EL CLAN TEODORO-PALACIOS

CUARTA PARTE

viernes, 5 de octubre de 2012

EL CLAN TEODORO-PALACIOS_Capítulo 5












CAPÍTULO 5

PLANES DE FUGA Y UN PAQUETE DE TABACO



  —L
a cena está casi lista pero falta un poquito —anunció la señora Emilia—. ¿Por qué no subís y le enseñáis a Nico el cuarto que le hemos preparado? —añadió mirando a los niños.
El ambiente estaba enrarecido y, claramente, la mujer pretendía apartar a los chavales del lugar.
          —Bajad dentro de veinte minutos —propuso—, seguro que tenéis cosas de qué hablar.
El grupito no se lo hizo repetir, a ninguno le seducía continuar en la estancia. Nicolás, al igual que Natalia, no había traído equipaje; en villa de Luna tenía ropa más que suficiente.
Subieron a la segunda planta y entraron en la habitación del chico. Ésta era muy semejante a la de las niñas, las diferencias consistían en que había sólo una cama y las paredes estaban pintadas con cuadrados y rombos sobre un fondo azul celeste. Una puerta acristalada comunicaba con la terraza de las muchachas. Nicolás se recostó sobre la mullida cama, parecía cansado. Las niñas se sentaron alrededor de él, sobre una fina colcha con figuras geométricas en armonía con las de la pared. 
          —Nos han puesto en la segunda planta —comenzó a decir Natalia—; Elisa no quería cambiar mi habitación, y le ha resultado más cómodo añadir dos camas aquí arriba.
          —Me da igual estar en una u otra habitación—manifestó su primo, indiferente.
          —Anímate, Nico —le pidió Natalia—, ya estás en casa y lo vamos a pasar muy bien. Paddy y Bibi son fantásticas.
          —No me han hablado durante todo el viaje —declaró Nicolás con extraña tranquilidad—, ni mi padre ni los abuelos. Era como si yo no estuviese en el coche. ¡Estoy harto, Nat! No voy a volver al internado y, mucho menos, viviré con mi padre. He decidido escaparme.
Tras esta declaración hubo un breve y tenso silencio.
          —¿Escaparte? —repitió Natalia—. Yo me escaparé contigo —aseguró.
Nicolás la miró y le sonrió abiertamente. A Patricia y a Bibiana les cautivó aquella sonrisa.
          —Estás loca —afirmó el chico—, no puedes hacer eso, Nat. Elisa se porta muy bien contigo, no sería justo.
          —Pero yo sí puedo escaparme contigo —dijo Patricia, asombrando a todos—, mi madre es una puta y recibe a hombres en mi propia casa. ¡Estoy harta!
          —¡Pues yo también me escapo! —exclamó Bibiana, vehemente—. Mi padrastro me trata muy mal, sólo se preocupa de sus tres hijos y a mi madre le soy indiferente.
Nicolás, muy sorprendido, observó detenidamente a las amigas de Natalia y se incorporó hasta sentarse.
          —Siento mucho lo que contáis —aseguró con franqueza—. Veréis, escaparse uno ya es complicado. Tres llamaríamos mucho la atención. Nos pillarían, seguro.
          —¡Esto es el colmo! —exclamó Natalia, enfadada—. ¡No puedo quedarme sin mi primo y sin mis dos mejores amigas! Preferiría morir. Esperaba pasar unos bonitos días de Navidad y menudo plan tenéis vosotros.
          —No voy a escaparme en Navidad —comunicó Nicolás, intentando tranquilizar a Natalia—, no voy a darles ese disgusto a Elisa y a Emilia. Blas me buscaría hasta debajo de las piedras y cuando me encontrase que, seguro lo haría, me mataría. Pienso escaparme cuando vuelva al internado.
El silencio reinó en la habitación durante unos segundos.
          —Y, ¿a dónde irás? —acabó preguntando Natalia con los ojos llorosos.
Nicolás se acercó un poco más a ella y la abrazó suavemente.
          —Todavía no lo sé. Cuando esté en un lugar seguro te lo diré. Y entonces, vosotras, os podréis reunir conmigo si queréis —añadió mirando a Patricia y a Bibiana.
Las dos niñas asintieron, esperanzadas.
          —¿Lo prometes? —interrogó Bibiana.
          —Lo prometo.
          —Pues espero que estas navidades tarden en pasar —deseó Natalia tristemente.
            —Yo también lo espero —murmuró Nicolás.
         —Ahora entiendo que hayas repetido curso a pesar de estar todo el verano estudiando con Blas —dedujo Natalia—, y también que te hayan caído cinco este trimestre. Tienes demasiadas preocupaciones de fuga en tu cabeza.
Nicolás sonrió y besó la mejilla de su prima. Patricia y Bibiana sintieron celos, les hubiese encantado que aquel chico maravilloso las estuviera abrazando o simplemente rozando.
          —Te equivocas, brujita —contradijo el muchacho—, en septiembre suspendí adrede y lo he vuelto a hacer este primer trimestre. Quería fastidiar a mi padre, pero me parece que me ha salido mal la jugarreta. A mi padre le da igual que apruebe o suspenda y lo peor es que Blas fue a ver mis exámenes y no creo que entienda que con él lo haga bien y en clase falle. ¿Ha comentado algo?
          —¡Estás LOQUÍSIMO! —aseguró Natalia apartándose bruscamente de Nicolás—. ¿Cómo has podido hacer eso? Me parece que Blas te va a matar sin necesidad de que te escapes. Ha dicho que vas a estudiar todas las mañanas.
          —¿Cuánto tiempo? —preguntó el chiquillo temiendo la respuesta.
          —Eso no lo ha dicho.
      —No tardaré en enterarme —declaró Nicolás con aire preocupado—. Y ahora sí que has acertado, brujita. Blas va a matarme sin necesidad de que me escape.
          —No creo que te mate ni muchísimo menos —manifestó Bibiana—. A mí, Blas, me parece muy buen hombre. ¡Ojalá fuese mi padre!
          —Yo no he dicho que sea mal hombre —replicó el chico—, pero Blas es muy severo, y te garantizo que como padre sería tu peor pesadilla.
No obstante, Nicolás entendía que a Bibiana le gustara el señor Teodoro como padre, teniendo como tenía un mal padrastro.
          —¡Es guapísimo y se le ve tan fuerte! —exclamó Patricia con ojos soñadores—. Tú y él os parecéis bastante.
          —Bueno… —dijo Nicolás, un poco azorado, por los piropos de la chiquilla—, si lo dices por guapo y fuerte, gracias.
Seguidamente el muchacho extrajo un paquete de tabaco de uno de los bolsillos de su pantalón. Las niñas lo miraron sorprendidas.
          —¿Qué es eso? —indagó Natalia, alarmada.
          —Tabaco, cigarros.
          —¿No me dirás que fumas?
      —No. Me lo ha dado mi padre para que empiece a convertirme en un hombre.
         —¡Mi tío Bruno es imbécil! —determinó Natalia, enojada—. Más vale que lo tires y no se te ocurra probarlo. El tabaco sólo trae enfermedades y muerte.
          —De algo hay que morir —se rió Nicolás, embelesando de nuevo a Patricia y a Bibiana.
          —Si se te ocurre probar uno, se lo diré a Blas—amenazó su prima.
          —Tú no eres una chivata —refutó el chico, divertido.
          —Pues me convertiré en chivata si es necesario   —continuó amenazando Natalia, tenaz.
En aquel momento la conversación se vio interrumpida por Sandra, la joven que trabajaba en villa de Luna. Entró en la habitación, y a Nicolás no le dio tiempo a guardar el paquete de tabaco sin que la chica lo viera.
          —¡Vaya, vaya! —exclamó ésta en tono triunfal. Tenía algo de manía a los primos por sus continuas burlas a las minifaldas que vestía y a la manera como se pintaba el rostro—. ¿Acaso fumas, Nico?
          —¿Y a ti qué te importa?
          —A mí nada —contestó Sandra—. Quizás te convenga darme ese tabaco para mi novio, porque creo que si se lo cuento a Blas, a él sí le va a importar. ¿Qué te parece la idea?
Nicolás comprendió que no le quedaba más remedio que ceder. Entregó los cigarros a la chica mirándola con rabia contenida.
          —Que le aprovechen a tu novio y salúdalo de mi parte —comentó, mordaz.
          —Buen chico, muchas gracias —respondió Sandra sonriendo con acritud—. Os están esperando para cenar. ¡Bajad inmediatamente, pesados! Como tardéis un poco más, será Blas quien suba a buscaros.
La chica salió del cuarto, dejando a Patricia y a Bibiana con muy mala impresión sobre ella.
          —Bruja —murmuró Nicolás, muy enfadado.

Págs. 35-40                                                                                                                                                                                                                                                                  

30 comentarios:

  1. jejejej me lo estoy pasando bomba con la novela.
    Un abrazo.

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  2. JeJeJe!! Y yo me lo estoy pasando bomba contigo. Cien abrazos.

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  3. Pobres muchachos todos sufriendo de soledad y abandono,me dan ganas de que esta sea ara ellos una hermosa navidad una experiencia linda para recordar en medio de sus angustias.Al leerte quieroun Blas que haga que mi muchacho estudie! que tengas un buen día Mela,mesigue atrapando tu novela! me gusta como escribes!

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  4. Te dejé un comentario pero no me informa si entró el mensaje,tedecía que medabapena la soledad de estos jovenes,que los llevan a desear huir,que ansío esta sea una navidad inolvidable asi al menos son felices por un rato,y queequieero un Blaspara que tenga cortito a mi mucacho en sus estudios!un abrazo Mela he disfrutado dee pasar por aqui,me atrapa tu novela!

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    1. Querida Hada Isol, han entrado tus dos comentarios. Estoy muy contenta de que te guste la novela. Un abrazo muy fuerte!!

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  5. Vaya!!!! Como no tenían bastante con los familiares solo faltaba ahora la sirvienta también entrometiéndose en sus cosas de chicos. Sin embargo tal vez sea solo un eslabón más para ir conociendo poco a poco a todos los personajes. Unos son duros con ellos (Blas) por que conviene algo de rectitud, otros lo son por temas que espero iremos conociendo y que siendo familiares directos sorprende su actitud. Que nos tienes intrigadas, ya lo ves!!

    Besos!

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    1. Hola, querida FG!! Me alegro que estéis intrigadas y que no os podáis despegar del libro hasta el final. Mis personajes están tan contentos como yo. Un abrazo!!

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  6. Hola Mela!! Gracias por comentar en el blog y por tu preocupación... Todo esta bien, pero no he tenido mucho tiempo para dedicarle al blog, ahora estoy preparando un reseña XD...

    Besos... Por cierto este comentario me sirve de marcapáginas para tu historia... ;)

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  7. Por cierto, me esta gustando mucho la historia... voy a seguir leyendo un rato... XD

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    1. Me alegra mucho saber de ti, Lorelay. Me alegra que todo esté bien. Sí, las reseñas deben dar un montón de trabajo.
      También me alegra que te esté gustando la historia. ¡A ver si te atrapan mis personajes!
      Besos!!

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  8. ¡Que considerado este Nicolás! no se escapa en Navidad para no disgustar a Elisa y Emilia......despues le da igual......jajaja
    Besitos

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    1. Bueno, lo que ocurre es que Nicolás donde no quiere volver es al internado. Pero en villa de Luna pasando las vacaciones navideñas está a gusto.
      Tampoco quiere nada que tenga que ver con Bruno Rey, su padre.
      Besos!!

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  9. O sea, el padre en vez de llevarle a un prostíbulo le da tabaco, pero Blas no se puede enterar....
    Hay algo que se me escapa...
    ;-)

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    1. Mira por donde al animal de Bruno Rey no se le ha ocurrido lo del prostíbulo.
      Es normal que algo se te escape o que te chirríen algunas situaciones. Poco a poco, irás entendiendo y atando cabos.
      Besos!!

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  10. Vaya vaya, tenemos un rebelde sin causa en la historia XD
    Y menudo carácter tiene Natalia, joder, para que luego digan de mí.

    .Estelle.

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    1. jajaja Me encantan los caracteres explosivos. Quizás Nicolás tiene muchas razones para ser rebelde.
      Besos

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  11. Que chico más revelde jejeje pero suspendiendo a proposito solo se perjudica a él mismo >_<

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    1. Seguramente tienes razón, pero Nico está muy harto del internado y de su padre, Bruno Rey T_T

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  12. Ay de estos muchachitos, que suspenden adrede, y les gusta el tabaco. Peor aún, son las nenas, que en cuanto escuchan la palabra "fuga" ya piensan en largarse. Lo del prostíbulo podría ser una mala idea. Algo escuché de que al escritor Terenci Moix lo llevó su padre, obligado, a un sitio así, al cumplir la mayoría de edad, y sintió tal asco, que al parecer, vomitó. Era gay, pero desconozco, si por causa de la mala impresión, o lo era de nacimiento.

    Besitos.

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    1. Hola Antonio... Nico está harto del internado y el tabaco se lo ha dado su padre, Bruno Rey. Es bastante normal que Patricia y Bibiana no deseen volver a sus hogares, y Natalia no quiere quedarse sin su primo y amigas.
      Te esperan muchas sorpresas, nada es lo que parece.
      No conocía la anécdota de este escritor... vaya con el padre.
      Besos

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  13. vaya nos vamos enterando de los problemas que conlleva esta historia...
    un abrazo

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    1. Hola JaaC... lo cierto es que esta familia va a tener bastantes problemas.
      Un abrazo

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  14. Mela, dominas el relato, la puntuación, el ritmo. En realidad eres una excelente escritora y creo que leerte no es difícil porque enseguida coges el hilo y tus diálogos son amenos e inteligentes.
    Ahí voy!
    Besos!

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    1. Hola José... me alegra que te lo parezca y será un placer que leas esta historia
      Besos

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  15. ¡¡¡Ay Mela cariño!!! Espero que estés bien porque no publicas ni contestas comentarios. ¿Te has ido de vacaciones? Seguro que sí. ¡¡¡Ay que ganas tengo de que publiques capítulos nuevos!!!!
    Besitos.

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    1. Pues sí, ya te he dicho que estuve de viaje
      El 4 de septiembre, tendrás un capítulo nuevo
      Besos

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  16. Natalia y su primo que son los que conocen realmente a Blas lo temen, sí que debe ser severo...tanto como para pensarse él lo de la fuga. Pero ya veremos cuánto estudia Nico en vacaciones, porque en la montaña habrá bonitos paisajes y en la casa bonitas amigas.
    Un beso!

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    1. Hola María E... Sí, Natalia y Nico conocen bien a Blas... pero no es tan fiero el león como lo pintan ;-)
      Pues sí que hay preciosos paisajes y preciosas amigas ;-)
      Un beso!

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  17. Se va poniendo más interesante la narración Mela
    los personajes ya van teniendo vida propia hacia al lector
    y eso muy importante, pues a novela toma otra dimensión.

    Un abrazo.

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    1. Hola Cielo... Me alegra que te parezca más interesante
      Sí, estos personajes están muy vivos ;-)
      Un abrazo

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