EL CLAN TEODORO-PALACIOS

CUARTA PARTE

jueves, 9 de mayo de 2019

EL CLAN TEODORO-PALACIOS Capítulo 145



























CAPÍTULO 145

CIEN SIGLOS DE PERDÓN


M
atilde entró en la habitación de Helena cuando ya la tormenta se había desatado en Markalo.
Fogonazos de luces rasgaban un cielo cargado de nubarrones oscuros, y estrepitosos truenos sacudían a ese mismo cielo.
Llovía a torrentes. Millares de gotas de agua acribillaban los cristales, con furia, pretendiendo punzar el vidrio. Derrotadas, se deslizaban tras su empeño sin éxito. Les seguían otras.
            —Mal día para salir de compras —dijo Matilde sorprendiendo a Helena, que no se había percatado de su llegada. De inmediato, ocultó la foto de Blas bajo la sábana.
Matilde no comentó nada al respecto, fingió no haberse dado cuenta.
            —La verdad es que no me apetece acompañaros, y no es porque llueva. Me gusta la lluvia, pero detesto ir de compras. Podéis ir tú y Paddy —repuso Helena.
            —¿Vas a contarme por qué hemos salido a toda prisa de Aránzazu? ¿Por qué ni siquiera has visto a Nico? —preguntó Matilde sin rodeos.


Un gesto en el rostro de Helena expresó, sin palabras, el malestar que le provocaron las preguntas de su amiga. Un trueno ensordecedor estalló en el exterior de la habitación.
            —¿Cómo es posible que tenga que explicártelo? ¿Cómo es posible que no lo entiendas? —replicó, molesta— Elisa ha muerto, la mató Álvaro Artiach. Yo estaba allí, yo lo vi. Jamás debí ir a casa de Blas, debí pensar, debí avisar a mi padre. ¡Ha muerto por mi culpa! Se iba a casar con Blas. ¿Has olvidado que se iban a casar? ¿Has olvidado que compartían casa y cama? Yo pensaba que solo compartían casa en épocas de vacaciones, pero no... también compartían cama.
Quizás Blas piensa que yo me alegro de su muerte, y no es cierto. No quiero volver a ver a Blas, nunca le perdonaré que haya compartido cama con otra mujer. Eso no.

Todo lo dicho por Helena no convenció a Matilde, pero Helena estaba obcecada y era materialmente imposible hacerla entrar en razón en aquel momento. Quizás en el valle podrían conversar con la tranquilidad y el sosiego necesarios.
            —¿Y Nico, qué me dices de tu hijo?

Helena suspiró, cansada.
            —El primer día de clase, en el instituto, pedí a Paula que les dijera a los alumnos que hicieran una redacción sobre sus madres —recordó con dolor—. Nico escribió que su madre lo abandonó cuando tenía tres años, no podía recordarla, y no quería imaginar ni pensar nada sobre ella porque le daba igual.
Nico es feliz con Blas, y con Blas va a seguir. A mí no me quiere, a mí no me necesita.
No quiero seguir hablando sobre esto.
¿Crees que estará lloviendo en Aránzazu?
                                                                             ∎∎∎

En Aránzazu no llovía. Sin embargo, también se había desatado una feroz tormenta en la habitación del hospital donde estaba ingresado Nicolás. No era una tormenta de agua, no era una tormenta eléctrica, era una tormenta de palabras tan ruidosas que reventaban como truenos.
Nicolás estaba ansioso, deseaba salir cuanto antes en busca de Helena; y Blas se negaba alegando que debía permanecer un mes en el hospital.
La señora Sales se vio incapaz de sofocar la airada discusión entre padre e hijo.
            —¡Tenemos que ir a raptarla! ¡No podemos perder el tiempo! —gritó Nicolás, excitado.
            —Nico, los médicos me han dicho que lo más prudente, después de lo que te ha pasado, es que permanezcas un mes en el hospital. Tienen que observar tu evolución.
            —¡No me importa lo que digan los médicos! ¡Yo me encuentro bien! Pediré el alta, tú también la pediste cuando estuviste en el hospital. Me acuerdo muy bien.
            —Me alegra que tengas tan buena memoria. Es cierto, la pedí, pero es que da la casualidad que soy mayor de edad. Soy un hombre adulto responsable de mis actos, pero tú eres un crío de quince años. Nadie te dará el alta sin mi consentimiento y no pienso consentir.
            —¡No estaré un mes aquí! ¡No estaré! —vociferó Nicolás, embravecido— Un mes es mucho tiempo. Ahora sabemos que mi madre está en Markalo, pero se puede marchar y volver a desaparecer. ¿Quieres que pase eso?
            —Por supuesto que no, no quiero que pase y no pasará. Ahora sé cosas, dispongo de una información que antes no tenía. Tu madre no volverá a desaparecer, te lo aseguro.
También te aseguro que tú no la quieres más que yo, ni tampoco tienes más ganas que yo de volverla a ver.
Y está bien, no estarás un mes. Quince días.
            —Una semana. Ni un día más o me escaparé —amenazó Nicolás.

Blas se rió forzado, se rió nervioso.
            —Eres igualito que tu madre. Igualito.

La señora Sales sonrió puesto que sabía cuánto le gustaba a Blas que Nicolás se pareciera a Helena.
            —Una semana —repitió el chiquillo.
            —Está bien, una semana.
            —¿Me lo prometes?
            —¿Es necesario?
Nicolás asintió con la cabeza.
            —Muy bien, te lo prometo, aunque no sé si tendré tiempo de conseguir lo que quiero.
            —¿Qué es lo que quieres? —indagó Nicolás con curiosidad.
            —Quería volver a regalarle a tu madre el vestido que le regalé un día, hace doce años, y que ella ha quemado en uno de sus arrebatos.

Nicolás vio como los ojos de su padre brillaban ilusionados.
            —¡Me parece un detalle fantástico, una idea genial! —exclamó contento y emocionado. Y sonrió, y aparecieron en sus mejillas los hoyuelos que tanto gustaban a Blas. Y los ojos de Blas brillaron mucho más.
            —A mí no me parece una idea genial. Blas, ¿de verdad crees que Helena merece eso? Yo no lo creo.

Blas, Nicolás y Emilia miraron hacia la puerta. Estela y Gabriela habían entrado  sin que ellos se dieran cuenta, y era Gabriela quien terminaba de dar su opinión.
Otra tormenta de palabras, mucho más dañina que la anterior, amenazaba con anegar la habitación.
                                                                                  ∎∎∎


En Markalo continuaba lloviendo.
Jaime Palacios, Helena, Matilde y Patricia estaban sentados alrededor de una mesa redonda, grande y pesada. Un mantel blanco la cubría acompañado de servilletas de un blanco tan inmaculado como el mantel.
Patricia buscó una mancha o una arruga, pero ninguna tara encontró.
La muchacha se sentía dichosa, feliz, guapa. Se había puesto un vestido de cuando Helena era una jovencita. La elección no fue sencilla entre decenas de vestidos preciosos. Y en cuanto se miró en un espejo ya no tenía duda de que era la princesa de un palacio. O tal vez la reina.
La abundancia de comida en la mesa era casi escandalosa.
Maura, la cocinera, no había permitido que ninguna de sus dos ayudantes fuera al salón. Le correspondía estar a ella y allí estaba; orgullosa, erguida. Quería presenciar con sus propios ojos como se deleitaban con los manjares que había preparado con gran esmero.
Esperaba que el señor Palacios la felicitara como siempre lo hacía; aunque haciendo honor a la verdad, también recelaba.
Conocía a Helena, sabía que no gozaba con el placer de la comida, y que era incapaz de apreciar su buena mano en la cocina.
Patricia creyó que podría quedarse dormida en su silla de patas torneadas con un tapizado muy mullido y de cómodo y alto respaldo. A continuación, admiró la lámpara de araña que iluminaba la estancia. Tenía múltiples brazos adornados con numerosos colgantes de cristal. La lámpara era fastuosa e irradiaba majestuosidad.
Las paredes relucían trajeadas con un papel pintado con flores que rompía con la oscuridad de los colores caoba de la madera de los muebles.
Había grandes jarrones y un baúl antiguo.
Patricia observó las patas de un sofá, eran semejantes a garras de animales.
A continuación, su atención fue absorbida por un cuadro donde estaba retratada una niña leyendo. Aquella niña era la viva imagen de Helena.
¡Cuánto le gustaría que un pintor de renombre la tomara a ella como modelo!
En la chimenea, un fuego muy vivo calentaba un salón que Patricia hubiera definido en tres palabras. Romántico, refinado y elegante.
Lo que ignoraba Patricia es que aquel no era el salón principal de la mansión.
            —Paddy, ¿no tienes apetito? —le preguntó Helena— Aunque no me extraña que así sea. ¡Con tanta comida sobre la mesa es difícil saber por donde empezar!

Maura frunció los labios, agraviada por el comentario de Helena.
            —Se empieza por una cosa y se sigue por otra —dijo el señor Palacios dejando a un lado el periódico que estaba hojeando—. Y no te preocupes por los demás, tú tampoco has empezado a comer nada.
            —Creía que estabas leyendo el periódico —respondió Helena cogiendo de un cestillo de plata unas cerezas de aspecto muy sabroso.

Patricia pensó que Helena tenía razón, era difícil elegir qué comer en primer lugar. ¡Se veía todo tan exquisito! Se decidió por probar una tostada untada con tomate y con unas finas lonchas de jamón encima. El pan, recién horneado, aún estaba caliente y ¡qué sabor tan delicioso tenían tomate y jamón!
            —A pesar de ser hombre puedo hacer dos cosas a la vez. Leer el periódico y saber que no habías empezado a desayunar —replicó el señor Palacios a su hija—. También sé que Blas Teodoro es un asesino, digno hijo de un dictador. Digno hijo de Arturo Corona. De tal palo...
            —Te ruego que no sigas, papá —le interrumpió Helena, alterada—. Blas puede ser muchas cosas, pero no es un asesino. Recuerda que tú también querías matar a Álvaro Artiach. ¡Ese hombre era un monstruo!
Por otra parte, si a quien roba a un ladrón se le otorga cien años de perdón, es más justo reconocerle cien siglos de perdón a quien mata a un asesino.
            —¿Blas mató a Álvaro Artiach? —preguntó Patricia. Nadie le contestó, y añadió— También debería haber matado a Ismael Cuesta.
            —Lo ha hecho —afirmó el señor Palacios—, y también le disparó a bocajarro a un hombre que estaba maniatado.

Matilde suspiró, consternada. Maura se santiguó.
            —Ya deja de inventar barbaridades, papá —pidió Helena.
            —Eres tú quien ha inventado los cien siglos de perdón. Yo todavía no he inventado nada. Todo lo que he dicho es cierto.
            —¡No puedo más! —exclamó Helena sintiéndose realmente indispuesta— ¡Quiero irme al valle ya!
            —Helena, está lloviendo a mares. Tendrás que esperar.
            —Como si llueven océanos. ¡No esperaré! —aseguró levantándose, y saliendo muy rápida del salón.
            —Todo esto es culpa tuya —acusó Jaime Palacios a Matilde—. Absolutamente tuya.
            —Yo no me quiero ir al valle —dijo Patricia—, quiero quedarme aquí.

El señor Palacios la miró con severidad.
            —Te seré muy franco, me importa muy poco lo que tú quieras, no me importa nada —espetó, enojado. Y también se marchó del salón tras los pasos de Helena.

Maura regresó a la cocina decepcionada y sombría. Jaime Palacios no la había felicitado como hacía siempre, y el desayuno había sido un auténtico desastre. Y de aquella calamidad la única responsable era Helena. ¡Deseaba que se fuera cuanto antes!

Matilde vio la cara de desaliento de Patricia e intentó reconfortarla.
            —Sigue desayunando y no te preocupes por nada.
            —El padre de Helena me da miedo —masculló la niña, compungida.

Matilde le pasó un brazo por los hombros.
            —No le tengas miedo —le dijo—. Jaime Palacios  puede parecerte feroz, brusco, maleducado... pero solo es un hombre muy preocupado por su hija. Él nunca te haría daño, Paddy.

Págs. 1175-1183

Hoy dejo una canción de Juan Pardo... "Sin ti"




                                                             
                                 

34 comentarios:

  1. HOLA MELA,SIN HELENA HEMOS ESTADO MESES,MO COMENTO CANCIONES,LOS CIEN SIGLOS DE PERDON ES COSA DE HELENA,JAIME OALACIOS HA DICHO VERDADES CATEDRALES,ESTA LLOVIENDO HELENA NO PUEDE IR AL VALLE,QUIEN LA ACOMPAÑARA,NO PUEDE IR SOLA,ME ALEGRA QUE HAYAS PUBLICADO,
    SALUDOS MIOS,

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    1. Hola, Carlos... Bueno, alguien inventó los cien años de perdón... Helena ha inventado los cien siglos
      Pues ya veremos si Helena va sola o acompañada
      Yo también me alegro de haber publicado
      Saludos

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    2. HOLA MELA GABRIELA HA VUELTO,BLAS SE QUEDA CON ELLA Y HELENA SE QUEDA EN EL VALLE,ESE ES EL FINAL DE LA NOVELA,
      SALUDOS MIOS,

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    3. Sí, podría ser el final... espero que entiendas que no te voy a decir si has acertado o si estás muy equivocado
      Saludos

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  2. Uy ojala Blas encuentre a Helena y se reconcilien. Genial capítulo extrañaba leerte.

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    1. Hola, JP... Blas y Helena te agradecen tus buenos deseos
      Yo también extrañaba publicar
      Gracias
      Besos

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  3. Holaaaaaaa, he leído que llueven mares y que pueden llover océanos. Aquí se presenta la pirata más terrible de toodooossss los mares y océanos!!!!! Tenía ganas de estrenarme en tu blog!!! Te gusta mi nueva imagen??? Volveréeeeeeeee!!!! Tenemos que parlamentar con tranquilidad y sosiego como dice Matilde!!!!

    Besoteeeeeessssss!!!!!

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    1. Hola, Merche... Pues ya te has estrenado
      Sí, me gusta tu nueva imagen
      Tener una conversación tranquila y sosegada tú y yo sería pedir un milagro... y yo he dejado de perder el tiempo
      Besotes

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    2. Eso es porque tú nunca estás tranquila y sosegada!!! Ahhh, otra cosa, como el pobre Blas rapte a Helena, Blas es hombre muerto. Lo mata y remata Jaime Palacios!!!

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    3. Bueno, pues ya veremos si Blas rapta a Helena... o decide raptar a Jaime Palacios

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    4. Cómo se pondría Jaime Palacios!!!!! Jajajajajajajajajajaj. Sabes una cosita que me ha encantado de este capi??? Cuando Blas le ha dicho a Nico que él quiere más a Helena y que tiene más ganas de volver a verla!!!

      Buenas noches!!!!!

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    5. Bueno, yo creo que Blas ha intentado que Nico entienda que él también está ansioso
      Buenas noches

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  4. Mela cariño mío qué alegría!!!! Has tardado mucho en publicar y no has dicho cuándo vuelves!!!
    Ay qué ganas tengo de que Blas rapte a Helena, ay qué gracia de hombre!!!! Un detallazo que quiera regalarle el vestido que Helena quemó!!! Qué ha escuchado Gabriela?? Eso no lo he entendido bien. A mi madre le ha encantado el capítulo, le encanta Nico aunque dice que es bastante maleducado. Ay qué gracia!!!! Mis amigas también están deseando que Blas rapte a Helena!!!! Tiene que raptarla bonita mía!!!! La canción me encanta, qué potencia de voz cuando grita sin ti!!!!
    Besitos!!!!

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    1. Hola, Julia... Yo también me alegro de haber publicado, me ha sido imposible hacerlo antes
      No he dicho cuando vuelvo a publicar porque no quiero dar una fecha... y luego no cumplirla por el motivo que sea
      Me queda muy claro que tus amigas y tú queréis lo mismo que Nico... que Blas rapte a Helena... ya veremos si eso sucede
      Sí, es todo un detalle que Blas quiera volver a regalarle el vestido
      Pues precisamente Gabriela ha escuchado eso... ha escuchado que Blas quiere regalarle el vestido que ella quemó, no ha escuchado nada más
      Me alegra que a tu madre le haya encantado el capítulo... y bueno, si ella piensa que Nico es maleducado... pues es su opinión, y la respeto
      Es una muy buena canción, me alegra que te haya encantado
      Besitos

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    2. Mela cariño mío!!! Es increíble que el Barça no haya ganado la Copa del Rey, no me lo puedo creer, ya fue muy increíble lo que le pasó en la Champions!!! Ay qué gracia de equipo!!!
      No he ido a votar, no conecto con la política actual.
      Sabes ya cuándo vas a volver a publicar?? Ay tenemos ganas de leer otro capítulo!!!
      Besitos bonita mía!!!

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    3. Julia, puede parecer increíble... pero es lo que ha sucedido... bueno, yo tampoco le doy mayor importancia
      Pase lo que pase... para mí, el Barça, siempre será el mejor
      Bueno, yo sí fui a votar, a pesar de ser bastante apolítica
      Lo antes que pueda, Julia... Te aseguro que lo antes que pueda
      Besitos

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  5. Hola Mela, ya extrañaba leerte!
    Yay, pobre Helena, ese sentimiento de culpa tardará un rato en disolverse. Que me satisface saber que Nico está emocionadisimo por ir en busca de su madre, ay si Helena lo supiera!! Y qué se traerá la Gabriela? Dios, pero que inquisitivo está el señor Palacios, y vaya escena justo al comenzar la cena. Qué le deparará a Helena en se viaje, si está lloviendo, pobre Maura y ella se quedó esperando que la felicitaran. Con esos problemas familiares, quien le pondra atencion a la pobre cocinera. Genial capitulo!
    Linda cancion no la conocía.
    Un abrazo

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    1. Hola, Yessy... Lo cierto es que yo también echaba de menos publicar
      Sí, que Álvaro matara a Elisa es algo que Helena no se perdona... se siente culpable por no proceder de otro modo
      Supongo que si Helena supiera lo emocionado que está Nico, también ella se emocionaría
      Gabriela y Estela, su madre, son personajes de la primera parte de la novela... creo que entonces tú no comentabas... pero estoy segura de que acabarás por entenderlo todo
      Por lo pronto, pues está claro que a Gabriela no le parece una idea genial que Blas le regale el vestido a Helena
      Era un desayuno, y Jaime Palacios está bastante nervioso... sabe algo que no le gusta en absoluto... sabe que su hija quiere a Blas
      Bueno, pues ya veremos qué sucede en ese viaje... porque, aunque lluevan océanos, Helena quiere irse al valle
      Pues sí, la verdad es que Maura se ha enojado bastante
      Sí, es linda... me alegra que ahora la conozcas
      Un abrazo

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  6. Hola Mela, cómo te echaba de menos! Este capítulo se pasa de bueno, es una pasada.
    Helena debe ser una de las pocas mujeres que detesta ir de compras:)
    Blas tiene razón, Nico se parece a Helena. Los dos son apasionados, viscerales. Me pregunto cómo será el salón principal. ¿Cómo sabe Jaime Palacios que Blas mató a Ismael Cuesta y a Matías?
    La canción, ma-ra-vi-llo-sa,
    Un beso.

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    1. Hola, Juan... Yo también echaba de menos publicar... Gracias
      Bueno, a muchas mujeres les gusta ir de compras... a otras no tanto
      Sí, Nico y Helena tienen un carácter parecido... Lo piensa Blas, y yo también
      Es que el salón principal no ha salido... pero te puedo decir que predominaría el brillante destellante, y el color oro... Las paredes de un rojo intenso que combinaría con el negro y dorado de los muebles... Creo que el resultado sería absolutamente seductor y fascinante
      Esa es una buena pregunta, porque Jaime se marchó cuando Blas mató a Álvaro Artiach... alguien se lo ha dicho... ya sabrás quien ha sido
      Me alegra que te haya gustado
      Un beso

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  7. El desayuno ha sido un desastre pero Maura le echa la culpa a quien no la tiene y Jaime Palacios le echa la culpa a Matilde y tampoco tiene culpa.El tiene la culpa por decir que Blas es un asesino,tenia que haber callado y esperar a desayunar.Me ha gustado mucho.Besos.

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    1. Hola, Ramón... Bueno, yo creo que Maura jamás le echaría la culpa a Jaime Palacios... entonces, se la echa a Helena
      Y Jaime Palacios jamás le echaría la culpa a su hija... entonces, se la echa a Matilde
      Es cierto que el desayuno ha sido un desastre... y sí, yo también creo que el culpable ha sido Jaime Palacios
      Gracias
      Besos

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  8. ¡Hola Mela! Una alegría enorme leerte. Gracias por este nuevo capítulo.
    Helena sufre por sentir culpa y creo que extraña a su hijo y a Blas, aunque esté enojada por algo del pasado con otra mujer.
    El señor Palacios a veces me disgusta pero se que debo situarme en tiempo y lugar, no es lo mismo un padre en el 2019.
    Patricia sigue admirando la abundancia y riqueza, veremos si consigue darse cuenta de otros valores. Seguro que fue por la vida que sufrió. Dicho sea de paso, la descripción del lugar fue perfecta, estuve sentada en esa mesa gracias a ti.
    En cuanto a Nico sabes que es mi debilidad, así que por más que se haya enojado e impuesto, es un joven común y corriente y lo sabes delinear muy bien.
    Creo que desee que Blas y Helena estén juntos tu ya lo imaginas, pero el amor no siempre es un camino de rosas. Escribir sobre las emociones humanas no es tan fácil pero como siempre tú lo haces a la perfección. Gracias nuevamente por compartir tu talento. Un beso enorme y esperaré paciente el próximo capi. Bello fin de semana cariño.

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    1. ¡Hola, Lou!
      También es una alegría para mí haber publicado... Gracias a ti
      Crees bien; Helena se siente culpable, y extraña a Blas y a Nico... La mujer del pasado es Elisa... Elisa dijo que compartía casa y cama con Blas... y eso ya es algo muy grave
      Pues te equivocas... la novela es actual... Recuerda que a Nico le encanta jugar al fútbol, y habló de Leo Messi... Lo que quiero decir es que Jaime Palacios es un padre del siglo XXI
      Patricia se ha recuperado muy pronto de la experiencia tan horrorosa que ha vivido, demasiado pronto... A lo único que ella le da importancia es al lujo, y en la mansión de Jaime Palacios hay mucho
      Sí, su forma de ser está relacionada con sus vivencias con su madre
      Bueno, pues ya que estuviste, espero que tú sí pudieras desayunar ;-)
      Nico te manda un abrazo... Yo creo que su alteración es lógica, está ansioso... quiere ir a por Helena
      Es de lo más normal que desees que Blas y Helena estén juntos, por supuesto que lo imagino
      No, no siempre es un camino de rosas... ya me he dado cuenta de eso
      Gracias por tu paciencia, Lou... El próximo capítulo saldrá lo antes que pueda... todos sabemos que muchas veces no podemos hacer lo que realmente queremos
      Gracias por leer mi novela, y por tus cariñosos comentarios
      Un beso enorme

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    2. ¡Hola Mela! Tienes razón con el comentario de Leo Messi. Lo había olvidado. Y en cuanto a mi paciencia, vale la pena la espera. Aprovecho a comentarte sobre la canción. Me ha gustado mucho. Siempre hago lo mismo, quiero contarte sobre la emoción de leer las escenas y olvido mencionar el video. Para la próxima será lo primero que comentaré. Un beso grande reina, y felicitaciones otra vez.

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    3. ¡Hola, Lou!
      A ver si la próxima vez comentas la canción, y olvidas el capítulo ;-)
      Sí, quise hacerle un pequeño guiño al Barça
      Pero la gran verdad es que Jaime Palacios es totalmente un hombre del siglo XXI... es mi padre quien me inspira a este personaje
      Me alegra que te guste la canción... a pesar de que se te olvidó decírmelo, yo estaba segura de que te había gustado
      Un día dijiste que tus lectores éramos seres de luz... yo creo que ese ser de luz eres tú... Eres un cielo, Lou
      ¡Un beso más grande!

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    4. Muchas gracias Mela, que tengas feliz semana.

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  9. Hola Mela, la verdad es que después de tanto tiempo sin noticias de tus personajes, el capítulo me ha sabido a poco, se me ha hecho corto.
    Nico ha vuelto. Se queja de que su padre siempre quiere mandar, pero a él le ocurre lo mismo. Quizá no solo tiene cosas en común con su madre.
    Es comprensible el malestar de Helena con respecto a lo ocurrido con Elisa, pero creo que es demasiado dura consigo misma. Por otra parte, también lo es con Blas en lo que respecta a la relación que supone que ambos, él y Elisa, mantenían. Y excusarse por no ir a ver a Nico diciendo que no la quiere y no la necesita, basándose en una redacción que el chico escribió, con toda su razón, no es muy humilde, teniendo en cuenta lo vivido posteriormente. Pienso que Helena se está victimizando y atiende exclusivamente a sus sentimientos ignorando los de los demás.
    Paddy absolutamente cegada por el lujo que nunca ha tenido ni esperaba tener. Maura a lo suyo, pobre mujer agraviada. J.Palacios enrocado en su postura... Y Estela y Gabriela entrando en acción... Todo el mundo opina y, al final, uno debe hacer lo que le dicta el corazón. Equivocado o no.
    A ver si nos enteramos pronto.
    La canción es una de mis preferidas del amigo Juan.
    Un beso

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    1. Hola, Nena... La verdad es que mis capítulos siempre son cortos, y siempre es una buena noticia que sepan a poco
      Seguro que no, seguro que Nico también tiene cosas en común con su padre... Helena te diría que Nico se parece a Blas
      Bueno, cada persona es un mundo... y cada persona le da importancia a lo que se la da... Helena no tiene nada que perdonarle a Blas... pero jamás aceptará que Blas se haya acostado con Elisa
      Vamos a ver, pensar que alguien que tú quieres no te necesita es muy duro y doloroso... la reacción es clara, eres consciente de que estás de más... y es lógico que te apartes o te vayas
      Pues tú lo acabas de decir... Equivocado o no, todo el mundo debe hacer lo que le dicta el corazón... aunque yo creo que el corazón no se equivoca nunca, es la mente la que se equivoca
      Puedes estar segura de que publicaré el siguiente capítulo lo antes que pueda
      No me extraña, es una canción sensacional
      Un beso

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  10. ¿Valorará Helena el regalo de Blas o lo volverá a quemar? No me vas a contestar!
    Bso

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    1. Hola, Ignacio... Es que me estás preguntando sobre algo que no ha sucedido
      Suponiendo que Blas consiga ese vestido, tenemos que tener en cuenta que no es un vestido cualquiera... pero bueno, vamos a suponer que lo consigue... y que se lo regala a Helena
      Yo creo que Helena lo valoraría... y dudo que volviera a quemarlo
      Besos

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  11. Me gustaba que volvieran a salir Francisco, Estela y Gabriela, pero Gabriela me ha decepcionado. Espero que no se transforme en otra Elisa, aunque creo que Blas y Nico tienen clarísimo lo que quieren.
    ¡¡Qué pena de desayuno en un salón tan exquisito!!
    Doy por hecho que se van al valle. Creo que Matilde, como buenísima amiga, ayudará a Helena.
    Tengo la impresión de que Helena está muy perdida en un mar de dolor y confusión. Como buena nadadora no puede ahogarse, tiene que salir a la orilla.
    Por cierto, Helena ha defendido muy bien a Blas con los cien siglos de perdón:)

    Pilar.

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    1. Hola, Pilar... Entiendo que te guste que vuelvan a salir; Francisco, Estela y Gabriela fueron muy buenos personajes de la primera parte
      Pues sí, yo también creo que Blas y Nico tienen muy claro lo que quieren
      Creo que quien más ha lamentado que discutan y no desayunen ha sido Maura
      La intención de Helena es ir al valle... ya veremos
      Sí, Matilde es ese tesoro que Helena tiene la suerte de tener
      No recuerdo haber dicho que Helena sea una excelente nadadora... vale, he entendido lo que me quieres decir
      Me alegra que te haya gustado la defensa de Helena hacia Blas
      Besos

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