lo sientas... estar enamorada es algo terrible ;-)
Besos
hola Mela,a Blas no le impoorta el dinero no le importa nada de nada,lo unico que le importa es Helena,sisi y han estao en la playa y eso no le importa a nadie y Helena lleva biquini sisi le gusta el biquini y eso no le importa a nadie,esa Rocio es igual de fresca que una lechuga y el portero un fresco,que no se arrimen a Helena que no quiere saber de discotecas,
ResponderEliminarsaludos mios,
Hola Carlos... Sobre tu comentario lo único que puedo decir es que a Blas le importa más Helena que el dinero... eso es cierto
EliminarY a Rocío y al portero se les puede llamar frescos, sí
Respecto al biquini... en este capítulo no se ha mencionado ningún biquini
Saludos
hola Mela,no digas que Helena no lleva biquini a Helena le gusta el biquini,ella no lleva bañadoe ehh,Helena en la playa y en la piscina lleva biquini no digas que lleva bañador y si culpa a Blas es porquee Blas tiene culpa que no diga Blas que no tiene culpa,
Eliminarsaludos mios,
Lo único que yo digo es que en este capítulo no se ha mencionado ninguna prenda de baño... a ver si es posible que te enteres de esto
Eliminarhola Mela no se a mencionaso y es en fallo porque Helena lleva biquini,buen fin de semana,
Eliminarsaludos mios,
Sinceramente te digo que creo que el fallo está en tu cabeza
EliminarEntonces el padre de Rocío está en el ajo. Ella está en la discoteca ¿con el consentimiento de su padre? Menuda sorpresa, eso sí que no me lo esperaba. Claro que aún me quedan dudas... ¿no será un farol? Benito Sierra y cía están jugando fuerte. Y para mi consternación, están siendo muy inteligentes. Porque pensé que querían una vez dentro, secuestrarían a Nico. Pero NO. Le chantajean ¡brillante!
ResponderEliminarLo he sentido por Natalia. Lo ha pasado mal, la pobre. ¿Y Lucas? Ahí hay gato encerrado. Para mí que ha pegado el cambiazo, no ha entregado el dinero. En cuyo caso ¿habrá represalias?
Se palpa la tensión, nos embarga la inquietud... Así es, Mela. Nos tienes en Aranzazu, completamente abducidos :) Un beso.
Hola Mere... Nos tiene que quedar muy claro que Benito Sierra fue asesinado por dos policías en una comisaría de Aránzazu... quiero decir que cabe la posibilidad de que Rocío y el portero hayan mentido
EliminarSu intención no era secuestrar a Nico... su intención era llevarse el dinero
Nos podemos preguntar cómo sabían que en esa caja fuerte había dinero, que en ese despacho estaba la caja fuerte... y, además, han actuado muy conscientes de que Blas no estaba en casa... No podemos olvidarnos de Álvaro Artiach, el amigo de Blas, y de Ismael Cuesta, el profesor de matemáticas
Es muy cierto que Natalia lo ha pasado mal
Si Lucas ha pegado el cambiazo... seguro que hay represalias ;-)
jajaja... Es la primera vez que me acusan de abducir
Un beso
Y el episodio de la playa... Caliente, caliente ;) Ahora en serio: Los he visto a ellos dos, besándose bajo la lluvia. Empezaría casi jugando como una travesura, si bien para Helena... Fue algo importante, la marca de por vida.
ResponderEliminarjajaja... El amor tiene momentos de alta temperatura
EliminarFue importante para los dos... y los dos están marcados, pero es una marca muy hermosa ;-)
Esto si que no me lo esperaba !!!! Pero no me quiero imaginar la que se va a armar cuando Blas descubra que no está el dinero !!!!!
ResponderEliminarHelena me parece cada vez más cercana, cosa que en la primera parte me dio la impresión de ser una persona sin buenos sentimientos.
La oreja de Van Gogh me encanta !!!!
Besos y feliz fin de semana !!!
Hola Lidia... A mí siempre me parece adecuado que una novela sorprenda ;-)
EliminarPues te puedo asegurar que Blas descubrirá que el dinero no está... ya veremos como reacciona
Helena salió poco en la primera parte... y, sí, es posible que diera esa impresión
Sí te puedo decir que yo estoy segura de que una persona sin buenos sentimientos es incapaz de enamorarse... esto que te digo, a lo mejor te da una pista sobre los sentimientos de Helena
Bueno, pues ya sé que te encanta Malú y la oreja de Van Gogh ;-)
Besos y feliz fin de semana!!!
Vaya, pues esta vez si que me has sorprendido Mela, sabía que Rocío se traía algo entre manos, pero no podía ni imaginar que sería algo así... Y Lucas también se trae algo, eso está claro, aunque seguro que nos vuelves a sorprender pronto :)
ResponderEliminarSolo le faltaba eso al pobre Blas, igual su madre (que ya sabes que no me cae muy bien) tiene algo que ver con ésto también.... no se, no se :)
Y a Nico creo que se le va a caer el pelo en cuanto su padre vuelva a casa, a ver como lo hacer para salirse de ésta.
Besos Mela, un capítulo genial!
Hola Laura... Bueno, siempre está bien sorprender a los lectores ;-)
EliminarSí, con Lucas ocurre algo y ya comprobaremos lo que es
Ya veremos si la madre de Blas tiene algo que ver con lo que ha pasado
Pues a ver qué sucede con Nico... porque en el próximo capítulo, Blas estará en casa
Me alegra mucho que te haya gustado
Besos!!
Hola! Me tope con tu blog de casualidad, tienes un gran espacio acá. Me quedare un rato para leer un poco mas. Ya soy seguidora (y)
ResponderEliminarTe invito a pasar por mi blog cuando gustes :)
Hola Ciudadana Lunática... Pues me alegra que hayas topado con mi blog
EliminarPuedes quedarte el rato que desees y leer cuanto quieras
Me parece estupendo ser ciudadana de la Luna ;-)
Muchas gracias por seguirme y por tu invitación... paso ahora mismo por tu blog
Besos
¡Mi querida Mela! Un capítulo impresionante. He pasado por todas las emociones. Dios, ¿qué pasará con Nico ahora? Este truhán no se quedará satisfecho. Blas se disgustará. Imagino como lo tomará en cuanto sepa lo de Nico y el dinero. ¡Qué rabia pobre chico! En cuanto a la escena de la playa... que decirte, hermosa y nos has regalado un dato importante entre Helena y Blas. Sigo pendiente y maravillada de tu escritura como siempre. un beso enorme cielo. Y la Oreja me encanta!! Gracias por el tema.
ResponderEliminar¡Hola, mi querida Lou! ;-)
EliminarMe alegra mucho que te haya gustado el capítulo, y la canción... sí, La Oreja tiene canciones muy bonitas
Blas seguro que se va a disgustar... pero en lo que hizo Nico no hay ninguna mala intención y, muchas veces, las circunstancias que se presentan son las que mandan
Sí, la escena de la playa también me parece hermosa... me encantó escribirla ;-)
Además es la única vez que Blas y Helena se amaron en el absoluto sentido de la palabra
Muchas gracias por tu cariño y por tu muy agradable comentario
Un beso enorme
Hola Mela!!!
ResponderEliminarMe lo temía, era una trampa y Nico ha caído en ella de bruces, es que había algo raro ahí pero claro, a veces las cosas hasta que no pasan no se uno cuenta de que no siempre las personas son como parecen y luego ya es demasiado tarde. Lo que me mosquea un poco es Lucas, pero bueno, ya lo iré descubriendo porque siempre me sorprendes con los cambios en la novela.
Por cierto, el recuerdo de Helena no es de extrañar que sea imborrable, y lo malo de eso es que precisamente las cosas que menos deseamos recordar son precisamente las que tenemos presentes.
A ver cuando Blas descubra que falta tanto dinero...
Besitos.
¡Hola FG! ;-)
EliminarPues sí, tu temor era fundado... se trataba de una trampa y Nico ha caído, sí
Había cosas raras, pero Nico creyó que estaba ayudando a Rocío... pero no, Rocío lo estaba engañando
Comprendo que te mosquee la actitud de Lucas porque está claro que miente... Benito no ha ido a por el dinero
jajaja... Sí, ya lo irás descubriendo
Sí, es comprensible que sea un recuerdo imborrable
Es muy cierto que a veces recordamos cosas que quisiéramos olvidar... en el caso de Helena, yo creo que el recuerdo es bonito y merece la pena recordarlo
Ya veremos qué sucede cuando Blas se entere de la desaparición del dinero ;-)
Me ha alegrado mucho leer tu comentario
Besitos
Ainsss la leche, ya sabía yo que lo habían engañado. A veces no hay que ser tan ingenuo. Un besazo.
ResponderEliminarSí, lo sospechabas y tus sospechas eran ciertas
EliminarSí, es mejor no ser ingenuo nunca... pero a tod@s nos pueden engañar alguna vez
Un besazo
Hola Mela!
ResponderEliminarBueno, aunque con distintos medios-el engaño y el chantaje-, de lo que pensaba que quizá ocurriría (ya que no han secuestrado a Nico, menos mal!) el fin es el mismo: pedir dinero y mucho!
Rocío estará mintiendo...¿cómo puede decir que su padre planeó eso? yo no me lo creo, ésta debe tener el síndrome de Estocolmo o bien le han prometido darle una parte del botín.
Y Lucas parece también que está metido hasta el cuello, de acuerdo con esa panda...es muy sospechoso todo lo que hace en la casa y Nico es tan bueno y confiado...pero debería haber ido él a entregar el dinero y ver con sus propios ojos a quién se lo da, en fin...a ver cuando vuelva Blas qué ocurre!
Me gusta mucho lo bien que escribes, desde el principio hasta el final...con tantas sensaciones fuertes y distintas entre sí, que nos hacen meternos de lleno en cada situación.
Besos!!
P.D: El otro día no pude seguir leyendo porque vino visita inesperada, mecachis!
¡Hola, Esther!
EliminarEn efecto, se han apropiado de mucho dinero de una manera muy fácil
Sí, ella miente... Benito Sierra está muerto y lo único que hacía ese pobre hombre era buscarla
Sí, Lucas lo ha dirigido todo demasiado bien... además ha mentido... él no ha entregado el dinero a Benito Sierra y es el hombre que ha descrito
Me alegra mucho que te guste
jajaja... Esas cosas suelen pasar
¡Besos!