EL CLAN TEODORO-PALACIOS

CUARTA PARTE

sábado, 6 de octubre de 2012

EL CLAN TEODORO-PALACIOS_Capítulo 6












CAPÍTULO 6

UNA CENA DESAGRADABLE


  —E
s una estúpida y una engreída — la criticó Natalia—, no te cabrees Nico, no vale la pena. Que se envenene su novio con esa porquería.
          —Será mejor que bajemos ya —dijo Nicolás poniéndose en pie de un salto—. Me alegra mucho conoceros —añadió mirando a Patricia y a Bibiana—, sois estupendas. Entiendo que seáis tan amigas de mi prima.
Las dos niñas sonrieron, encantadas.
          —Nosotras también nos alegramos de conocerte, tú también eres estupendo —manifestó Patricia. Bibiana asintió, totalmente de acuerdo.
El cuarteto salió de la habitación, bajó las escaleras y se dirigió al salón. Los adultos estaban sentados alrededor de la alargada mesa. Nicolás se sentó al lado de Emilia por indicación de ésta; Natalia se sentó junto a él y seguidamente, Patricia y Bibiana. El señor Teodoro y Elisa estaban sentados frente a Nicolás y Natalia, respectivamente.
Sobre la mesa no cabía más comida; fuentes con ensaladas, carne asada, gambas, cigalas, albóndigas y tortillas de varias clases. Para beber, refrescos para los chicos y, cerveza o vino para los mayores. 
Emilia comenzó a llenar con diferentes víveres el plato de Nicolás.
         —No te pases —susurró el chiquillo, alarmado—, no voy a poder comer tanto.
          —Ya lo creo que vas a poder —aseguró la buena mujer—, estás creciendo y debes alimentarte. Estás hecho un fideo, voy a cebarte. 
Nicolás desistió de persuadir a la señora; cuando a Emilia se le metía algo entre ceja y ceja, no había quien pudiera con ella.
          —Siga, siga. Continúe poniéndole comida en el plato   —bramó Bruno Rey que llevaba rato comiendo al igual que sus padres, don Romeo y doña Julieta. No habían querido esperar a que bajaran los chiquillos—. Así, de esta forma, es como se crían inútiles que no sirven para nada bueno. 
       —¿Por qué no sigue comiendo y se calla, hombre de Dios? —contestó Emilia, malhumorada. 
Nicolás miró a su padre con rencor. El señor Teodoro, sentado frente al niño, captó la mirada. Natalia notó que el semblante del hombre estaba terriblemente hosco y que prácticamente no probaba bocado. Elisa, sentada a su lado, tampoco comía gran cosa y parecía intranquila. 
Los que gozaban de extraordinario apetito y devoraban cuanto tenían a su alcance eran los señores Romeo y Julieta, abuelos de Nicolás y Natalia, y Bruno; el padre del chico y tío de la muchacha. 
Patricia y Bibiana encontraban la comida exquisita, pero se sentían algo tensas. El señor Teodoro cogió una botella de vino tinto y llenó su vaso con el oscuro líquido. Acto seguido, lo bebió de un solo trago. Natalia lo vio y entendió que el joven estaba que echaba chispas. 
       —Póngale también un vaso de vino a mi hijo, —pidió Bruno Rey empleando un tono burlón —. ¡A ver si así aprende a ser un hombre con dos cojones de una puta vez
Patricia y Bibiana no daban crédito a lo que terminaban de escuchar. Elisa puso la mano sobre una pierna del señor Teodoro en un intento de controlarlo. 
        —¿Por qué no se va al infierno, señor Rey? —le respondió el señor Teodoro mordiéndose con rabia el labio inferior. La tensión, como un afilado cuchillo, cortaba el ambiente de la estancia.
            —O sea, que el niñito no puede beber vino, pero sí puede fumar —volvió al ataque Bruno Rey. 
Tras estas palabras, los niños, y Sandra, que estaba sentada junto a Elisa, palidecieron. 
             —¿Qué es lo que está diciendo? —gritó el señor Teodoro fuera de sí. Bruno Rey sonrió con maldad. Don Romeo y doña Julieta continuaban cenando tranquilamente, sin inmutarse lo más mínimo por lo que allí estaba ocurriendo.                 
           —Quiero decir que mi amado hijo me ha robado un paquete de tabaco rubio —mintió el hombre descaradamente—. ¡Pobre Nicolás, cree que su padre es tonto! ¡Pues no! Los tenía contados. 
El señor Teodoro examinó a Nicolás y comprobó que el muchacho estaba bastante nervioso. Sospechó que, tal vez, lo que decía Bruno era cierto. El chiquillo sintió sobre él, su mirada escrutadora. Levantó los ojos del plato y miró, fijamente, al hombre. 
          —Yo no he robado nada —declaró con voz débil 
      —Seguro que lleva el paquete en un bolsillo de su pantalón—afirmó el señor Bruno.
         —Levántate y vacía tus bolsillos —ordenó el señor Teodoro al chico. 
Elisa apretó con su mano la pierna del hombre. 
      —No será necesario que lo haga —intervino Sandra entregando al señor Teodoro el “dichoso” paquete de tabaco. Éste miró a la joven, confundido—. Verás —comenzó a explicar la chica—, cuando he subido para decirles a los niños que bajaran, he pillado a Nico con el tabaco. Pensaba decírtelo después de la cena. 
      —¡Eres una embustera! —chilló Natalia, furiosa—. No pensabas decir nada, ibas a dárselo a tu novio. Y Nico no ha robado nada, su padre le ha dado el paquete. 
          —¡Excusas baratas! —exclamó Bruno Rey—. Claro que me lo ha robado.                  
      —Yo creo que Nico se disponía a fumar un cigarro cuando llegué a su habitación —añadió Sandra echando más leña al fuego.

          —¡Eso no es verdad! —gritaron al mismo tiempo Natalia, Patricia y Bibiana.

          —¿Y con qué me lo iba a encender? —preguntó Nicolás, harto de la actitud de Sandra. Tampoco entendía qué pretendía su padre. De algo estaba más seguro que antes: no volvería al internado ni con él—. No tengo mechero en mi habitación —siguió diciendo el chico—, ni en mis bolsillos. Se levantó y los mostró vacíos. Seguidamente tuvo la intención de abandonar el salón, pero el señor Teodoro no se lo consintió.

          —Nico, vuelve a sentarte —le ordenó—, no te he dado permiso para marcharte. Termina de cenar. 
Nicolás se sentó arrastrando la silla ruidosamente. Blas Teodoro lanzó el paquete de tabaco a la cara de Bruno Rey, acertándole en la frente. Después el paquete cayó dentro de su plato.

          —Guarde bien esa porquería, así es posible que nadie se la robe.
         —Yo no he robado nada —insistió Nicolás—, él me lo dio.
         —¡Pues no debiste cogerlo! ¿Te queda claro? —le reprendió el señor Teodoro con firmeza. 
Natalia puso una mano sobre la pierna izquierda de su primo como advertencia de que había llegado el momento de callar. Blas estaba demasiado enfadado. Sin saberlo, Elisa y Natalia habían tenido el mismo gesto con Blas y Nicolás.
         —Te he preguntado si te ha quedado claro —dijo el señor Teodoro al muchacho. 
Natalia apretó la pierna de su primo. 
Nicolás asintió, sumiso, aunque lo que realmente deseaba era estrangular a su padre. Y seguramente lo hubiese hecho si el señor Teodoro no estuviese allí.
Posterior a la “escenita”, siguió un silencio molesto e incómodo. 
          —Nico y Nat, id a casa de Estela —dijo de repente la señora Emilia, levantándose de su asiento—. Voy a poner comida en unas fiambreras que llevarán Paddy y Bibi. La pobre Estela debe sentirse sola y se alegrará con vuestra compañía. Os llamaremos por teléfono cuando queramos que regreséis.¿No me habéis oído, niños? ¡Salid inmediatamente! 
Nicolás y Natalia no se lo hicieron repetir. Emilia Sales, la madre del señor Teodoro, era un sol de mujer.
           —Coged abrigos del garaje, hace mucho frío en la calle —avisó la señora.     
          “Vaya con la vieja enana, pensó Bruno Rey con sorna, sabe manejar muy bien al gigante de su hijo”. 
Una vez fuera de la casa, Nicolás la emprendió a puntapiés con una farola y también le propinó violentos puñetazos. Natalia abrazó su espalda y le rodeó la cintura con sus brazos. 
           —Basta, Nico —le dijo suavemente—, la farola no tiene la culpa de lo que ha pasado y tus manos tampoco. 
Nicolás dejó de golpear la farola, se dio la vuelta y miró con profundo cariño a la niña, cuya cabeza sobrepasaba unos centímetros sus hombros. 
           —Lo siento Nat, perdona. Esto es lo que me gustaría hacer con mi padre.   
           —A mí también me gustaría hacérselo —confesó la pequeña. 
Nicolás acarició con ternura las mejillas heladas de Natalia y, a continuación, enredó sus dedos por la melena lisa de la muchacha. 


Págs. 41-46                                                                                                                                                                                                     

40 comentarios:

  1. Me encantan todos los personajes. Tengo curiosidad cada vez más de ver que pasa......

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  2. Querida Lidia, poco a poco lo irás viendo. Estoy muy satisfecha de que la historia te esté seduciendo. Besos.

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  3. ¡A mi también me encanta! :D Los capítulos son cortos y bastantes amenos de leer...a ver que pasa..

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  4. ¡No sabes cuánto me alegro, Lorena! Me emociona que a personas tan maravillosas como tú les guste mi libro. Besos.

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  5. Pobre Nico lidiar con ese padre!me llama la atención como las puede tener actitudes de autoridad sobre todo sen la casa,me intriga saber el porque,pobres las amigasdeNat hasta aqui solo han visto tensiones familiares,ellas vienen de situaciones feas y ahora no lo deben estar pasando tan genial,Nat y Nicoson muy unidos la pobreno sabe como contenerlo!.Me encanta leerte!eres una escritora genial me has mantenido con la intrigay el gusto por tu lectura,saludos a ti y a tus personajes!

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    1. Hola Hada Isol, me alegra mucho leerte y gracias por tus considerados comentarios.
      Sois, los lectores, los que les dais plena vida a una historia.
      Poco a poco irás encajando las piezas de este puzzle.
      Un abrazo muy fuerte!!

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  6. Miedo me daba entrar a cenar... Lo digo literalmente, ya leyendo el título del capítulo he pensado ay ay! y desde luego no sería para nada agradable encontrarse en una cena así, porque realmente ha sido desagradable, chocan esos personajes que siendo "supuestamente" los parientes más cercanos obran de esa forma, hay una tensión entre los adultos que acaban pagando los adolescentes. Vaya! me callo que al final voy a soltar toda una disertación (o desvarío) de los míos. Me encanta y espero tal como le adelantas a Hada Isol que poco a poco vayamos encajando todo el puzzle.

    Besos!

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    1. Hola FG!! Puedes hacer cuantas disertaciones quieras; estás en tu estación.
      Por supuesto que, capítulo a capítulo, iréis encajando las piezas de la historia.
      jajajajajaj ¿Te daba miedo entrar a cenar? Un poco de tensión, ¿verdad?
      Un beso muy grande, guapísima!!!

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    2. Claro que daba miedo!!! Después de la llegada del clan familiar, no quería ni pensar como sería la cena, y eso que hay invitadas y supuestamente uno intenta comportarse debidamente si hay visitas. La tensión sí que estaba servida, la has sabido transmitir de una forma genial, como se suele decir "cortaba el aire"

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    3. Muchas gracias, querida FG, me hace ilusión que vivas la historia y mis personajes están encantados.
      Desde luego al señor Bruno Rey y a sus padres, Romeo y Julieta, muy poco les importaba tener invitadas.
      Otro beso muy grande!!!!

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  7. Ya estoy en el 6, Mela!!! Me gusta este libro!! jajajajajaj Menuda reunión familiar en el salón...
    Nos vemos mañana en el 9!! Un abrazo!!

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    1. Me alegra que te guste el libro y parece que te lo estás pasando bien. ¡Estupendo!
      Nos vemos en el 9 y otro abrazo muy grande para ti, Oskar.

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  8. Hola Mela: Aunque voy a leer un poquito más no podía seguir si aunque sea no te comento esto, creo que hubiese sido mejor cenar con los mafiosos del Padrino!!!
    Por favor que situación más fea, menos mal que tanto Elisa como Natalia pudieron hacer que sus respectivos... como decirlo seres amados se contengan de hacer que la escena empeore...
    Voy a seguir a ver que pasa. Besitos =)

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    1. Hola!! Tienes bastante razón. jajajajaajj ¡Una cena con el Padrino, eso ha estado muy bueno!
      Un abrazo muy fuerte!!

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    2. Jajaja pensaba exactamente lo mismo.
      Besitos

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    3. Hola Susana, sí, la familia de Elisa son personas muy desagradables. Y por otra parte, se cortaba la tensión en el salón.
      Besitos, linda!!

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  9. Y yo me quejo de las cenas familiares....

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    1. Para que veas que nos quejamos de vicio jajajaja
      Nuestros familiares son angelitos, bueno, en mi caso, tanto como angelitos no sé jaja
      Un abrazo tan fuerte que te hago daño!! jeje

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  10. Menuda cena, y tanto que ha sido desagradable! Normal que el chico no soporte a su padre... Y que tiernos los dos chicos al final, menos mal que se tienen el uno al otro.

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    1. Tienes razón Siwan, es bueno que se tengan el uno al otro.
      Bruno Rey es detestable.
      Un abrazo muy fuerte!!

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  11. El relato se pone interesante, pero como ya dije, me hago un lío con los nombres. Voy a tener que coger un papelito, y anotar quién es quién. Vaya con papaíto. El puede fumar, pero el chaval, no. Esa no es forma de dar ejemplo.

    Besitos.

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    1. Hola Antonio... no me parece mala idea lo del papelito.
      Luego, ya verás como será como coser y cantar. Bueno, coser no es muy fácil.
      Bruno Rey no es un buen padre.
      Besos

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  12. Huy qué tensa qué tensa está la situación! De película Mela. Estoy seguro que, cuando publiques, tus libros tendrán mucha aceptación. Son realistas, tratan de temas familiares y sociales y además de una forma especial y atrapante!

    Un abrazo.

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    1. Sí, José, no sé cómo te has dado cuenta
      Steven Spielberg está muy interesado... ahora voy a tu blog
      Un abrazo

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    2. Perdona si te he ofendido. No quería hacerlo. Por cierto, me horroriza bastante Steven Spielberg. Pero vende... desde luego...
      En cuanto a mi último relato, no creo que le gustara. No trata, precisamente, sobre temas de judíos. Y Tengo orígenes judíos, pero eso no viene al caso en mi relación con Spielberg jajaja.
      Saludos!

      Saludos!

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    3. No me has ofendido.... ¿Acaso pretendías hacerlo?
      Solo me ha parecido ver cierta burla en tu comentario... solo cierta burla
      Y me parece de necios intentar algo así... delante de la autora de una novela
      Saludos

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    4. Entonces está claro. te he ofendido.
      Voy a ser del todo sincero contigo, Mela. No. No pretendía burlarme de ti. Al menos, no deliberadamente. Pero sí te diré, aunque en el fondo no haría ninguna falta que te lo dijera (lo sabes bien) el estilo de tu novela no es el que a mí me va. Si te leo es por deferencia, y por que me gusta leer de todo; sobre todo si está bien escrito. Cuando dije: "qué tensa está la situación" era cierto: lo está en este capítulo. Cuando dije: "de película," lo siento si no te gustó; a mí me lo han dicho muchas veces de mis relatos y no por ello me ofusco, al contrario, me hace gracia. Y cuando dije: "tendrán mucha aceptación," es porque tu novela es costumbrista, y está bien relatada y narrada y tienes estilo propio, sí. Y posiblemente, podría tener éxito. Ahora, hay muchísima competencia en literatura en nuestro país y posiblemente, si no encuentras apoyos, o sencillamente no es tu deseo hacerlo, dificilmente saldrá a al luz...

      Siento haber herido tu susceptibilidad, Mela. Si estás muy sensible lo siento de verdad. Yo también lo estuve hace tiempo y te lo aseguro, no gané nada con ello. No es mi estilo burlarme de nadie, y menos de una escritor/ora como yo.

      Abrazos.

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    5. Vamos a ver si nos entendemos, José
      No recuerdo la última vez que alguien me ofendió... quizás es porque nunca nadie lo ha hecho
      A mí tampoco me desagrada leer un poco de casi todo... opino que esto enriquece... y siempre puedes encontrar una lectura que te sorprenda
      No me importa si mi novela no sale a la luz... de momento, me hace ilusión publicarla en el blog... y no es mi deseo publicarla de otro modo
      Si tu intención no era burlarte... el tiempo me lo demostrará y te aseguro que sabré disculparme como es debido
      Abrazos

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  13. Bien Mela, he estado pensando sobre lo que aquí me respondes y creo que por un lado tienes razón y por otro, quizá no tanta.
    Para empezar -por si no lo recuerdas- la última vez que alguien te ofendió fui yo, (que yo sepa) con mi estúpido comentario del 3 de marzo. Pero veamos, llevaba cinco capítulos leyendo tu obra y creíste que al sexto, de repente, ¿me daba por burlarme de ti? Sí, fue un comentario desafortunado. Lo leo y releo y reconozco que puede dar lugar a una malinterpretación, como al parecer, así ocurrió por tu parte.
    Ahora bien, vamos al grano. Cuando me di cuenta de que estabas molesta ¿me di prisa en venir a disculparme? Creo que lo hice. Y bien rápido. Por tu parte tú te limitaste a dejar un comentario jocoso en mi blog que ni siquiera te has molestado en borrar o maquillar. Tampoco me importa. Dice algo sobre ti en ese instante. Quizá que eres despreocupada, o a lo mejor, y es la opción más certera, que en realidad te sentó mal y estabas hecha una furia, aunque luego no lo reconozcas.
    Sí... He tenido tiempo para pensar y estoy totalmente seguro: mi intención nunca fue burlarme de ti. ¡Nunca! Aunque después seguí pensando en tu respuesta y no estoy, para nada, de acuerdo con ella "El tiempo te lo demostrará."— me dices. ¿Qué te demostrará y cómo esperas que te lo demuestre? ¿Si yo me comporto y leo tu novela, un libro que no es mi estilo, creo haberte dicho, te lo demostrará?
    Ahora me doy cuenta de mi error; es el de siempre. Respetaros a vosotros, mis compañeros blogueros y de la web, pero sobre todo, leer cualquier blog de cualquier persona que escriba, por el mero hecho, de que yo también creo hacerlo -no sé si bien mal o regular- pero lo hago, y desde hace algún tiempo.
    Así pues he tomado una decisión; no seguiré leyéndote. Hacerlo no tendría sentido. De todos modos, no creo que hubiera sido capaz de acabarlo. Y ahora, presta atención a lo que voy a decirte. No es porque tu novela sea mala, repito. Es porque no es de mi estilo. No es porque tú lo hagas mal; repito: creo, y te lo dije sinceramente y a lo mejor estúpidamente, cuando publiques tus libros podrían tener una buena aceptación. No tengo nada que objetar sobre tu estilo y forma de escribir; de hecho, me parece muy correcta, por no decir estupenda.
    Te deseo mucha suerte en tu andadura.
    Y siento que esto haya sucedido así y las cosas se hayan torcido.

    Un abrazo.
    José Fernández del Vallado.
    Autor del blog: Moderato_Dos_josef.
    PD: Traté de buscar un correo al que enviarte esto, pero el servicio Outolook no me responde. Lo siento. Si te molesta o desagrada lo eliminas. No es mi deseo seguir con este absurdo desencuentro.

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    1. Hola José... no tengo que eliminar nada, ni me molesta ni me desagrada
      Me parece muy normal que no leas una novela cuyo tema no te gusta, aunque me extraña que sepas cuál es el tema de la novela en el capítulo 6... tengo que publicar el capítulo 91 y faltan bastantes para que finalice... es una novela larga y compleja
      Y lo más importante es que me guste a mí... y a mí me encanta ;-)
      Te deseo mucha suerte como escritor y como persona
      Un abrazo

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    2. Estoy de acuerdo Mela en que te guste y te felicito por ello. Sé que escribiur una novela cuesta mucho. también estoy de acuerdo en que quizá un día, más adelante, por giros que da la vida, vuelva a encontrarme con ella, acabe leyéndola y me guste. Entonces diré. Fui un cabezón precipitado. pero ya sabes, al vida es así de rara ;)
      Mucha suerte. Y a seguir trabajando.
      Un abrazo.

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    3. Muchas gracias por tu felicitación, José
      A mí no me cuesta ningún esfuerzo
      No te preocupes, cabezones precipitados hay muchos... no serás único en eso ;-)
      Yo creo que los rar@s somos nosotr@s... la vida es inocente de esta acusación
      Lo más fácil del mundo es equivocarse... rectificar es de sabios, por ende, lo más difícil
      Ya te he deseado suerte... Un abrazo, otra vez

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  14. ¡¡¡¡Ay Mela cariño!!! Estoy segura de que muchos directores de cine querrían llevar tu novela a la pantalla grande. Pero no sé qué actor y actriz interpretarían a Blas y a Helena. ¡¡¡Ay que gracia!!! También hay gente que quiere comparar el día con la noche o el oro con la bisutería. Y esto que te acabo de decir lo dijo Juan muy cabreado. ¡¡¡Ay que gracia!!!
    Besitos.

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    1. Pues la verdad es que yo tampoco sé qué actores interpretarían los papeles de Blas y Helena
      Siento que Juan estuviese tan cabreado
      Besos

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  15. Vaya!....si que hay tensión
    Sigo leyendo mañana, buenas noches.

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    1. Hola María E... La verdad es que ha resultado ser una cena tensa y poco agradable
      Buenos días ;-)

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  16. Empiezo a sentir, como lector, sentimientos encontrados hacia los
    personajes y eso es una buena noticia cuando leemos una historia
    pues los protagonistas poseen ya esa credibilidad vital en una novela.

    Buen capitulo Mela
    enhorabuena!!!!

    mañana más.

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    1. Hola Cielo... Pues sí, me parece una buena noticia que empieces a tener esos sentimientos hacia los personajes ;-)
      Muchas gracias
      Mañana más ;-)

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